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domingo, 20 de enero de 2019

Réplicas de cerámica arqueológica del Alfar Ilici



                             
                                          Réplicas de cerámica arqueológica del Alfar Ilici.

                                         Cerámica ibérica pintada, coroplastia ibérica, exvotos.

Durante ya más de quince años me he ido especializando en realizar réplicas de elementos museográficos de forma artesanal. Emporia Nea nació como una pequeña empresa que comercializaba réplicas arqueológicas, piezas de inspiración arqueológica a través de la web Antiqua Excelsa.

Retícula bruñida tartésica.

Reproduciendo una pieza campaniforme del Acebuchal de Carmona.

Vaso de los Saladares de Orihuela, Bronce final/Hierro protoibérico.

 El taller Alfar Ilici, de Elche, fue acumulando todas esas experiencias de elaborar reproducciones, especializándose en réplicas arqueológicas en cerámica. Desde entonces la experimentación ha sido constante, tanto en vasos prehistóricos a mano (con todas las técnicas , impresión, incisión, boquique, cerámica excisa, retícula bruñida...), de cerámica cardial, campaniforme, cerámica del bronce, cerámica argárica, tartésica, fenicia y púnica, ibérica, romana, visigoda, medieval islámica con técnicas variadas como decoración pintada, vidriada, cuerda seca, ...incluso producciones de edad moderna en loza dorada y colbalto o verde y manganeso.


Ajuares visigodos, También trabajamos bronce, piedra pulida y tallada, hierro.

Este blog Arqueocerámica refleja esas experiencias en parte. Trabajos para instituciones como Universidades o Museos Arqueológicos, exposiciones, centros de interpretación de yacimientos, castillos, fundaciones privadas, ...desde hacer un telar, un ajuar cosmético, un huevo de avestruz fenicio pintado a reproducir procesos metalúrgicos, enterramientos argáricos o o maquetas mineras. 

Conjunto cerámico romano con muñecas votivas y unguentarios.

Todos los trabajos han sido realizados a veces con largas horas de preparación de la documentación de soporte científico y técnico. Muchas veces repitiendo experiencias hasta obtener el resultado mejor. Ha habido una parte experimental que sin duda ha resultado ardua pero muy gratificante. Alfar Ilici , con su blog Arqueocerámica, hoy es un referente en la reproduccion de réplicas de cerámica histórica.

Jarra esgrafiada almohade.

 Ha habido también una parte divulgativa, de difusión del Patrimonio arqueológico, a través de talleres. La nueva web de Alfar Ilici en breve presentará un amplio catálogo de réplics artesanales hechas con conocimiento y mucha dedicación. Espero les guste,

Hemos copiado docenas de vasos campaniformes documentados.

viernes, 28 de abril de 2017

Réplicas de cerámica arqueológica y arqueología experimental.


                                 Réplicas de cerámica arqueológica y arqueología experimental.


                                                         Bruñido de un vaso argárico.

El objeto arqueológico encierra una carga subjetiva. Esa exclusiva de aquel que lo contempla con curiosidad, con interés, con admiración a veces. La arqueología contemporánea parece interesada exclusivamente en la información objetiva que contiene. Como si cualquier valoración subjetiva contaminara el objeto de una visión anticuada, superada, ajena a la ciencia.


                        Réplica de un vaso del Acebuchal de Carmona. La metalurgia del cobre, las 
                                                            excavaciones de Bonsor...




                       Réplica de un pebetero ibérico de la necróplis de la Albufereta. Coroplastia ibérica.


Es bien conocido que a la arqueología en su concepción científica precedió una larga etapa en la que primaban intereses que para muchos hoy serían espúreos. Pero aquello que ha sido una realidad no deja de serlo porque hoy se mire con un enfoque distinto: ¿podríamos concebir la tarea de Schliemann, o de Schulten, por citar a alguien, desligada de un sentido de la Historia cargado de evocaciones literarias, de mitos, de belleza...? ¿Qué alentaba las expediciones a lugares remotos en busca de la Historia perdida? ¿Cuántos artistas reflejaron en plumillas y acuarelas lugares abandonados de antiguo, llenos de leyendas, buscando reflejar ese misterio oculto entre las ruinas más que cualquier otra cosa?




