Réplica
de los vasos del Acebuchal: aspectos técnicos, primera parte.
Para
una aproximación a las pastas campaniformes, he seguido el trabajo
“Características estructurales y mineralógicas
de cerámicas campaniformes procedentes de Monturque (Córdoba)”,
(J. BARRIOS, J. J. NAVAS, A. LOPEZ-PALOMO).
Pasta de arcilla triásica, desgrasantes recolectados en zonas de metaforfismo.
Monte Sancti Spiritus, La Unión. materiales metamórficos.
El
análisis mineralógico de desgrasantes concluyó la existencia de
cuarzo y calcita como componentes mayoritarios. Además, en
cantidades menores y en proporción variable, micas, feldespatos,
cloritas y dolomita. La granulometría distingue dos diámetros
dominantes, el fino que acompaña a las arcillas del barro inicial, y
el grueso que ha sido incorporado intencionadamente como
desgrasante.
Acuchillado de un vaso a mano.
Se
advierte que estos desgrasantes no coinciden con las determinaciones
hechas para hallazgos de Zamora, donde no aparece el material
calcáreo. Concluye que contienen materiales procedentes del Neógeno
(propios de la Depresión del Guadalquivir), o del Triásico
(identificables por la presencia de cuarzo idiomorfo), y atribuye el
origen del material metamórfico (esquistos, cuarcitas) a sedimentos
cuya área-fuente debe ser Sierra Morena o Sierra Nevada.
Depósitos arcillosos triásicos del Verdegás de Agost, Alicante.
Las
pastas las clasifican, por color, en gris claro, gris, gris verdosa,
gris ceniza, gris plomizo, negruzca o negra. Las superficies, por
color, en: blanquecino-marfil, gris claro, plomizo, gris oscuro y
negro. El bruñido exterior en seis de nueve casos, los otros tres,
alisado. El bruñido interior, en un caso.
Erosión diferencial de materiales triásicos ricos en arcillas.
La decoración, sobre
nueve piezas, incisa en cinco casos, puntillado exclusivamente en un
caso, en otros dos, y en dos más combinada incisa/puntillada. La
combinación de impresiónes puntilladas con el bruñido, se da en
dos casos, en otros dos junto al puntillado se da el alisado de la
superficie.
A
destacar, por suponer cuestiones técnicas: en todos los casos las
pastas van del gris al negro. Esto es difícil de asociar con
arcillas de zonas neógenas en cocción oxidante. Las pastas grises
pueden obtenerse por adición de manganeso a la arcilla clara, y,
comúnmente, aparecen barros naturales oscuros en zonas de
metamorfismo (descomposición de pizarras). Podemos entender entonces
que el proceso de cocción habrá sido NECESARIAMENTE reductor,
incluso valorar una carbonación intencional, cerrando absolutamente
el foso de cocción una vez alcanzada la temperatura máxima, para
obtener el brillo metalizado de las superficies bruñidas de pastas
(rojas, castaño, o clar5as engobadas).
El bruñido no ha sido obtenido en ambiente reductor, sino por adición de engobes grises y manganeso.
Por
otra parte, la combinación bruñido-puntillado presenta dificultades
técnicas, por lo que el alisado sería el momento de practicar la
impresión. Se comentará en la descripción del proceso de réplica
experimental. En un caso de los analizados en el trabajo que
seguimos, pasta y superficie presentan notable diferencia de gama de
color, lo que nos permite abordar la cuestión de los engobes. Se
echa de menos la observación, a partir de microscopía de las
secciones en lámina delgada, de la existencia o no de capas sobre
la pasta. Así como una pared antigua suele presentar un aspecto bien
alisado y enlucido al exterior, mientras que interiormente está
conformada con piedras irregulares de distintas formas, composiciones
y tamaños, la estructura ideal de una vasija que va a ser
exquisitamente decorada mediante puntillado e incisión debe ser
similar. La pasta contendrá desgrasantes que ayuden a soportar el
choque térmico de cocción en foso, mientras que el alisado y
bruñido de las superficies exige un acabado fino, muy liso y
homogéneo que permita el bruñido y no convierta las líneas de
incisión en barrancos quebrados irregulares por la presencia de los
clastos.
