sábado, 21 de abril de 2018

Colores del Keuper de Alicante.


Colores del Keuper de Alicante.



Arcillas abigarradas del triásico Keuper de Alicante.

La provincia de Alicante está en proceso de desertización en amplias zonas. No podemos presumir de grandes espacios verdes (algunos hay). Pero su geología es compleja, variada, con más montañas de lo que muchos suponen.


A veces predominan las arcillas verdes y amarillentas sobre las rojas. Algunas pequeñas rosas de yeso suelen acompañarlas.

 Son los paisajes de mar y las montañas, tantas veces desnudas, además de los paisajes montañosos dulcificados por los aterrazamientos en ladera, los más destacables de nuestra pequeña geografía.

Arcillas ricas en óxido de hierro y compactadas por el carbonato cálcico.

Pero pocos conocen los muchos rincones, generalmente en las cotas más bajas, donde el color de la geología se vuelve espectacular; salvo los excursionistas de aquí, que frecuentan estos lugares en sus escapadas.

Balsas de aguas de lluvia que se forman en el fondo de estas canteras debido a la impermeabilidad de la arcilla.

El triásico denominado Keuper conforma grandes espacios de la provincia, alternando yesos y arcillas coloreados, barrancas de afilada estratigrafía, donde encajan o se remansan pequeños cursos de aguas salobres, o de lluvia, canteras a menudo abandonadas con las viejas casetas de los yeseros.

Arcillas rojas yesíferas, de mala calidad para la alfarería, usadas para ladrillos.

Los aficionados a la mineralogía conocen bien estos lugares, donde pueden encontrarse algunas especies, dentro de la relativa pobreza de minerales de Alicante: yesos, a veces bien cristalizados, cuarzo hematoideo, tan característico, y algunos otros.

Matriz de yeso rojo compacto donde afloran cuarzos hematoides.

Yeso fibroso y carneola. Las formas de presentarse el yeso son muy variadas.

Jacintos de Compostela.

No quiero aburrir al lector con notas científicas que de forma recurrente encontramos publicadas en la red. Quiero dejar, sencillamente, unas muestras de formas y colores de estos yesos, arcillas, margas, areniscas... que sorprenden por su variedad y belleza, y que nos alegran alguna mañana de domingo. 

La caliza impregnada de ocre contrasta con las arcillas verdes.

Colores del Keuper de Alicante.

Aragonito.
Yesos anaranjado.
Yeso especular.

Contacto del Trías con el cuaternario suprayacente.

Estratos como crestones liberados por la erosión diferenciada.

Esta naturaleza denudada, geología en estado puro, hay que saber mirarla, descubrir su plasticidad mineral, su belleza abstracta, pasearla despacio. Ahí queda.

Charca de lluvia.

Fondo de charca desecado.

Falla en la estratificación de areniscas, margas, arcillas y yesos.

Bandeado de yeso blanco.

Estratificación fina y de colores muy variados.
Yesos grises y rojos.

Delgadas láminas de yeso intersticial en el rodeno.

Laminillas deleznables de yeso sacaroide.

Perfecta estratificación versicolor del Keuper de Agost.

Colores en un ramblizo.

Las pequeñas lagunas tienen valor ecológico, y a veces anidan aves.

Yeso fibroso.

Micropliegues en yeso blanco y gris.

Calizas impregnadas de ocre, óxido de hierro.

Formas caóticas en los micropliegues del yeso.



jueves, 19 de abril de 2018

La minería del hierro en la Sierra de Orihuela. Minería metálica en Alicante.


La minería del hierro en la Sierra de Orihuela.
Minería metálica en Alicante.



Sierra de Orihuela, con el Pico del Aguila.

Abundan en Alicante las explotaciones de piedra para construcción, la piedra ornamental, calizas y mármoles, canteras de yeso, alabastro, margas y arcillas.
Calcita, Sierra de Orihuela.