                          Las lucernas paleocristianas nos remiten al mundo romano tardía y al arraigo del cristianismo en todo el imperio. Taller de recreación de lucernas.

El coleccionismo de objetos arqueológicos, desde colecciones reales, o pertenecientes a la nobleza, como un signo de aristocracia cultural, a los gabinetes privados de burgueses ilustrados, o de sabios clérigos, estuvo ligado a la subjetividad que cada objeto arqueológico suscitó en cada poseedor. Para unos fue Tartessos y sus fuentes de plata, para otros fueron los palacios cretenses que mostraban una cultura llena de vitalidad y color, quizás otros quisieron interpretar las migraciones de los pueblos del mar a partir de las cerámicas micénicas, o imaginaban las naves cagadas de madera de cedro y púrpura de los fenicios.




                                          Esgrafiado hispano árabe. Decoración de una jarra.


 Cuántos otros se enamoraron de la cultura griega, empezando por Lord Byron, y ésta parecía contenerse en alguna porción en una dracma de Egina o una cílica ateniense. Aquí, muchos de los padres de la arqueología ibérica quisieron encontrar en la escultura o la pintura vascular ibérica algo mas que dataciones, cronologías, o reflejos mudos de un modo de vida perdido.


                                           Decoración puntillada de un vaso campaniforme.


Juan Antonio Pérez Meca levantando la maqueta a escala de un área minera de Huelva.


Creo que hoy podemos permitirnos el lujo de disfrutar de esta visión, romántica si se quiere, y si el espíritu de cada uno así le permite ese deleite, sin dejar de valorar esa otra visión moderna que nos va acercando a un conocimiento objetivo mejor acreditado.


Unas manos hacían esto en la campiña bética, en la puerta de una estancia iluminada, sobre un alcor, con tierra, agua, sus manos y fuego.


Para un modesto artesano como el que escribe, entusiasta desde la niñez de la historia antigua, los objetos arqueológicos contienen historias. Y ese poder de evocación va más allá de lo que alcanza a extraer de ellas el análisis científico.


                                       Bruñido de una réplica de campaniforme marítimo.

Conocí a una persona que viajaba a Grecia con cierta frecuencia, movido por su amor a la cultura griega clásica. Me relató que durante una visita a las ruinas de Corinto encontró una moneda de bronce, griega. Le otorgaba a su hallazgo un valor de talismán, el objeto quizás no había pasado por otras manos desde que un habitante de Corinto lo extraviara más de dos mil años antes. Esto puede analizarse desde el punto de vista de las leyes de protección del patrimonio, desde la óptica también del nulo valor informativo de una moneda que estaba exactamente donde tenía que estar, pues era corintia y del período de ocupación de la ciudad... para él era algo muy distinto. Cada signo alfabético, cada relieve del cuño, en lo que representaba y en cómo lo había representado el artista abridor de cuños, el mismo peso y color... eran otra cosa, ajena a valoración económica, algo que producía una satisfacción casi mística y personalísima.



                                                           Calcolítico de Los Alcores.


Como la posesión de objetos arqueológicos está muy restringida por las leyes, quizás con mi trabajo puedo aportar algo de esa satisfacción personal a través de reproducciones de objetos que hago con cariño y, a veces, alguna pericia conforme pasan los años y mejoro las técnicas. Ya sé que no es lo mismo, pero sin merma para el patrimonio de todos podemos disfrutar en parte de la posesión de esos evocadores objetos. Para mí lo importante es crearlos, más que poseerlos, y tengo la gran fortuna de que nunca me canso. Si después de largas jornadas consigo mejorar un poquito el aspecto de una pieza, ello me complace. Nunca abro un libro de arqueología o visito un Museo local sin que se suscite el deseo de, como un nuevo reto estimulante, reproducir o al menos imitar una nueva forma, una decoración, un color. No perder nunca la pasión en el trabajo es algo impagable.

viernes, 6 de mayo de 2016

Réplica de los vasos del Acebuchal: aspectos técnicos, primera parte.


