Sobre cerámica campaniforme: técnicas de impresión e incisión.
Bruñido del canto.
He dedicado varias
entradas anteriores a las técnicas decorativas de vasos
campaniformes, como los del Acebuchal de Carmona y otros, (haciendo un vaso campaniforme) y ahora,
con motivo de la reproducción de un vaso procedente de una tumba
individual, del arenero de Madrid llamado arenero de Miguel Ruiz,
quisiera hacer algunos comentarios glosando un apartado de la
publicación de Rojo-Guerra, Garrido-Pena y García-Martínez de
Lagrán, CSIC, TRABAJOS DE PREHISTORIA 63.
que estudia un vaso
campaniforme del Túmulo de la Sima hallado en miño de Medinaceli,
Soria.
Estilo campniforme marítimo con bandas lisas.
En el arenero de Miguel
Ruiz, en Madrid, en la carretera de Andalucía, apareció una tumba
individual, cubierta con losa, con ajuar de dos vasos campaniformes
marítimos, una cazuela lisa, un núcleo de cuarcita y un puñalito
de cobre, según recoge el Marqués de Loriana, en el Archivo Español
de Arqueología en 1942.
Los vasos campaniformes son característicos de la cerámica eneolítica o calcolítica.
Uno de los vasos, el que
intento reproducir al menos en cuanto las técnicas que pudieron
utilizarse,
es proporcionado entra
anchura y altura, sobre catorce centímetros, sobresaliendo uno más
en el diámetro de boca.
Bruñido de un vaso cmpaniforme.
La decoración la forman líneas paralelas
formando bandas alternas rellenas con retícula de líneas oblicuas
y, entre bandas, un esquema repetido de línea de puntos impresos
entre líneas también puntilladas. Junto al borde y en el circulo
basal, secuencia de triángulos también puntillados.
Campaniforme listo para cocción.
Utilizaré una ruedecilla
como instrumento para todas las impresiones, excepto las líneas de
puntos que van a punzón.
También una pasta con
desgrasante fino que, aunque no será perceptible al ser engobada l
pieza antes del bruñido, me permite trbjar cn una consistencia
similar a la de la pieza a reproducir, muy arenosa según la
descripción del Marqués de Loriana. Ello afecta a la rigidez
durante el secado, por lo tanto tiene sentido hacerlo así si se
quiere experimentar la técnica.
El engobe permite mejor bruñido.
Nos dicen los autores del
trabajo citado que el estudio detallado de las técnicas decorativas
con las que ejecutaron las decoraciones campaniformes ha sido uno de
los aspectos más olvidados por la investigación. Ello habría
perpetuado ciertos lugares comunes que jamás han sido argumentados,
y analiza el de la técnica incisa en el sentido de su interpretación
como un elemento diferenciador fundamental de la cronología, y los
aspectos cultural y étnico.
El bruñido interior es delicado por la fragilidad.
Según estos autores un
análisis de detalle de las técnicas decorativas campaniformes
indicaría lo contrario, aseverando que “se puede constatar una
clara continuidad técnica en la ejecución de las decoraciones a lo
largo de toda la secuencia estilística campaniforme peninsular.
Se refieren no a la
estructura y características de los diseños ejecutados, bien
distinta entre los tipos cordados, marítimos y Ciempozuelos, pero sí
a la técnica con que fueron realizadas todas las decoraciones
campaniformes.
Almagra o engobe a base de óxidos de hierro.
La conclusión primera es
que todos los vasos campaniformes son impresos. Pero variando el
instrumento empleado: una cuerda, un peine en los marítimos, y un
peine liso en los llamados incisos.
El bruñido reduce las aristas si se han hecho líneas incisas previas al puntillado.
Se remiten a las
investigaciones de Salanova, en Francia, quien ha demostrado que las
líneas impresas con peine se conforman por diversos tramos de
longitudes semejantes, obtenidos mediante la aplicación sucesiva de
corto instrumento dentado, mayoritariamente “tramos rectilíneos de
20-25 mm. de longitud y formados por entre 15-20 dientes regulares
para los trazos oblicuos”, afirmando identificar el instrumento
utilizado para la impresión con la célebre concha del Cardium.
Campaniforme impreso con líneas de triángulos, oblicuas y cruzadas en retícula.
