domingo, 3 de enero de 2021

La galena del Manto de los Azules, Sierra Minera de Cartagena-La Unión.

 

La galena del Manto de los Azules, Sierra Minera de Cartagena-La Unión.


                                     Muestra de galena de La Unión en su caja de greenalita


La riqueza minera de esta sierra es proverbial desde tiempos muy antiguos. Sus mineralizaciones presentan variedad de estructuras, destacando de entre las filonianas el Cabezo Rajao, venero de plata.

Las monteras o crestones de hierro, el gossan, formados por alteración de masas de sulfuros, como las de San Valentín y de La Crisoleja, son también estructuras geológicas de alto valor económico que han dinamizado la Historia y la vida de esta región.

Hay también entre las mineralizaciones de la Sierra hay un ejemplo que se ha considerado por los especialistas como único en el mundo: el llamado Manto de los Azules, o de Silicatos. Esta mineralización singular, encajada en greenalita, y formada por reemplazamiento metasomático de mármoles filábrides, es especialmente rica en sulfuros: galena, blenda y pirita, constituyendo la ganga la greenalita y el cuarzo, además de calcita y yeso .



                                                               Filitas del Alpujárride.

La greenalita es un silicato de hierro de la familia de la serpentina, de color verdoso, a veces parduzco, de aspecto generalmente mate aunque en su forma más densa y compacta, por lo general verde oscura, se asemeja al jaspe.

Con el descubrimiento de este manto en 1848 se generalizó la explotación de sulfuros en minas subterráneas, y se inició un proceso de industrialización para el tratamiento de las menas al prohibirse por ley la exportación del mineral en bruto.


                                                 Cuarcitas y filitas del Alpujárride Inferior.


Llama la atención que se denominase Manto de los Azules, siendo su coloración predominantemente verdosa, color de la greenalita de la caja. Pensamos que se debe a que las masas de galena que van descubriéndose al romper la roca encajante, azulean al sol.


                                                               Una gran riqueza minera.


En esta excursión el objetivo era dar con algún bolo o pinto de greenalita que contuviera galena. No abundan, ni mucho menos.

Sabedor de mi interés, un buen amigo mineralogista de Alcantarilla me informó sobre la presencia de alguno de estos bolos de roca en una zona concreta, y efectivamente dimos con él.


      La mancha blanca delata la presencia del sulfuro de plomo con su hábito más característico.


                                                                   Hábito de la galena.

                                                  Se observa ganga de cuarzo amatistoide.




                                                                 Bolo o pinto de galena.

Para mí ha sido un día de disfrute el poder obtener unas muestras modestas de galena masiva asociada a su matriz de greenalita, quizás la esencia misma de la minería de La Unión.

Dejo la serie fotográfica para disfrute de los aficionados. Un día esforzado pero muy satisfactorio.


                                            Rompiendo el bolo de galena con cincel y maza.

                     El brillo del sulfuro de plomo encajado en el color verdoso de la greenalita.

                                                                    Filones de galena.

                                                                             Detalle.

                                                                 Galena entre greenalita.

                                                                     Filoncillo de galena.

                        El tono azulado de la galena debió dar su nombre al Manto de los Azules.

                 La matriz de greenalita distingue sin dudas el origen cartagenero de la galena.


viernes, 10 de abril de 2020

LOS MINERALES DEL SUR DE ALICANTE.




LOS MINERALES DEL SUR DE ALICANTE.
Excursiones mineralógicas.

Por Juan Antonio Pérez Meca,

Grupo Mineralogista de Elche

Sílex del Vinalopó, Elche.

La provincia de Alicante es pobre en minerales. Si la comparamos con la vecina Murcia, paupérrima.
No pretendemos describir exhaustivamente la mineralogía alicantina, sino, ciñéndonos al área más próxima a Elche, poder visualizar algunos de los minerales más comunes que se pueden encontrar, y ello condicionado por las excursiones propias donde hemos tomado fotos.