Réplica de los vasos del Acebuchal: aspectos técnicos, primera parte.

Para una aproximación a las pastas campaniformes, he seguido el trabajo Características estructurales y mineralógicas de cerámicas campaniformes procedentes de Monturque (Córdoba)”, (J. BARRIOS, J. J. NAVAS, A. LOPEZ-PALOMO).




Pasta de arcilla triásica, desgrasantes recolectados en zonas de metaforfismo.


Monte Sancti Spiritus, La Unión. materiales metamórficos.


El análisis mineralógico de desgrasantes concluyó la existencia de cuarzo y calcita como componentes mayoritarios. Además, en cantidades menores y en proporción variable, micas, feldespatos, cloritas y dolomita. La granulometría distingue dos diámetros dominantes, el fino que acompaña a las arcillas del barro inicial, y el grueso que ha sido incorporado intencionadamente como desgrasante. 


Acuchillado de un vaso a mano.
 
Se advierte que estos desgrasantes no coinciden con las determinaciones hechas para hallazgos de Zamora, donde no aparece el material calcáreo. Concluye que contienen materiales procedentes del Neógeno (propios de la Depresión del Guadalquivir), o del Triásico (identificables por la presencia de cuarzo idiomorfo), y atribuye el origen del material metamórfico (esquistos, cuarcitas) a sedimentos cuya área-fuente debe ser Sierra Morena o Sierra Nevada. 


Depósitos arcillosos triásicos del Verdegás de Agost, Alicante.
 

Las pastas las clasifican, por color, en gris claro, gris, gris verdosa, gris ceniza, gris plomizo, negruzca o negra. Las superficies, por color, en: blanquecino-marfil, gris claro, plomizo, gris oscuro y negro. El bruñido exterior en seis de nueve casos, los otros tres, alisado. El bruñido interior, en un caso.


Erosión diferencial de materiales triásicos ricos en arcillas.



 La decoración, sobre nueve piezas, incisa en cinco casos, puntillado exclusivamente en un caso, en otros dos, y en dos más combinada incisa/puntillada. La combinación de impresiónes puntilladas con el bruñido, se da en dos casos, en otros dos junto al puntillado se da el alisado de la superficie.

                                                Contacto de arcillas rojas y margas grises.


A destacar, por suponer cuestiones técnicas: en todos los casos las pastas van del gris al negro. Esto es difícil de asociar con arcillas de zonas neógenas en cocción oxidante. Las pastas grises pueden obtenerse por adición de manganeso a la arcilla clara, y, comúnmente, aparecen barros naturales oscuros en zonas de metamorfismo (descomposición de pizarras). Podemos entender entonces que el proceso de cocción habrá sido NECESARIAMENTE reductor, incluso valorar una carbonación intencional, cerrando absolutamente el foso de cocción una vez alcanzada la temperatura máxima, para obtener el brillo metalizado de las superficies bruñidas de pastas (rojas, castaño, o clar5as engobadas). 



El bruñido no ha sido obtenido en ambiente reductor, sino por adición de engobes grises y manganeso.
 
Por otra parte, la combinación bruñido-puntillado presenta dificultades técnicas, por lo que el alisado sería el momento de practicar la impresión. Se comentará en la descripción del proceso de réplica experimental. En un caso de los analizados en el trabajo que seguimos, pasta y superficie presentan notable diferencia de gama de color, lo que nos permite abordar la cuestión de los engobes. Se echa de menos la observación, a partir de microscopía de las secciones en lámina delgada, de la existencia o no de capas sobre la pasta. Así como una pared antigua suele presentar un aspecto bien alisado y enlucido al exterior, mientras que interiormente está conformada con piedras irregulares de distintas formas, composiciones y tamaños, la estructura ideal de una vasija que va a ser exquisitamente decorada mediante puntillado e incisión debe ser similar. La pasta contendrá desgrasantes que ayuden a soportar el choque térmico de cocción en foso, mientras que el alisado y bruñido de las superficies exige un acabado fino, muy liso y homogéneo que permita el bruñido y no convierta las líneas de incisión en barrancos quebrados irregulares por la presencia de los clastos.





