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domingo, 18 de febrero de 2018

La magnetita de Mina Edison, Cehegín.





La magnetita de Mina Edison, Cehegín.


Magnetita masiva de Mina Edison, Cehegín, nódulos densos y con cierto lustre.


Hemos dedicado anteriores entradas a la minería del hierro en Murcia, explotaciones de Almendricos, en Sierra de Enmedio, Santomera, hematites del Cabecico del Rey en Valladolises,y en Los Almagros, término de Fuente Alamo, y en esta nos aproximamos a las minas de hierro de Cehegín.

Ruinas de Mina Edison, Cehegín.

Cehegín tiene gran importancia minera por su hierro. Posee yacimientos de magnetita ligados a efusión de rocas básicas, ofitas, aunque además su génesis es sedimentaria. Algunas explotadas por los romanos, en su conjunto, las minas de magnetita de Cehegín han sido consideradas quizás el mayor yacimiento de hierro existente en toda Europa occidental.

Magnetita magnética de ley en torno al 72 por ciento.

Estas mineralizaciones son infrecuentes y de gran interés. Según los expertos geólogos que han estudiado la antigua minería del coto de Cehegín, afloran areniscas y margas yesíferas abigarradas con intercalaciones de calizas del Muschelkalk, así como numerosos afloramientos de rocas volcánicas y subvolcánicas.



Paraje alrededor de Mina Edison.

Recientemente detuvo su actividad la más importante, Mina María, en Baños de Gilico, al inundarse la corta por las aguas del río Quípar.
Otras, labores de interior como Mina Edison, Carlota, o Teresa Panza, abiertas en la última década del siglo XIX, se paralizaron con la crisis económica de 1.929, al debilitarse la demanda alemana, y hoy permanecen su historia y sus ruinas. El grupo Coloso de San Antonio cerró por agotamiento.

Escombreras con rocas de caja, calizas en su mayor parte.

Entre las minas de Gilico, La Carrasquilla, Cañada de Canara, Arroyo Hurtado, El Chaparral y El Campillo de los Jiménez, se estima que el municipio podría albergar alrededor de 100 millones de toneladas de magnetita, lo que ha suscitado la posibilidad de su reapertura.

Bolos de magnetita, mina Edison, Cehegín.

Cerca de La Carrasquilla, en el monte Capel, en la margen derecha del río Argos, hay dos minas abandonadas: Edison y La Abundancia. En estos parajes de pinar y materiales triásicos, se extraía la magnetita.

El área minera se reparte entre elevaciones y vaguadas sapicadas de ruinas. 

El insigne paleontólogo Daniel Jiménez e Cisneros llamó a este paraje el Cerro del Imán, pues el mineral es de ley alta, setenta y dos por ciento de hierro, y magnético. La cita de la piedra imán de Cehegín aparece ya en el siglo XI, por el geógrafo árabe Al Udri.

Magnetita de mina Edison. Es muy raro encontrar cristales, Presentan micros de diópsido, clorita...


La magnetita de Mina Edison es muy magnética, se aprecia polvo adherido al imán.

A techo del Bundsanstein, aparece un piso triásico yesífero y con margas reconocibles por su coloración uniforme marrón rojizo, afloran brechas y conglomerados. Tanto en Mina Edison como en el Coto Carlota, las ofitas no entran en contacto directo con las llamadas "capas verdes" de filosilicatos y magnetita, a diferencia del resto de minas de Cehegín, donde se dispone estratiforme la mineralización.

Estratos entre las margas.

De esta mina partía un cable aéreo sobre pilares para el transporte del mineral, que pasaba por La Abundancia y llegaba hasta la estación de Calasparra. Como en la cercana mina de la pedanía de Canara, antes de levantarse este cable el acarreo se hacía con mulos y carros, apreciendo el topónimo Pilá de Canara en el lugar donde se acopiaba el mineral para ser transportado.

Clorita. Mina Edison.

El mineral abunda en la tierra rojiza de vaguadas y caminos, bolos marrón oscuro, gris parduzco a negros de tamaños muy diferentes, muy densos y pesados, muy raramente con algún cristal en superficie. Entre las rocas de caja acumuladas en algunas escombreras, predominan las calizas, se aprecia en alguna el tono verdoso de la clorita, y destaca esporádicamente alguna calcita espática muy blanca y de perfecta exfoliación.

Calcita espática, Cehegín.