Sierras entre Albatera y Orihuela.

Tampoco nuestro criterio es el del coleccionista, que busca la perfección de los cristales, o la rareza de la especie. Muy al contrario, presentamos aquellos que pueden ser encontrados por cualquier persona no experta, por su relativa abundancia. Y ello ligado al contexto geológico donde aparecen, al paisaje, por tanto. Una visión amplia, más geológica y asistemática.

Filón de yeso fibroso. Finestrat.

Aunque pobre en minerales, Alicante es, por contra, una provincia muy rica en fósiles, y su geología muy diversa e interesante.

Nummulites. Eoceno de Aspe.

Las distintas publicaciones que fue realizando d. Daniel Jiménez de Cisneros en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural fueron pioneras en la observación de campo de la mineralogía alicantina. De anteriores naturalistas hay aportaciones menos relevantes, puntuales.

Estratos en una rambla. La Alcoraya.

Las distintas memorias geológicas de las Hojas del IGME recogen también aspectos relacionados con la mineralogía alicantina, especialmente aquellos que puedan tener valor de explotación industrial.
Aunque los tratados clásicos de mineralogía española han venido recogiendo citas de especies presentes en la provincia, ha sido la publicación de Minerales de la Comunidad Valenciana, de Juan Miguel Casanova Honrubia y Manuel Canseco Caballé, la aproximación más detallada, por la delimitación geográfica de su ámbito de estudio, a los minerales de Alicante.

Margocalizas rojas.

Sin embargo este tipo de publicación ofrece la perspectiva de la mineralogía sistemática, de modo que se van citando especies según los Grupos de pertenencia, enunciando al final su presencia en una u otra localidad del territorio valenciano, por lo que difícilmente se obtiene una perspectiva desde el ámbito geográfico provincial, de sus minerales en relación con su geología y, por tanto, de sus paisajes.

Buscando baritocelestina.

Algún trabajo de coleccionistas particulares, encuadrados en asociaciones mineralogistas, ha ido reconociendo con mayor detalle algunas especies en determinadas zonas, como “La mineralogía en San Vicente del Raspeig y partidas rurales adyacentes”, o “La Celestina en Alicante”, ambos de José Ramón Pastor Aliaga.

Drusa de cristales de yeso. Petrer.

Desde hace unos años, dos asociaciones de aficionados, coleccionistas y comerciantes de minerales, han venido publicando sus excursiones y colecciones. La Asociación Minerálógica de San Vicente del Raspeig (AMPSVR), y el Grupo Mineralogista de Alicante (GMA), que ha publicado en su web numerosas excursiones de visitas a yacimientos y recolección de muestras de minerales. La labor de ambos grupos a través de la publicación de sus salidas de campo en internet ha estimulado el conocimiento y el mercado del coleccionismo alicantino.

Keuper.

Desde hace más de treinta y cinco años el Grupo Mineralogista de Elche, (quien esto escribe, junto con mi hermano Javier, autor de "Afloramientos minerales del Cabeçonet en el término de Busot" y José Francisco Sáez Molina, Quico, iniciador junto con Antonio Sáez de la Feria Naturalia y vocal de la sección de Minerales del Museo Paleontológico de Elche,  y la incorporación más reciente de Pascual Sánchez Casales) hemos venido realizando excursiones mineralógicas no solamente por los alrededores de Elche, sino también por las provincias limítrofes, en especial la sierra minera de Cartagena y provincia de Almería, y, con menor frecuencia, algunas salidas a minas de provincias lejanas.

Entre Orxeta y Finestrat.

Las fotografías que acompañan esta publicación recogen una ínfima parte de una actividad silenciosa de tantos años. Por desgracia, no conservamos registros fotográficos de muchíimas salidas de campo antiguas, que sin duda hoy serían del mayor interés.

Aragonito violáceo.