Cerámica tartésica grosera, con abundancia de desgrasantes. Museo de Sevilla.


 Este aspecto es importante, y afecta además al color del vaso, que no necesariamente coincidirá con el de la pasta. Ya hemos dicho que también la cocción reductora nos llevaría a gamas de grises-negros con pastas de tonalidad rojiza. Los fuertes ahumados con las piezas incandescentes en hoguera tapada producirían a menudo estas carbonaciones brillantes, metálicas, incluso no siendo intencionales.



Bruñido de una copa estilo Acebuchal. Pasta clara calcárea y engobe gris.

La solución del alfarero, en este caso ceramista, es dar una o varias capas finales de engobes finos, cuanto más aptos para el bruñido mejor, libres de arena y gruesos, y que pueden ser negruzcas para propiciar el contraste con el relleno de las incisiones o impresiones de puntillado.


 
Bruñendo con cuero el interior de un cuenco fuente. Decoración incisa y puntillada.


Se puede establecer para Monturque, según estos autores, que las piezas fueron sometidas a un proceso de cocción en el intervalo de temperaturas de 500 a 700°C., sin superar los 710.
Incluiremos una prueba de dureza y color de estas pastas bruñidas a muy bajas temperaturas para obtener información a partir del dato de medición térmica citado.

Incrustación de pasta calcárea en las impresiones puntilladas. Vaso estilo Acebuchal.

Por último, en cuanto a la adición (por incrustación) de pasta blanca para contrastar el dibujo con el color del vaso, se han publicado algunos estudios. Básicamente se trata de responder dos preguntas: el material que se utilizó, y si se aplicaba antes o después de cocida la pieza.
Resumo del trabajo de Odriozola et alt, “Los rellenos de pasta blanca en cerámicas campaniformes y su utilización en la definición de límites sociales.”
El 80% de las incrustaciones son de color blanco, que puede obtenerse de huesos, rocas calcáreas, caolinita, margas o feldespatos. Para Pajares de Adaja (Avila) y Fuente Olmedo (Valladolid) se utlizó carbonato cálcico. La presencia de cal en la mayor parte (32) de muestras estudiadas propició la hipótesis de que pudiera proceder de una actividad post deposicional, en concreto absorción del carbonato a partir del agua de lluvia que impregna el estrato.
Para los campaniformes del Guadiana Medio se determinó el uso del hueso molido., probablemente empastado con agua o grasa. los apatitos biológicos, contenidos en los huesos, están presentes en una proporción de 9 a 1 frente a la cal.

Tabla de pruebas de incrustación de pastas blancas. temperatura de cocción, según los trabajos del grupo de Monturque.


La Unidad de Arqueometría de la Universidad de Santiago, ha estudiado también la caracterización de pastas blancas incrustadas en campaniformes gallegos, trabajos iniciados antes por Prieto, concluyendo que las materias utilizadas como pasta incrustada siempre son distintas de la propia pasta cerámica del vaso, y recolectadas en un radio no mayor a 7 kilómetros desde el lugar donde se produjeron las cerámicas, según apuntaba ya un análisis de 289 piezas prehistóricas de la comarza de Deza-Ulla. Sobre este particular se realizará la siguiente experiencia. Sobre una placa de pasta con la terminación adecuada, se decorará con incisión y puntillado la superficie, rellenándose una zona delimitada con hueso molido y la otra con cal, y efectuándose una cocción a 700 grados de temperatura, límite de los análisis de Monturque.
Se repetirá la experiencia sobre un fragmento ya cocido, para comprobar la resistencia al lavado y manipulación de ambas soluciones utilizándose algún aglutinante.

Limpiando los sobrantes de pasta de cal.