Rocas verdes, hematites y
arcillas de Santomera.
El Pico Bermejo de Santomera.
En la provincia de Murcia
se encuentran abundantes metabasitas, en general como coladas
eruptivas en materiales carbonatados.
Estas rocas, reconocibles
en el paisaje por su coloración, a veces contienen minerales
apreciados por los coleccionistas, por lo que son objeto de
exploración.
Frente de cantera de diabasas en Santomera.
En Santomera, nada más
salir de la población en dirección a Murcia, a un lado y otro de la
carretera se aprecian rocas verdosas al pie de unos cerros de
coloración rojiza. Son los afloramientos de metabasitas del Pico
Bermejo, explotados hace años para gravas y ripios.
Diabasas de Santomera.
Entre estas
rocas aparecen llamativos brillos metálicos: la hematites de hierro,
generalmente pulverulenta y muy brillante, en filoncillos verticales
que rellenan las fisuras de las diabasas a veces con un cierto
espesor, y otras veces como fina cubierta superficial, de brillo de
espejo, pues en estos casos permanece el hábito de hoja o especular,
más resistente que el pulverulento a la erosión.
Hematites de Santomera.
De esta condición,
especular, lo son también las hematites del túnel y barranco de las
Minas de Orihuela, las que acompañan a la jumillita de la Celia o
las del cabecico del Rey de Valladolises.
La zona está formada por
calizas y dolomías, con intercalaciones de yesos y metabasitas.
Hematites de Almendricos, Murcia.
Hematites especular de la Celia, Jumilla.
Presencia de hierro y cobre en las diabasas de Almendricos.
Las mineralizaciones de
esta zona han sido estudiadas por R. Arana, M. Jaén y R. Ortiz, de
la Universidad de Murcia. Uno de sus estudios está centrado en las
arcillas que acompañan estas diabasas, como productos de su
alteración y meteorización.
Acopio de diabasas.
Las metabasitas son rocas
ígneas básicas que han sufrido un proceso metamórfico.
A este grupo pertenecen
las rocas conocidas con la denominación de ofitas, nombre que se
aplicó hace muchos años por el aspecto visual, unas diabasas con
una coloración verdosa y abundantes manchas blanquecinas.
El color de las ofitas es reconocible en el paisaje.
Químicamente estas
diabasas pertenecen a la familia de las diabasas y basaltos, y su
textura es a veces ofítica, y a veces porfídica, esto es, una trama
de cristales de feldespato en cuyos intersticios se encuentran otros
de piroxeno o anfíbol.
Las características de
las metabasitas varían grandemente de unos afloramientos a otros.
También varían el tipo
y en la intensidad de los procesos geológicos formadores de estas
rocas, especialmente puede variar la acción del metamorfismo alpino,
que puede ser inexistente o manifestarse en grado bajo o medio.
Polvo brillante de la hematites de Santomera.
Es también variable la
actividad hidrotermal asociada a la etapa de tectonización, por lo
que los minerales acompañantes pueden ser muy distintos entre
afloramientos.
A escala del afloramiento,
las metabasitas presentan marcadas diferencias en cuanto a la
coloración, coherencia y grado de alteración, que reflejan los
mecanismos de intrusión y posterior enfriamiento, que comportan una
paragénesis metamórfica sobre la magmática, es decir, una nueva
transformación en condiciones de menor presión y temperatura.
Calcita espática de las mineralizaciones de las diabasas de Santomera.
La actividad mineralizante
en estas rocas ha continuado debido a la acción de soluciones
derivadas de la transformación y alteración de minerales previos,
con diferencias locales. El fuerte diaclasado ha proppiciado esta
alteración. En la mayoría de los afloramientos aparecen rellenos de
óxidos de hierro y calcita. Más raramente, como en el cabezo Negro
de Albatera, cuarzo.
Calcita con hematites. Santomera.
Destacan los autores como
significativa la presencia de talco en el afloramiento de Santomera,
probablemente originado por transformación hidrotermal de estas
rocas debido a la acción de fluidos ricos en magnesio.
La edad de las
metabasitas la relacionan con la de las rocas encajantes y los
correspondientes movimientos tectónicos del área. Su afectación en
mayor o menor grado por el metamorfismo alpino, indicaría que la
intrusión se produjo antes que la tectónica de mantos de
corrimiento, y por ello se las considera triásicas.
Filón de hematites de Santomera.
De entre los minerales
acompañantes es abundante y reconocible a simple vista la hematites,
diseminada en la trama en forma de haces de cristales prismáticos y
tabulares, que deja una trama porosa, interpretada por los citados
autores como reflejo de su carácter tardío y cristalización en
medio abierto. Algunas calcitas de los rellenos de las diaclasas
presentan carácter espático de exfoliación limpia, como las que
abundaban en la extinta cantera del Mos del Bou de Albatera.
Cerro en la zona al sur de la carretera general,. A su pie continua la explotación de diabasas.
Según un estudio de estos
autores sobre las arcillas producto de la meteorización de estas
metabasitas de Santomera (Murcia), su principal componente es una
esmectita de la serie beidellita-nontronita,
con cantidades menores de clorita, anfíbol, ilita y, ocasionalmente, talco.
Relleno de las diaclasas con hematites.
La zona es árida.
Frente de diabasas muy meteorizadas.
En una posterior visita hemos explorado
la zona del otro lado de la carretera general, siempre al sur del
Cerro o Pico Bermejo.
Cerro o Pico Bermejo
Un frente de diabasas de escasos metros
de altura corre perpendicular a la carretera, y una explanación del
terreno invadida de maleza delata la zona de laboreo de la antigua
explotación de los filones de hematites.
Espejos de falla. Estas superficies de contacto presentan una coloración rojiza, y cierran los rellenos de hematites.
Algunas masas de hematites expuestas a la intemperie durante años presentan mayor compacidad.
Las masas arrancadas de los filones presentan un carácter más deleznable y pulverulento.
A ras de suelo aflora algún filoncillo. Alguno presenta un brillo micáceo y coloración rojiza.
Aspecto filoniano de la hematites.
Las masas de hierro a veces se presentan como bolsadas en las fisuras de las ofitas.
La mena es brillante y de elevada pureza.
Más raros son los fragmentos de masas escamosas casi negras, de gran brillo y belleza.