Restos de Mina Edison.

Ruinas junto a un pozo.



Almendro. Cehegín.

Masas de magnetita.

Bandeados en la roca estratificada.

Tonalidades verdosas.

Magnetita en las escombreras.

Nódulo con margas verdosas y magnetita.

Ofita alterada a rojiza.

Paraje de mina Edison.

martes, 9 de enero de 2018

La minería del hierro de Murcia: el Cabecico del Rey.



La minería del hierro de Murcia: el Cabecico del Rey.


Acceso a la mina de Cabecico del Rey, Valldolises, Murcia. Al fondo, la Sierra de Carrascoy.

Las minas de Cabecico del Rey, a tres kilómetros de los Valladolises, Murcia, son minas de hierro donde se extrajo la hematites especular, con leyes entre el 40 y el 45 % de hierro.
El mineral aparece en filones y bolsadas encajado en rocas marrón oscuro, limoníticas. Aparece la hematites parda, el oligisto en masas grises granudas y, frecuentemente, en filoncillos de superficie dura de brillante color acero. La calcita blanca acompaña muy a menudo los filones.

Filón de oligisto sobre calcita. Cabecico del Rey.

Especularita del Cabecico del Rey, Murcia.


Una decena de rozas y socavones rodeadas de escombreras marrones siguen la cresta del cerro orientadas de Poniente a Levante. La roza más larga y estrecha queda en la ladera de mediodía. Pozos protegidos por brocales salpican los alrededores. Un transformador eléctrico, las ruinas de una casa cuadrangular dividida en tres espacios y una gran balsa circular de grueso muro de mampostería, y poco más.

Entrada a un socavón minero. 

Para llegar hemos cruzado la Rambla de la Murta. Desde allí, mirando al norte, puede verse en la lejanía la Sierra de Carrascoy. Mirando hacia noreste se alza en la llanura el Cabezo Gordo de Torrepacheco, otra mina de hierro frecuentada por buscadores de minerales por la belleza de sus martitas, donde se extraía la magnetita en materiales del Nevado Filábride.

Oligisto especular de Valladolises, Murcia.

Como he escrito en otras entradas, no son los datos lo que quiero divulgar. Y eso que de esta mina bien poco se encuentra para quien no tenga disponible siquiera el clásico libro de Villasante sobre los criaderos de hierro de Murcia. Lo que me subyuga de estos lugares es la historia. La grande y la pequeña. La Histona Natural que ha dado lugar a estos filones, y la historia pequeña de los hombres que se desollaron aquí abriendo rozas con un pico, unas alpargatas, un serón de esparto y un botijo. Vidas anónimas que, por todo nuestro pelado sureste, en Murcia o en Almería, en barrancos o subiendo senderos de pánico, abrían estas descomunales zanjas en la roca durísima, achicharrada de sol, por cuatro cuartos de jornal. Para extraer el metal que ahora tiramos a la basura por toneladas. Eso es muy evocador, y me fascina pasear entre estas ruinas disfrutando del silencio, y de rebuscar en las escombreras la belleza inerte de una piedra olvidada.


En las escombreras el oligisto aparece con calcita.Rara vez con cuarzo.

Esta mina de Valladolises se encuadraría en el distrito minero de hierros de Fuente Alamo, junto a las explotaciones de las estribaciones de la Sierra de Carrascoy (donde se extraía también plomo, en materiales carbonatados alpujárrides ligados a metabasitas, en las pedanías de El Escobar o Los Paganes, y las de Los Almagros, que quedan cerca, a Poniente del Cabezo del Rey.
El mineral se estriaba separando la mena más pura, y en recuas de mulas de llevaba a la estación de Balsapintada, donde se cargaba en vagones hacia Cartagena. En algún caso, previa calcinación (mina Cuatro Amigos). Invencible, Triunfadora, San Luciano, Nuevo Vulcano, Liebre, Jovellanos, Tito, Regia o Roscler son minas de este distrito.

La mula, compañera de fatigas del minero.

Pared de una roza que sigue el filón. Cabecico del Rey.

Son los procesos magmáticos los responsables del origen de los metales en Murcia, diferenciándose dos momentos, anterior y posterior a la orogenia alpina. El primero, intercaló las diabasas o doleritas en las formaciones alpujárrides y en los sedimentos triásicos del Keuper; y también formó las metabasitas del Nevado-Filábride Superior. El segundo y más importante desde el punto de la formación de metales, está compuesto por rocas volcánicas neógenas, andesitas, riodacitas o riolita, y por rocas extrusivas (basaltos).