Alicante es tierra rica en rocas industriales: calizas, areniscas, mármoles, yesos, alabastro, arcillas.
Como minerales explotables, arcillas aparte,  destacan dos, el yeso, y la sal marina (halita), verdadera especie reina de la mineralogía provincial. Se da también la sal gema en el domo del Pinoso, monte redondo que destaca en un paisaje de arcillas, margas y yesos de colores muy variados del Triásico superior.

Agost.

Es en este Triásico de facies Keuper de Alicante donde puede encontrarse más variedad de especies minerales. En el mismo Elche, en Crevillente y hacia el oeste, hacia Albatera o el Pinoso, en el medio Vinalopó, Aspe, Monforte, Novelda, Elda, Petrel,...hasta Villena; en torno a la capital, Agost, Tibi, el Monnegre,...y más al norte, de La Vila hacia Orxeta o Finestrat, son muchos los enclaves de esta facies triásica, donde la presencia de cuarzo hematoideo llamó desde siempre la atención del naturalista curioso o del sencillo excursionista.

Cuarzo hematoideo o Jacinto de Compostela.

El cuarzo hematoideo o jacinto de Compostela es un mineral de los llamados autígénicos, es decir, formado en la roca en que se halla, en este caso el yeso. La perfección y color de los cristales, a menudo sueltos, ha sido un referente de la mineralogía de esta tierra muy conocido y apreciado. Hemos encontrado perfectos cristales en Elche, en Tossal Redó, en la Sierra de las Indias, en Orxeta, en el Monnegre, en Villena, en Pinoso y en otros lugares. Los colores van del rojo al naranja, rosado, blanquecino o transparente. La variedad negra es más rara.

Materiales triásicos.

Otros minerales autígenos del Triásico son precisamente esa variedad negra de este cuarzo, el llamado morión, la teruelita, hematites, pirita, magnesita, celestina y barita, especies todas descritas en el diapiro del Cabezo de la Sal de Pinoso.

Entorno del Cabezo Negro de Albatera.

A la abundancia de yesos, a menudo se acompaña algo de aragonito, cuarzo hematoideo, teruelita o pirita en ínfimas cantidades.

Aragonito.

El Keuper está salpicado en algunas zonas de pequeños asomos de diabasas; su diferente litología proporciona allí especies muy distintas. De entre estos afloramientos de ofitas, destaca el Cabezo Negro de Albatera.

Margas versicolores de Agost.

Allí se han ido determinando recientemente una serie de especies propias del ambiente formador subvolcánico que han doblado las citas de especies alicantinas. Creo que si a los minerales de la comunidad valenciana se restasen los aparecidos en esta cantera y en la del Tozal Negro de Barxeta, en Valencia, quedaría reducido a la mitad el número de especies. Sin que, por su infima cantidad en ambos enclaves, pase de ser algo anecdótico desde el punto de vista de la geología general valenciana.


Cabezo Negro de Albatera.


Limonita. Verdegás.

Estas doleritas afloran en parte de la isla de Tabarca, hallandose en ellas algún asbesto, la riebeckita.


Riebeckita. Isla de Tabarca. Citada en las ofitas de Orihuela, también.


Minas de ocre. Camí dels Cocons, Mutxamel.

El dominio calizo, en sus distintos pisos geológicos, proporciona algunas especies propias del medio sedimentario, como muchas formas de la omnipresente calcita.

yeso fibroso.

La calcita o  carbonato cálcico aparece en escalenoedros o dientes de perro. Se da en filoncillos o bolos de arrastre en forma compacta de exfoliación cristalina, en tonalidades blanca, gris, rosada, marrón, jaspeada.


Calcita .


Las calizas negras del la vieja cantera del Mos del Bou, en Albatera, la Sierra Negra de Elche, los niveles desnudos del cretácico de Busot, los filones en las diabasas...son sitios propicios para encontrar masas exfoliables. Las de mayor transparencia se encontraron en las terreras de la mina Oriolana (u Horcolana, citan algunos) de Busot.
Pequeñas drusas y geodas con cristales de calcita son frecuentes en cualquier cantera de calizas. A veces aparecen filones bandeados donde grandes dipirámides grises convergen hacia el centro.
Recristalizada, forma los mal llamados mármoles, abundantes en las comarcas del interior, en La Romana.

