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sábado, 20 de enero de 2018

La decoración de un vaso campaniforme del arenero de Miguel Ruiz, de Madrid. Réplicas de vasos campaniformes, entrada séptima.



 La decoración de un vaso campaniforme del arenero de Miguel Ruiz, de Madrid. 
Réplicas de vasos campaniformes, entrada séptima.

Vaso campaniforme marítimo o puntillado a ruedecilla.

 Bruñido de un cuenco campaniforme puntillado. La pasta lleva desgrasantes que dificultan el bruñido si no se aplica un engobe o una última capa de la arcilla de compone la pasta.

El vaso de la izquierda, más bajo, es el perfil del vaso del arenero de Madrid.

En la anterior entrada de este blog, sexta dedicada a las técnicas de ejecución de vasos campaniformes, anunciaba presentar una serie de fotografías de réplicas arqueologicas (vasos campaniformes) con el estilo decorativo de un vaso procedente del arenero de Miguel Ruiz, en Madrid, publicado en los años cuarenta por el Marqués de Loriana.

Vaso campaniforme, réplica. Ejecutado a ruedecilla y punzón.

Estilo puntillado o marítimo de los campaniformes.

Vasos campaniformes, ajuar lítico y punta de cobre.

Para no ser reiterativo, la presente entrada será casi una sucesión de fotografías de réplicas de vasos campaniformes. El esquema decorativo son las bandas horizontales, alternando puntos impresos y líneas puntilladas oblicuas cruzadas, realizadas con ruedecilla. Las series de triángulos en el friso superior y en torno de la base completan el esquema.

Vaso campaniforme réplica de una pieza hallada en Madrid.

Algunas fotografías son del proceso, sobre piezas levantadas a mano, lijadas o espatuladas, engobadas y bruñidas antes de la impresión con ruedecilla.

Vaso campaniforme con bandas bruñidas.

Un posterior rebruñido, con la pieza ya impresa y más seca, en especial de las zonas más lisas de la decoración, completan el proceso previo a la cocción y, en algunos casos, adición de pasta blanca como relleno de las impresiones.

Prueba de relleno de pasta blanca previa a la cocción.

Ajuar calcolitico, hojas de sílex.

Ajuar campaniforme: vasos de estilo marítimo, punta de Palmela, hacha de ofita y brazalete de arquero.

Cuenco campaniforme puntillado.

Vaso campaniforme con bandas lisas alternas con impresas.

Vaso campaniforme réplica del estilo del hallado en el arenero de Miguel Ruiz, en Madrid.,

Las piezas con tono más apagado y oscuro aún conservan humedad.

Algunas piezas se presentan terminadas junto con elementos de ajuar propio de los enterramientos calcoliticos, como puntas de flecha pedunculadas de sílex, hojas de ese material, hachas pulimentadas en diorita, brazaletes de arquero en pizarra o puntas de Palmela. Estos elementos típicos del ajuar campaniforme contextualizan la réplica del vaso y sirven de referencia para sus proporciones. Espero que te gusten.

Vasos campaniformes, el rojo con engobe.

jueves, 19 de mayo de 2016

Réplicas de vasos campaniformes.




Réplicas de vasos campaniformes. 





  Impresiones oblicuas a punzón dentado de madera.

En esta entrada me limitaré a mostrar algunos de los últimos vasos campaniformes que he hecho. Los hay del estilo del Acebuchal, como presenté en anteriores entradas, pero también de los estilos denominados marítimo o internacional, o también paneuropeo, y de Ciempozuelos.


Engobando un vaso campaniforme del estilo marítimo.

 
 Los engobes se han compuesto con almagra o manganeso mezclados con arcilla. Los punzones y ruedecillas se han preparado expresamente. El proceso ha sido totalmente manual y siguiendo las técnicas con que debieron fabricarse, excepto la cocción, que ha sido en horno moderno. 



 Vasos campaniformes y ajuar lítico. Punta de Palmela en cobre.