Oligisto. Aparece con mucho brillo.

Al primer tipo de magmatismo se asocian sobre todo yacimientos de hierro, como es el caso de los de Cehegín, de la Sierra de Enmedio de Lorca, de Carrascoy y, se supone, los depósitos ferríferos de la Sierra de Cartagena; todos ellos asociados a diabasas. En estos casos, además de hierro, suele presentarse cobre, incluso como mineral principal (Cabezo de la Fuente – o de la Mina- de Santomera), en la linde con Alicante.

Socavón. Una caída sería fatal. Al fondo, brocales de pozos.


Además de los hierros de La Unión-Cartagena, Murcia ha tenido una minería del hierro muy notable. Agrupamos una relación de las minas por distritos.
Próximos a Mazarrón existen muchos depósitos de mineral de hierro, principalmente hematites, asociados a mármoles o a calizas alpujárrides. Son los yacimientos de Sierra Almenara (Los Cucos, Atalaya, Parazuelos y Morata, Parazuelos o Ramonete).

Gran roza abierta para extraer el mineral siguiendo el filón.

Oligisto de Murcia.


El distrito Minero de Cehegín tiene gran importancia minera. Se explota la magnetita que aparece entre rocas básicas (ofitas). Se citan Mina María, Mina Edison, Coloso San Antonio o Teresa Panza

A veces es más compacto y las láminas más pequeñas.

Los yacimientos de hierro de la Sierra de Carrascoy dan hematites y oligisto especular en filones y bolsadas entre las calizas alpujárrides, asomos dispersos asociados a las rocas verdes, las diabasas.

Muestras del oligisto de Valladolises.

En la Sierra de Enmedio (Almendricos, a cuyas minas dedicamos otra entrada) se formaron mineralizaciones de hematites en el Alpujárride, en forma de bolsadas y capas dentro de las calizas triásicas, asociadas a importantes masas de diabasas y a yesos.


Finalmente, concentraciones de hematites en bolsadas y estratos en calizas marmóreas Alpujárrides
formaron los yacimientos de hierro de Peñas Blancas y Rincón de Morales.
Me animó a esta visita conocer las excursiones publicadas por los infatigables paisanos del Grupo Mineralogista de Alicante. Me ha sorprendido la riqueza de muestras que aún hemos podido hallar en las escombreras, especialmente un trozo de hematites especular muy hermoso que ha encontrado mi hermano, quizás porque su brillo las delata con facilidad. Hemos pasado un dia agradable, al aire y al sol, y dejo estas líneas para constancia.

Hematites de gran belleza.

Oligisto o hematites especular. Murcia.





Masas de Hematites brillantes y finamente granudas.

La caliza de caja es fuerte, magnésica, y a menudo las hojas de hematites se disponen en los contactos.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Minas de Riotinto y Nerva: geología desnuda, emporio tartésico de plata entre dehesas verdes.



      

Minas de Riotinto y Nerva, emporio tartésico de plata entre dehesas verdes


. Al dirigirme a Minas de Riotinto desde el oriente voy descubriendo un entorno privilegiado de dehesas verdes y limpias y bosques de pinos piñoneros. La vegetación indica un substrato geológico diferente y singular, confirmado por el encuentro con las viejas minas del Castillo de las Guardas.
Una geología singular, formada entre el devónico y el carbonífero, abundante en pizarras grises o negras, que vemos pardas o rojizas cuando el tiempo las ha meteorizado. También rocas volcánicas, riolitas, y cuarzo, tobas esquistosas a menudo conteniendo piritas, de color amarillento. Se da el verde en los pórfidos, el rojo del gossan, las pizarras moradas, los jaspes manganesíferos...


Riotinto, geología desnuda.
        Llegando desde Nerva aparece un paisaje sorprendente, donde la mano del hombre ha actuado intensivamente durante cinco mil años arrancando a la tierra sus riquezas minerales, conformando un relieve artificial pintado con todos los colores de la paleta de un pintor. Estamos en el territorio del mito, visualizamos la entraña mineral de Tartessos.