Arcillas ferruginosas cuaternarias entre Elche y Crevillente.

Cuando el carbonato cálcico contiene magnesio forma el mineral dolomita. Cristalizado, aparece de modo anecdótico en el Keuper en forma de teruelita.

Aragonito triásico.

El aragonito es primo de la calcita; con la misma composición, este carbonato cálcico adopta unas formas cristalinas propias y es menos estable que la calcita. Son muy conocidos los yacimientos de Loma Badá, en Petrel, y recientemente se han presentado hermosos cristales en drusas del paraje de los Cinco Ojos, en Aspe.
En forma acicular y ramilletes de prismas hexagonales se cita en Agost y parajes triásicos colindantes con el término de Alicante. Estas maclas prismáticas son propias del keuper, entre yesos, arcillas y margas.
Con carácter estalactítico se encuentra en viejas canteras de la zona de Pinoso.

Silex. Elche.

El sílex o pedernal se considera una roca compuesta de cuarzo amorfo criptocristalino. Su interés radica en que su uso inveterado durante la prehistoria para tallar herramientas lo asocia a menudo a yacimientos arqueológicos, como materia prima.

Nódulo de Sílex. Crevillente.

Hemos constatado su presencia en numerosos lugares. Recientes trabajos de carácter arqueológico centrados en las prospección de recursos líticos han determinado áreas de procedencia de sílex hallado en contextos arqueologicos en las comarcas centrales de Alicante, entorno de Sierra Mariola, Alcoy, Cocentaina...

Canto de pedernal. Vinalopó.

Ya se han citado los nódulos del Vinalopó, en Aspe, a veces de gran tamaño en Elche, como en Rincón de Morera, negro en el pantano de Elche. Aflora abundante aunque gris y astilloso, de escaso valor para su aprovechamiento en la talla lítica, en el extremos más oriental de la Sierra del Cid.

Keuper de Orxeta.

Limonitas pseudomórficas de pirita a veces salpican suelos blanquecinos, arrastradas de estratos eocenos o cretácicos. Suelen encontrarse en abundancia en algunas zonas, como Aspe,Agost, el Verdegás, o Elche.

Barito celestina. La Murta. Agost.

El medio evaporítico ocupa importantes extensiones y es rico en yesos que a veces cristalizan en sus formas típicas con desarrollos notables.

Yeso fibroso entre margas. Aspe.

En los últimos años los coleccionistas de toda España, y aun extranjeros, han codiciado de entre los minerales alicantinos, fundamentalmente los procedentes del Cabezo Negro de Albatera, por el hermoso color verde de la epidota (clinozoisita)y la perfección de otros cristales que la acompañan ( titanita, grosularia, andradita, cuarzo cristal de roca, prehnita, bisolita, ferrohorblenda, calcopirita...), además de la magnesita de un pequeño afloramiento inmediato al Cabezo (Loma de Carranza, ya en término de Orihuela).

Ferrohornblenda. Cabezo Negro de Albatera.

También son apreciados los ejemplares de celestina de distintos puntos de la provincia (Rabasa, Serreta larga, Busot (donde se cita estroncianita) , Fontcalent, Alcoraya, Agost, Aspe, Tibi, Moralet, Sierra del Hurchillo de Arneva ), sin que el proyecto de investigación para la posible explotación industrial de la misma, de la Universidad de Alicante, denominado Melibea, llegara a determinar su explotabilidad. Es pues, un mineral exclusivamente para el coleccionismo.

Celestina. Arneva, Orihuela.

Celestina fibrosa. Aspe.


Barito celestina. La Alcoraya.