Pero los minerales metálicos en la provincia de Alicante son muy escasos, y las minas en que se benefició algún metal, anecdóticas, si se compara con otras zonas de la Peninsula Ibérica.

El cardo amarillo de roca es un endemismo de Orihuela.

El mercurio se explotó en dos minas: la de Orihuela, donde se contruyó un horno de alaudeles para procesarlo, y una mineta en La Alcoraya, en la Sierra de San Pascual, que no debió rendir mucho.

Instalaciones de la mina de cinabrio Virgen del Carmen, Orihuela.

Algo de galena, pretendidamente argentífera, en la mina o más bien cata, del Moralet, sierra dels Talls.
Cobres grises en el Siscar, justo en la linde con Murcia, asociados a menas de meteorización (malaquita, azurita y crisocola) , en un cerro ocupado en época argárica conocido como Cabezo de la Mina.

El Cabezo de la Mina, en Santomera, poblado argárico y mina de cobre con presencia de oro.

 En otros puntos de estas sierras, relacionándose con las metabasitas, se ha hallado ilmenita, magnetita, calcopirita y arsenopirita. Los minerales explotables del Cabezo de la Mina fueron los de enriquecimiento supergénico, como la cuprita, la calcosina y la covellina.

La vega del Segura al pie y la Sierra de Callosa al fondo.

El hierro se extrajo de antiguo en el Cabeçó d´Or, en Busot, y en la Sierra de Orihuela. La mayoría de estas mineralizaciones se concentran en el contacto entre las rocas detríticas y carbonatadas triásicas, en forma estratiforme, impregnando las rocas carbonatadas, o rellenando fracturas.

Bocamina. Una glería horizontal de las minas de hierro de Orihuela.

De la minería no metálica destacan las explotaciones de ocres amarillos de Mutxamel, El Sabinar, y los ocres rojos de L´Alfàs del Pi.

Escombrera de una mina de hierro del Cabeçó d´Or, en Busot.

Ocres del Sabinar.

Las explotaciones metaliferas se concentran en la Sierra de Orihuela: la mina de mercurio, las minas de hierro del Barranco de las Minas, los cobres hacia Santomera, en la raya de Murcia. La geología allí es distinta, particular.

Aspecto de las calizas grises de la Sierra de Orihuela.

 Las sierras son enormes bloques de calizas y dolomita que se elevan en el paisaje circundante, vega fértil del Segura, moles pétreas y desnudas, de aristas afiladas, formadas por grandes plegamientos, con fallas y cabalgamientos, donde no faltan cuevas y abrigos, barrancas de relieve muy abrupto. Del otro lado de la vega, la imponente Sierra de Callosa.

Predominio del pinar y grandes claros en las empinadas laderas.

Su formación se debe al empuje de tres placas tectónicas sobre el mar de Tethys. Veinte kilómetros de espesor de sedimentos de este mar fueron levantándose por los empujes tectónicos. Hoy continúa siendo zona de actividad sísmica.

Calizas tableadas. El mineral aparece en los contactos entre las calizas y dolomías detríticas y el material carbonatado.

 Durante el Triásico este mar fue cerrándose, hasta que la colisión de la placa mesomediterránea elevó los relieves fracturados que hoy vemos, quedando un fragmento, el que precisamente conforma estas sierras y otras cercanas, unido a la placa euroasiática, y que llamamos zona interna de las cordilleras béticas.

Hematites impregnando las rocas carbonatadas.

Entre estas calizas, areniscas, filitas, cuarcitas, margas y dolomías triásicas detríticas, sin consolidar, por las fisuras, el vulcanismo inyectó un magma de rocas ígneas y muy compactas, de tonos verdes, las metabasitas, conformando el cerro del Oriolet. Es precisamente en los contactos con estas metabasitas donde se concentró la minería: se extrajeron minerales de hierro y, se dice, oro. Aunque la constatación de la presencia de este metal sólo se documenta en la explotación de cobre del Cabezo de la Mina del Siscar citado.