Junto a estas réplicas de vasos de distintos estilos, acompaño algunos objetos de ajuar,campaniforme igualmente réplicas. Todos elaborados por el autor, excepto las puntas de flecha de sílex, trabajo de mi amigo J.A Marín: hacha pulimentada en ofita oscura, punzón de hueso, punta de Palmela de cobre, brazalete de arquero en pizarra pulimentada.

Vaso campaniforme con decoración puntillada y rellenos de pasta blanca.

Unas breves notas pueden ayudarnos a reconocer los estilos más característicos de estas cuidadas y muy bellas cerámicas. En el momento que comienza a difundirse la primera metalurgia del cobre, entre el III y el II milenios, se detecta en toda Europa Occidental y central la presencia de una cerámica de unas características muy especiales, que contrasta con sus coetáneas: la cerámica campaniforme. Toma el nombre de su forma típica, un vaso con perfil en ese y forma acampanada. Su máximo desarrollo ha sido fechado entre 2200 y 1700 a.d.C.


Fuente o bandeja campaniforme del estilo del Acebuchal de Carmona.


Se trata de una cerámica bien cocida, con decoración a base de motivos geométricos, efectuados a peine, ruedecilla o puntillados, dispuestos en bandas horizontales, combinando las decoradas con las lisas, (estilo llamado internacional o marítimo), o con impresiones horizontales de cuerda sobre toda la superficie del vaso (estilo cordado), o metopas e incisiones (estilo bohemio).

 Bruñido de un vaso campaniforme del estilo llamado de Ciempozuelos, bandas decoradas mediante incisión.






 Vaso campaniforme con ajuar: punzón de hueso, brazalete de arquero, hacha y azuela pulimentadas, puntas de flecha de sílex y de cobre, láminas.


 La decoración incisa en vez de impresa o puntillada, igualmente en franjas horizontales, raspando la capa superficial de engobe bruñido (normalmente almagra), da lugar al estilo llamado de Ciempozuelos.


                                  Detalle de la decoración impresa de un vaso campaniforme.

Las formas características son el vaso, la cazuela plana con cuello, y el cuenco. Los temas decorativos son geométricos sencillos: rayados alternos, verticales u oblicuos, aspas, dientes de lobo (triángulos), ajedrezados, etc. 

           Imprimiendo con punzón en el barro aún fresco. Vaso campaniforme de estilo marítimo.


Dejando de lado la técnica cordada, las demás decoraciones se realizan sobre la arcilla blanda mediante impresión, o raspando el engobe bruñido con el barro más seco (incisión). En la mayoría de los casos, los relieves impresos o incisos de la decoración se rellenan con pasta blanca, contrastando el dibujo con el fondo del vaso. 

                     El mismo vaso ya cocido, coloración rojiza por el engobe de almagra.



                Los punzones se han tallado sobre palitos de madera de tamarindo silvestre.



                                              Decoración de ruedecilla en la parte superior.


                                 Conjunto de vasos campaniformes de tres estilos diferentes.





         Punzonado de un vaso campaniforme sobre cubierta de almagra fresca con ligero bruñido.

jueves, 16 de octubre de 2014

Haciendo un vaso campaniforme

                                                   

                                                 Haciendo un vaso campaniforme.
      


 Los vasos campaniformes presentan una tipología variada. El que aquí presento es sencillo, aunque he procurado cuidar especialmente el alisado de la superficie, el bruñido y la decoración incisa.
       La pieza se ha levantado íntegramente a mano, excepto la media esfera inferior que se ha sostenido sobre un cuenco de barro que he utilizado para estirar y adelgazar el barro de la base, y para sostener la pieza mientras el barro ha adquirido consistencia.
Vaso campaniforme ya cocido.
    No reproduciré los detalles del proceso de engobado y bruñido porque aparecerán en una entrada sobre cerámica argárica.
      La principal dificultad de estos vasos, si no se utilizan moldes, ni torno, es conseguir un peso liviano, mantener la simetría y la distribución del espesor en la zona superior. es muy frecuente que las sucesivas tiras y su estiramiento provoquen asimetrías por un defectuoso reparto del barro.
     Aunque el engobe cubrirá íntegramente la pieza, el barro utilizado contiene desgrasantes de cierto grosor. esto dificulta el bruñido, pero me gusta hacerlo porque resistirá mejor el choque térmico y porque será más fiel a la técnica original.