Otros minerales de interés exclusivamente coleccionístico por su escasez casi anecdótica, han sido el hallazgo de algunos ejemplares de cuarzo azul en Los Vives (otro asomo ofítico), de algún pequeño aunque perfecto cristal de hematites en el cabezo salino del Pinoso, de algún cristal de fluorita en una cantera próxima a San Vicente del Raspeig, algunas analcimas en una cantera de Calpe, el lignito de Alcoy o el ámbar de Jijona.

Estratos en el Keuper.

A modo de reseña histórica se cita cinabrio en La Alcoraya, y se presentan indicios de galena de la Serra dels Talls (Moralet), o Rabasa, todos ellos citados por Pastor Aliaga.

Cantera. La Murta. Agost.

Pero cuando uno sale a prospectar amplias zonas del paisaje alicantino, será lo normal que descubra algo de calcita, quizás algún nódulo de sílex en conglomerados y ramblas, yesos abigarrados, masivos, versicolores, o sus cristalizaciones más comunes, el espejuelo y la macla conocida como punta de flecha.

Yeso en punta de flecha. Las Espejeras, Monforte.

Se da el yeso fibroso en ramblas y torrenteras que lo dejan al descubierto en filoncillos de estructura acicular, de muy blanco a grisáceo, verdoso o marrón por incorporación o tinción de las arcillas envolventes.

Filón de yeso fibroso. Finestrat.

En el cretácico estos filones suelen ser de una mezcla de calcita, bario y estroncio, delatándose por su mayor peso la mayor presencia de esos dos últimos elementos. Es el mineral baritocelestina.
El yeso espejuelo abunda en muchos lugares. Se explotó en la Sierra Negra de Aspe, en Las Espejeras de Monforte, en canteras del pantano de Elche, en La Alcoraya,...

Bloque de baritocelestina. Elche.

Los cristales más perfectos proceden de la cantera de alabastro de Lillo, y hemos encontrados grandes masas y hermosas drusas cristalinas en Petrel.

Bloque de yeso especular completamente translúcido. Petrer.

Los nódulos compactos y muy rojos, cristalinos en fractura, abundan en el Mortero, en Elche.
Yesos en flecha, en el triásico de Elda y Petrel, en Las Espejeras de Monforte, de tonos marrones y verdosos.

Nódulo de yeso cristalino rojo. Elche.

De gran tamaño y perfección son los que aparecieron en la Garganta de Crevillente en el contacto del Mioceno, de tono ámbar.
Yesos en masas de pequeñas escamas brillantes y sacaroides abundan en todo el Trías.

Yeso sacaroide. El Verdegás.

Pero quizás sería necesario partir de la comprensión del esquema geológico básico del sur de Alicante para visualizar mejor las áreas donde afloran más diversidad de minerales.
Si trazamos una línea imaginaria entre Alicante y Villena, el territorio de la provincia que queda al sur podríamos describirlo como una gran cuenca neógena de edad cuaternaria con los relictos del prebético interno de las sierras de Callosa y Orihuela, un gran manchón subbético colindante con el límite de Murcia al sur del Pinoso, y una serie de grandes islas de Jurásico, Cretácico y Paleógeno correspondientes al Prebético, que se intercalan con manchas triásicas en torno a esa divisoria imaginaria.

Serra dels Talls.

Esta perspectiva geológica nos ofrece a la vista tres paisajes característicos: el dominio del llano (cuaternario), el de las montañas y piedemontes con escasa vegetación, de perfiles bien definidos y muy variados (Paleógeno, Cretácico, Jurásico), y los paisajes coloreados, a menudo rojizos, generalmente en zonas deprimidas atravesadas por ramblas, dominio de arcillas y yesos (Triásico).
Quisiera hacer notar que esta desnudez del paisaje, lejos de afearlo, es de gran y belleza, pues lo que la vegetación no puede aportar, lo aporta la geología, variada de formas, estructuras, pliegues, colores.