Validando esta conclusión,
no cabría hablar de técnica incisa. Apoyándose además en la
ausencia de rebabas que produce la incisión, si bien matizando que
el bruñido superficial las eliminaría, al menos parcialmente.
El bruñido en seco exige mayor presión.
Este argumento quizás no
ha considerado el escobillado de la pieza, previo al bruñido, que
hace desaparecer las rebabas.
Las piezas de cerámica más delicadas del calcolítico.
Clarísimo es el argumento
de la diferencia de aplicar impresión o incisión a los círculos
pequeños de la base de los vasos. Señala ejemplos de composición
de estos círculos a base de segmentos rectos, conformando polígonos.
Esta imperfección no se da cuando se usa un punzón para trazar
(incisión), pues se trabaja con el ángulo de inclinación.
Campaniforme engobado de gris castaño.
Mi humilde parecer es que
si el instrumento es ruedecilla y no peine, sí es posible jugar con
la inclinación y obtener círculos bien conformados, aunque más
difícil cuanto menor el radio.
En todo caso el argumento
busca reforzar la hipótesis de una continuidad técnica, y, por
ende, mayor relación entre el estilo llamado inciso y los tipos
marítimos antiguos, con independencia de las claras diferencias en
las características y organización de los motivos decorativos.
Técnica de excisión combinada con puntillado.
Por tanto, todos los
estilos campaniformes serían impresos y sería el instrumento
utilizado el condicionante de la técnica, siendo los diseños fruto de
la evolución estilística de ese continuum técnico.
Decoración con punzón dentado de madera.
La cuestión es del mayor
interés, pues los intercambios culturales vienen estableciéndose
por paralelismos técnicos y esquemas decorativos dentro de un
esquema cronológico atento a otros factores añadidos.
Campaniforme marítimo. Oblicuas en bandas.
Así, citan
que Alday considera, en función del incremento de hallazgos de vasos
de estilo marítimo o impreso en sentido clásico,m mucho más
probable la existencia de una ruta terrestre que atravesando la
Meseta, pasaría los Pirineos, por un lado hacia Cataluña y la costa
levantina, y por otro hacia el País Vasco, y bajaría descendiendo
hasta la zona de Soria por el valle del Ebro y, desde allí, a través
del valle del Duero, enlazaría con el valle del Tajo por su cuenca
alta, llegando a Portugal.
Vaso terminado.
Las consideraciones sobre
la dificultad técnica de levantar el vaso, perfilarlo, engobarlo,
imprimirlo y bruñirlo han sido expuestas con carácter general en
varias entradas anteriores sobre el campaniforme, (réplicas de vasos campniformes), aparte de las
consideraciones experimentales hechas, con toda modestia, al hilo de
comentar el estudio citado, quisiera recalcar algunas.
La incrustación de pasta blanca realza la decoración.
El espesor de las paredes
del vaso es determinante a la hora de trabajar con impresión. El
tercio superior, para espesores de en torno a tres milímetros, sólo
dejará impresiones claras que soporten el bruñido, estando húmeda
la pasta. Basta una noche a la sombra para que la tarea se torne
dificultosa por el riesgo de deformar o quebrar la pared del vaso, y
ello aún usando las yemas de los dedos para contrarrestar
internamente la presión del punzón sobre la pared externa.
Otro vaso terminado.
Obviamente, si el vaso no ha secado siquiera ese tiempo, puede
dejarse trabajar mediante impresión en los dos tercios inferiores,
pero el superior se deforma fácilmente sólo con moverlo, a pesar
del desgrasante que, de algún modo, permite una mejor manipulación.
Ninguno de esto problemas se plantea con la incisión a punzón, ue
puede ser en seco sin rebabas) o con la pasta húmeda, cepillando las
rebabas para eliminarlas antes del bruñido con canto rodado.
Realzado de las bandas lisas con bruñido final.
Dejo fotografías de
algunos vasos campaniformes que he realizado últimamente, del proceso
y de la pieza terminada incluso con aplicaciones de pasta blanca,
dejando para la próxima entrada las fotografías de las piezas
efectuadas imitando la técnica del vaso del Arenero de Miguel Ruiz,
para no saturar de imágenes.
Vaso campaniforme inciso, punzón liso.