Decoración incisa del vaso campaniforme.
 En cuanto al engobe, ha sido obtenido mediante la adición de manganeso a una barbotina del propio barro pero sin desgrasantes. 
El siguiente vaso ha sido engobado con manganeso pero sin arcilla. el aspecto es mate, aún después del bruñido.

Otro vaso campaniforme. Los incisos contrastan porque se ha utilizado intencionalmente una pasta clara y una cubierta oscura.

Se ha utilizado la torneta para las líneas horizontales. El resto se hace a mano alzada.

El vaso campaniforme terminado. Se han bruñido de nuevo las bandas lisas.
    Los incisos han sido realizados mediante un punzón metálico sobre el engobe ya con un bruñido previo, todavía sin secar del todo. Con la pieza ya decorada y seca procederé a bruñir las zonas lisas.
    La decoración es inspirada, reproduce esquemas convencionales sin imitar uno en concreto.

Ajuar lítico: hachas pulimentadas. mano de molino, brazalete de arquero de pizarra, sílex tallado.   
No puedo presentar todavía el resultado del vaso ya cocido en hoguera, pero lo añadiré en su momento.
Ajuar campaniforme: vaso, puntas de palmela, placas grabadas, hacha y molde.

jueves, 9 de octubre de 2014

Cerámica, cobre y bronce. Del cobre metal al cobre como esmalte cerámico.

       

El cobre: de su uso como metal al esmalte cerámico.

       Dedico esta entrada a escribir unas notas sobre la importancia del cobre en la evolución humana, desde una perspectiva arqueológica.
       Las primeras sociedades que explotaron los filones de carbonatos de cobre aprovecharon la facilidad para su detección que brinda su hermoso colorido: azules y verdes intensos aparecian diseminados en las montanas de Irán, en Chipre, o en las sierras de Huelva. La especialización minera, la transformación metalúrgica, dieron lugar a la cultura tartésica.
Mineralización de secundarios de cobre. La asociación de estos minerales a las culturas del calcolítico y del bronce es clave.

Ajuar campaniforme: cerámica, punta de Palmela, puntas de flecha con pedúnculo y aletas de sílex.
       La obtención del mineral en los orígenes se centraba en la localización y vaciado a pico de los filones superficiales ricos en azurita y malaquita,
Minerales de cobre. Cabezo de la Mina, Santomera. En esta mina que ya explotaba la sociedad argárica se extrajeron cobres grises, calcosina, hasta el siglo pasado.



Cuchillos, punzones, aretes, alabardas.... forman parte del ajuar metálico de las culturas calcolíticas y del bronce, junto a un repertorio cerámico característico en cada una de ellas. 

Masa de calcopirita de la Corta Brunita, la Unión.
       Los sulfuros de cobre igualmente suelen presentar colores muy llamativos, brillo intenso dorado o irisaciones. Ello debió ser determinante en las prospecciones antiguas.
Calcopirita irisada, muy abundante en toda la franja pirítica onubense.
       La introducción de las técnicas metalúrgicas supuso una revolución que permitió ir desarrollando todo tipo de utensilios de cobre, así como su comercio. En cualquier museo arqueológico encontraremos pequeños punzones de cobre, aretes, hachas, puntas de flecha, cuchillos... todo un repertorio de herramientas y objetos de adorno que conviven con la industria lítica.
Hachas de cobre sobre un molde de fundición y punta de Palmela.