Agost.

Cada uno de estos paisajes se relaciona con una geología propia que condiciona las mineralizaciones., que en el sur de Alicante son de varios tipos.

Finestrat.


Yesos en Las Espejeras, Monforte del Cid.

Escasísimas o casi nulas las filonianas, con algunos diseminados cupríferos en La Aparecida, en la Sierra de Orihuela, que crecen en importancia prolongándose a Santomera.
Algunas concentraciones ferruginosas sedimentarias en materiales triásicos, con goethita y hematites, se encuentran también en la Sierra de Orihuela, junto a unas minillas de magnetita entre Sax y Villena,

Ocres. Mutxamel.

En las mineralizaciones estratiformes de los depósitos recifales afloran margas azuladas, con celestina (sulfato de estroncio), como en Busot y Alicante.
Rellenado cavidades del karst, junto a calcita y dolomita, se han explotado hierros (siderita), en particular en el Cabeçó d´Or, y ocres (San Vicente, Busot, Mutxamel).

Barito celestina. Agost.

De las mineralizaciones evaporíticas destacan con mucho las abundantes explotaciones de yesos, con calcita y anhidrita, en su mayoría del Keuper (Crevillente, Elche, Aspe, Agost, Monforte, Monóvar, Novelda, Crevillente, y algunas de edad miocena messiniense como Benejúzar o San Miguel de Salinas.

Yeso. Petrer.

Estos yesos ocupan grandes extensiones, y han venido explotándose para la construcción durante siglos. Los restos de hornos de calcinación de estos yesares, algepsares, junto con ruinas de pequeños habitáculos de mampostería se encuentran en un sinfín de canteras a veces diminutas.

Construcción en piedra seca, en una yesera. Las Espejeras. Monforte.

Citamos también algunos depósitos ínfimos de azufre en margas blancas miocenas en términos de Tibi y Petrer, acompañados de epsomita y algo de aragonito, hoy extintos.

Yeso especular. Las Espejeras. Monforte.

Yeso, Casa Monfortera. Aspe.


Como resumen de lo expuesto, en cuanto a valor explotable, aparte de las explotaciones de rocas y su transformación en placas de revestimiento, arenas, gravas, o ripios, son las arcillas, el yeso y la sal, las grandes explotaciones aprovechadas.

Masa ferruginosa y oquerosa. Camí dels Cocons. De Sant Vicent a Mutxamel.

La halita, o sal marina, de Santa Pola y Torrevieja, ha sido y es una importantísima riqueza mineral alicantina.
Otras de muchísima menor entidad han sido algunos hierros: la hematites de Orihuela, la magnetita de Villena y la siderita del Cabeçó d´Or, los ocres amarillos de San Vicente y Mutxamel, o los rojos de la mina San Francisco, del Albir. El cinabrio de la mina del Carmen, también en Orihuela, citado además como indicio en La Alcoraya, y las pequeñas minas de azufre de Tibi y Petrer.

Ocre. El Sabinar.
En cuanto a las rocas alicantinas que se explotan y comercializan con gran pujanza, las hay que son calizas fosilíferas, transformadas por diagénesis, como los llamados comercialmente mármoles crema marfil o rojo Alicante de los cotos de Pinoso y La Romana.
Otras son dolomías brechificadas (marrón imperial o marrón emperador, o la piedra negra de Callosa).

Mina de ocre. Mutxamel.

Las calizas negras raiblienses ya las citaba Cisneros por su uso en arquitectura monumental en Aspe o en Alicante.
La piedra tosca de Teulada, la de las canteras del monte San Julián, las del Ferriol de Elche, o la de Bateig en Petrel, son calcarenitas bioclásticas.

Escombreras y ruinas en las minas de Ocre.

Con esta referencia al uso industrial cerramos este modesto artículo que, sin embargo, queda abierto a ir ampliándose y recoger cuantas notas puedan ser de interés para el aficionado a los minerales.