Cerámica tartésica grosera, con abundancia de desgrasantes. Museo de Sevilla.
Este aspecto es importante, y afecta además al color del
vaso, que no necesariamente coincidirá con el de la pasta. Ya hemos
dicho que también la cocción reductora nos llevaría a gamas de
grises-negros con pastas de tonalidad rojiza. Los fuertes ahumados
con las piezas incandescentes en hoguera tapada producirían a menudo
estas carbonaciones brillantes, metálicas, incluso no siendo
intencionales.
Bruñido de una copa estilo Acebuchal. Pasta clara calcárea y engobe gris.
La solución del alfarero, en este caso ceramista, es
dar una o varias capas finales de engobes finos, cuanto más aptos
para el bruñido mejor, libres de arena y gruesos, y que pueden ser
negruzcas para propiciar el contraste con el relleno de las
incisiones o impresiones de puntillado.
Bruñendo con cuero el interior de un cuenco fuente. Decoración incisa y puntillada.
Se
puede establecer para Monturque, según estos autores, que las piezas
fueron sometidas a un proceso de cocción en el intervalo de
temperaturas de 500 a 700°C., sin superar los 710.
Incluiremos
una prueba de dureza y color de estas pastas bruñidas a muy bajas
temperaturas para obtener información a partir del dato de medición
térmica citado.
Incrustación de pasta calcárea en las impresiones puntilladas. Vaso estilo Acebuchal.
Por
último, en cuanto a la adición (por incrustación) de pasta blanca
para contrastar el dibujo con el color del vaso, se han publicado
algunos estudios. Básicamente se trata de responder dos preguntas:
el material que se utilizó, y si se aplicaba antes o después de
cocida la pieza.
Resumo
del trabajo de Odriozola et alt, “Los rellenos de pasta
blanca en cerámicas campaniformes y su utilización en la definición
de límites sociales.”
El
80% de las incrustaciones son de color blanco, que puede obtenerse de
huesos, rocas calcáreas, caolinita, margas o feldespatos. Para
Pajares de Adaja (Avila) y Fuente Olmedo (Valladolid) se utlizó
carbonato cálcico. La presencia de cal en la mayor parte (32) de
muestras estudiadas propició la hipótesis de que pudiera proceder
de una actividad post deposicional, en concreto absorción del
carbonato a partir del agua de lluvia que impregna el estrato.
Para
los campaniformes
del Guadiana Medio se
determinó el uso del
hueso molido.,
probablemente empastado con agua o grasa. los apatitos biológicos,
contenidos en los huesos, están presentes en una proporción de 9 a
1 frente a la cal.
Tabla de pruebas de incrustación de pastas blancas. temperatura de cocción, según los trabajos del grupo de Monturque.
La
Unidad de Arqueometría de la Universidad de Santiago, ha estudiado
también la caracterización de pastas blancas incrustadas en
campaniformes gallegos, trabajos iniciados antes por Prieto,
concluyendo que las materias utilizadas como pasta incrustada siempre
son distintas de la propia pasta cerámica del vaso, y recolectadas
en un radio no mayor a 7 kilómetros desde el lugar donde se
produjeron las cerámicas, según apuntaba ya un análisis de 289
piezas prehistóricas de la comarza de Deza-Ulla. Sobre este
particular se realizará la siguiente experiencia. Sobre una placa de
pasta con la terminación adecuada, se decorará con incisión y
puntillado la superficie, rellenándose una zona delimitada con hueso
molido y la otra con cal, y efectuándose una cocción a 700 grados
de temperatura, límite de los análisis de Monturque.
Se
repetirá la experiencia sobre un fragmento ya cocido, para comprobar
la resistencia al lavado y manipulación de ambas soluciones
utilizándose algún aglutinante.
Limpiando los sobrantes de pasta de cal.
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