        El descubrimiento de la aleación del cobre, raramente puro en estado natural, con antimonio, arsénico, plomo o estaño, quizá se pueda comprender desde la coexistencia de unos poblados metalúrgicos especializados que iban tratando los minerales con sus composiciones naturales a la vez que experimentaban de forma empírica con aleaciones intencionales, transmitiendo los secretos del oficio de generación en generación. Lo que sí sabemos es que la dureza del cobre aleado con estaño en una pequeña proporción, es decir el bronce, supone el hallazgo de un metal mucho más duro y, por lo tanto, estratégico y codiciado desde la antiguedad lo suficiente como para incentivar viajes de exploración y apertura de rutas comerciales entre ambos extremos del Mediterráneo, incluso la circunnavegación del litoral atlántico peninsular en busca del estaño necesario. 
Hacha de cubo, bronce.

       La minería del cobre se desarrolló en toda la rica fraja pirítica peninsular, pero también en muchos pequeños enclaves mineros diseminados. Simultáneamente la minería del plomo argentífero fue un gran atractivo para las compañías de negotiatores romanos, arrendatarios y explotadores de la riqueza de Castulo y de la sierra de Cartagena.
Mineros romanos en un relieve de Palazuelos, cerca de Linares.
Las aguas del Río Tinto cargadas de lixiviados minerales de la zona más rica en cobre de Europa.

         El bronce fue limitadamente utilizado en época prehistórica, pero su uso fue incrementándose paulatinamente al ir desarrollándose nuevas técnicas, como la cera perdida que permitía un trabajo de mucha mayor calidad a la vez que exigía una especialización artesanal muy alta.
          El uso de la moneda de bronce constata este uso intenso del metal aleado.
Tesaurización de monedas.
     
        La monetización de los pueblos ibéricos, si bien tiene sus precedentes en las colonias griegas y púnicas, con sus emisiones de plata, es con la llegada de Roma cuando alcanza su desarrollo con acuñaciones propias y leyendas en alfabeto indígena, romano o púnico en las costas meridionales.

Moneda púnica de plata acuñada en Siracusa.
 
As ibérico de Iltirta. Reproducción en bronce.

  La sociedad romana utilizó el bronce con profusión, tanto para usos funcionales como ornamentales. 
Copa romana de bronce.


Sextercio de bronce de Germánico.

Bronce romano


           Interesa destacar que el uso del cobre no fue sólo como metal. Desde la evolución de la cerámica abre el capítulo de una técnica nueva, el esmalte. El óxido pulverizado de cobre, mezclado con un fundente, se ha venido utilizando para bañar las piezas de barro torneado y embellecerlas con un hermoso color verde intenso, que además impermeabiliza la pieza. De este hallazgo, que arranca de las técnicas de pastas vítreas egipcias y fenicias, eran conocedores los romanos, pero por alguna razón son muy escasas las piezas romanas trabajadas con barnices. presentamos una lucerna de doble piquera procedente de la colonia romana de Illici, que puede admirarse en el Museo de La Alcudia de Elche.
Lucerna de la Alcudia de Elche, con esmalte de cobre.
       Pero la técnica del vidriado o esmaltado de la cerámica será en época islámica cuando alcance su uso generalizado, tanto utilizando cobre como óxido de hierro para la obtención del color melado.
Candil de piquera islámico de Córdoba vidriado con óxido de hierro.
Epigrafía califal en verde de cobre y óxido de manganeso para delimitar el dibujo, sobre baño de plomo.

Cerámica califal del taller de Medina Azahara con la técnica del verde y manganeso. Puede observarse la alteración delas sales del vidriado de cobre que adquieren tonalidades turquesa.
Cerámica verde y manganeso de Medina Azahara. El manganeso da una coloración morado oscuro.
Tesoro romano de monedas de bronce
Tesorillo romano: recreación. Las monedas de bronce están alteradas por los cloruros de cobre.