Cantera de metabasitas del Cerro del Oriolet.

De estas formaciones de metabasitas destaca el Oriolet, junto al túnel de la carretera nacional. Cavanilles describió el Cerro del Oriolet, finalizando el siglo XVIII, indicando que “se halla entre la muela y el monte del Castillo asido a ambas faldas. Su figura es cónica algo rebajada y se compone de una especie de piedra verde que se rompe en angulos… Es sumamente dura, echa lumbre herida con el eslabón perciviendose olor de azufre. La creo mina de algun metal. No solamente se ve este en el Oriolet sino que se estiende por los cerros y falda del monte hasta San Cristóbal, como tambien hasta parte de las rayzes de los montes del Castillo y Muela”.
Una cantera de metabasitas suministró piedra de este cerro para la fabricación de adoquines.

Escombrera de mineral de hierro. barranco de las Minas, Orihuela.

La composición de las rocas de la Sierra de Orihuela es la siguiente: carbonatos, calizas y dolomías compactas grises; al sur de la sierra, filitas y cuarcitas violetas, gris azulado o verdosas, resultado del metamorsmo de arcillas y areniscas. Hay también calcoesquistos, producto del metamorfismo de margas, de tonos amarillentos o marrón claro. Y brechas, formadas al soldarse fragmentos de otras rocas erosionadas, y que conforman los abanicos aluviales que bordean la sierra, y las metabasitas verdes ya nombradas.

La senda de acceso es empinada y zigzagueante.

Relieves abruptos y pelados.

La minería más destacada fue la del hierro, pues el cinabrio de la Mina Virgen del Carmen, junto al Oriolet, apenas se extrajo tres años. En varios puntos de la ladera sur de la sierra, y en el barranco llamado de las Minas, al norte, existen minas y catas mineras que datan del siglo XIX, aunque se cita actividad minera muy antigua. Consisten en rozas y pozos, conservándose una galería horizontal, donde se encuentra oligisto o hematites (barranco de las Minas) y la goethita (ladera sur, cerca de la salida del túnel hacia Murcia), aunque también se han descrito siderita, pirita, ocres y algunos silicatos asociado, como asbestos o amianto (crocidolita).

Escombrera de mineral de hierro, barranco de las Minas, Orihuela.

Iniciamos el ascenso a las minas de la cara norte por el sendero que sigue el llamado Barranco de las Minas, desde la balsa donde termina el itinerario para senderistas que sube a la Cruz de la Muela rodeando la Sierra.

Balsa desde la que se accede al sendero que sube a las minas.

En sendero zigzaguea entre pinos y es empinado. Los barrancos están salpicados de rodados de hierro. Una escombrera pequeña junto a la boca de una galería horizontal excavada en dolomías marrones y muros de contención de tierras en el propio barranco, levantados con minerales de hierro, delatan la cercania de unos abrigos rocosos reafirmados con mampostería, donde descansaban los mineros, lugar indicado como Casa del Minero. 

Abrigo habilitado para refugio de los mineros.

Arriba se sitúan las escombreras, de peligroso acceso desde aquí. Recogemos alguna muestra del mineral, masivo y pobre, entre el que espejea la hematites y descendemos contemplando la panorámica de las tierras llanas de la vega y la mole de la Sierra de Callosa. 

Sendero en trancadas.

Oligisto con hematites. Orihuela.

Hematites, barranco de las minas. Orihuela.

Minerales de hierro.

Una vez más, mi asombro ante el inmenso esfuerzo de arrancar a mazo y pico estos minerales en lugar de tan arduo y peligroso transporte, seguramente por un menos que pobre salario. Mi homenaje a estos mineros anónimos, tenaces y fuertes. Y a los mulos, compañeros insustituibles, hoy en extinción.

Viborera. Sierra de Orihuela.