Corta Lago.
      El cerro Colorado, nos indica la riqueza de esta tierra roja, donde hierro, cobre, oro y plata se han confundido en rojos que ya los romanos sabían identificar como tierras ricas en minerales. El cerro Salomón, con su topónimo remoto y desconocido, parece retar al sabio que busca acreditar el mito y sólo encontró ruinas almohades sobre restos de una minería antiquísima, pero donde el rey de Tiro no levantó ningún palacio. Eruditos arqueólogos han buscado los orígenes más remotos de la metalurgia de Occidente entre las escorias.

Pirita, sericita, filitas moradas, escorias, gossan de Riotinto.
        Estamos en el territorio más rico del mundo en piritas de cobre. Sobre los lentejones de pirita, visibles en gris claro en las cortas, las monteras rojizas de gossan, que, alterados los sulfuros de las rocas que las conformaron, son ricas en hierro y sus óxidos, pero también en oro y plata, concentrados en su base y explotados por los romanos. Estas monteras rojas han señalado desde siempre las concentraciones masivas de sulfuros metálicos.

Bloque de calcopirita, minas de La Nava.

El Río Tinto.
        Son muchos los atractivos para pasear por este lugar, especialmente si a uno le atrae la geología o la arqueología, y disfrutar de la visita, entre otras varias posibles, al Museo minero, rico en contenidos y muy didáctico, excelente opción para aprender y comprender, que sin duda alguna vale la pena. 

Pórfidos en las cortas de Riotinto.
Erica Andevalensis, endemismo de la minería onubense.
Excavaciones en el poblado minero romano de Cortalago, Riotinto.
        Allí, entre muchísimas cosas de interés, me detengo en los objetos que atestiguan el origen de la metalurgia peninsular: crisoles, toberas, escorias, fragmentos de plata y cobre, … pero también la vida cotidiana de estos pobladores de la edad del bronce, que explotaron los veneros más superficiales de cobre, naturalmente destacados en el entorno, antes de aprender a extraer la plata codiciada por los fenicios.

Cuenco a mano del dolmen de La Lancha, Nerva.
        Vasos a mano de poblados metalúrgicos, humildes cerámicas del mundo megalítico del Andévalo, de dólmenes y tholoi, y vasos a torno policromados de filiación tartésica. De la importancia de las explotaciones romanas da cuenta, entre muchas otras cosas, una riquísima colección de ungüentarios de la necrópolis de La Dehesa. El patrimonio arqueológico de la zona es muy grande.

Jarra a torno polícroma de filiación tartésica.
  
Ungüentarios romanos de la necrópolis de La Dehesa, Minas de Riotinto.
  
Machacadora de mineral. Riotinto.
  Si este blog fuese literario tendría que explicar porqué el barrio inglés de Bella Vista huele a madreselvas y eucaliptus. Pero me quedo con las piedras. Quizás a algunos les parezca un paisaje desgarrado, pero para mí es un lugar donde una naturaleza muy hermosa se da la mano con la historia humana, con el esfuerzo de los hombres, un enclave privilegiado y singular, único, ahora protegido, donde no te cansas de admirar.

Lingote de hierro. Museo minero de Riotinto.

Cuppa romana. Cipo de incineración labrado en media caña sobre el gossan de Riotinto.


         
Corta Atalaya, Minas de Riotinto.
Estériles de minería. Zarandas, Riotinto.
Bancada de corta. Riotinto.
  La visita a la Peña del Hierro en Nerva es de singular belleza. No siempre es posible atravesar una galería de mina bien acondicionada para deleitarse con la belleza de una corta multicolor reflejada en una lámina de agua, como en un calidoscopio. Las ruinas del poblado, el aroma del monte verde, un centro de interpretación bien acondicionado, nos acercan al pasado de este pueblo minero que ahora rescata de sus paisajes de hierro y su arqueología industrial unos valores con futuro.
Sinfonía cromática en Peña del Hierro, Nerva.
Mina de Peña del Hierro, Nerva.

Montera de gossan en Peña del Hierro, Nerva.

Malacate de Peña del Hierro.

Corta de Peña del Hierro reflejada en el agua.
Vagonetas y aguas mineralizadas del Tinto.
El patrimonio minero de la zona es enorme, hoy protegido. Sirva esta entrada de homenaje a tantos hombres que trabajaron aquí en condiciones muy duras. Y de reclamo para el curioso de sitios singulares. Una escapada muy interesante. Volveré seguro, es uno de los lugares más fotogénicos que conozco, se disfruta.