Mostrando entradas con la etiqueta Tanit. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tanit. Mostrar todas las entradas

sábado, 4 de noviembre de 2017

Una arcilla especial para las diosas mediterráneas.


Una arcilla especial para las diosas mediterráneas.

Pebeteros representando a Tanit o Deméter.

Los quemadores de perfume, pebeteros o thymiateria (en singular thymiaterion) representando a la diosa Tanit, o a Deméter, según unos u otros autores, aparecen en contextos funerarios ibéricos, especialmente en la zona levantina y con mayor profusión en la Contestania, siendo el mejor referente, por su abundancia, repertorio y calidad, la necrópolis de la Albufereta de Alicante.

Thymiaterion de Font de la Canya, Museu de Barcelona.

La relación con producciones griegas, siciliotas y púnicas a través de Ibiza está acreditada, y representa una muestra destacada de los complejos intercambios culturales que se desarrollaron en el área en época de colonizaciones y cristalizaron en la esencia de la cultura ibérica.

Réplica de un pebetero, en barro crudo.

La excepcional colección del Museo Arqueológico de Alicante, hoy MARQ, despertó el interés de investigadores hace ya muchas décadas, como el Padre Belda, que se esforzó en crear un discurso museográfico ibérico en el que estas piezas ocupaban un protagonismo singular.

El Padre Belda y las Tanits.



Deméter o Tanit de Lliria.

Son cabezas realizadas en terracota a molde bivalvo, con la técnica de apretón, y a veces presentan añadidos aplicados, como en el caso de un pebetero del Tossal de La Cala de Benidorm, y además de representar la deidad femenina debieron usarse como quemaperfumes rituales.

La Demetra griega.

Para su réplica hace ya tiempo que vengo probando distintas arcillas que resalten su particular estética, aunque en su día estuvieron policromadas. Las terracotas que se comercializan no dan la coloración y textura de pasta que personalmente me gusta más, el color caña o amarillento, sino que tienden a un terracota rosado.

Thymiateria, réplicas de Emporia Nea.

Ese tono pajizo que busco se puede obtener por reducción parcial al final del proceso de cocción, por lo que el sellado hermético del horno de leña lo produciría naturalmente. Pero esto no es posible realizarlo en horno eléctrico.
Por encima de mil grados también es posible acercarse algo más a los tonos amarillentos, que aumentan sobre los 1050, pero difícilmente se elevaba tanto la temperatura en aquellos hornos, ni era necesario para obtener la completa ceramización de las piezas.

Tanit de Ibiza.

Todo esto puede parecer un capricho estético, y así es, pero considero que el amor por el trabajo artesano a menudo requiere esfuerzos y dedicación que no tienen más compensación que la propia satisfacción del resultado obtenido, raramente comprendido.

Pintura vascular ibérica. Carnassier de Elche.

Por fin he encontrado, después de docenas de pruebas, un barro natural que da las tonalidades que me gustan para estas piezas en baja temperatura.
Este color de barro permite resaltar además la pintura rojiza o marrón de los vasos ibéricos.

Paisaje de Abanilla.

El gusto por replicar estos pebeteros con la mayor fidelidad supongo que está relacionado con mis visitas, de muy joven, al antiguo Museo Provincial de Alicante, donde pude contemplarlas en algunas ocasiones. Tuve ocasión de conocer entonces a don Enrique Llobregat, su director, y al restaurador, don Vicente Bernabeu, con el que trabé amistad muchos años después gracias a la cerámica.

Deméter-Tanit.

Al norte de Abanilla está la pedanía de Mahoya, y desde allí, hacia el curso del río Chícamo, por Ricabacica, camino de Macisvenda, se llega al salado y al Partidor. 

Palmeras, El Partidor.

Se trata de una cuenca neógeno-cuaternaria, en cuya base se localizan materiales triásicos , y sobre la que se sucedieron durante el Mioceno y Plioceno varios episodios de sedimentación de margas, arcillas y yesos en las depresiones , conformando un singular paisaje de bad land o tierras malas muy característico por erosión. En Macisvenda se encuentran formas curiosas de yesos coloreados, entre arcillas, y de formas caprichosas, además del yeso translúcido o especular.

Arcillas rojas en Macisvenda.

Son pues esos materiales blandos y erosionados que rellenan la depresión los responsables de este modelado tan singular como bello, típico de ambientes semiáridos, donde regatos, surcos, cárcavas, barrancos y ramblas tallan y desmantelan con fuerza formaciones rocosas y excavan los suelos desnudos de vegetación.

  Formas de erosión en las margas.

Taludes de margas, El Salado.

En algún punto he recolectado una arcilla carbonatada que presenta en su interior concreciones ferruginosas marrones, responsables del color amarillento una vez cocidas. Este el el barro color caña o pajizo.

Arcillas ferruginosas.

El proceso de recoleción y preparación por decantación de este barro natural es arduo, y reservo este preciado material para la realización de estos pebeteros, por su aspecto antiguo y hermoso color.

Arenisca amarilla.

Lentejones margocalizos.

Formas caprichosas del yeso.

Decía don Daniel Jiménez de Cisneros que esta zona limítrofe entre las provincias de Murcia y Alicante encierra rincones del mayor interés geológico y paleontológico: formaciones de distintos períodos, retorcidas, en un área extensa, poco habitada y desnuda en superficie.

Las tierras malas de Mahoya.



Han sido muchas las excursiones que durante años he realizado y disfrutado por estos parajes, muchas veces siguiendo a Cisneros, y agradezco aquellas fotocopias de sus publicaciones en el Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural que amablemente me cedió el maestro de Novelda y estudioso de la paleontología local, don Pedro Mora Morote.

Yeso especular de Macisvenda.

Cantera de arcillas. Macisvenda.

martes, 26 de agosto de 2014

Pervivencia formal: éxito funcional y tradición

     
                                  Pervivencia formal: éxito funcional y tradición. Jarras polilobuladas.

 Cuando una forma cerámica pervive en el tiempo es porque supone un éxito funcional. a este primer factor se suma la estética, factor más efímero, y que se encuadra en la idea de tradición con personalidad propia.
       Un ejemplo en nuestra alfarería popular: la cantarella, también denominada jarra de estudiante en Andújar, jarrita polilobulada para beber agua que servía de tapón al cántaro, de vaso donde recoger el agua que de éste se vertía, y con picos o lóbulos que permitían su uso por distintas personas sin tener que beber del mismo pico.
Cantarellas de Agost y de Vera.

        El barro, poroso, sin vidriar, permitía refrescar el agua y tenía poco peso para hacer más cómodo su uso.
       Presentamos una pieza del siglo XVII procedente de Guardamar que se conserva en el Museo Arqueológico de Alicante.
Jarra de Guardamar. Museo Arqueológico de Alicante.

       Una pieza similar, aunque barnizada y decorada, en un conocido bodegón barroco de Luis Egidio Meléndez, y ejemplares contemporáneos de Agost y de Vera (en este caso replicado en Sorbas). La forma se producía también en Alhabia, Almería, y en La Rambla de Córdoba. Al menos ha perdurado tres siglos, y quién sabe cuántos más si no fuese por la producción industrial.
Bodegón de Luis Egidio Meléndez. Alcarraza.

      Otras denominaciones son jarra mora, jarra de picos (cuatro en Vera, cinco en Agost), o, más ambigua, alcarraza,según el título del óleo citado.
      Otras veces la pervivencia es estética, ligada a un estilo con personalidad acusada, sin valor funcional. Me ha llamado la atención la expresividad de las cabezas de las figuras a torno de la Illa Plana de Ibiza, que recuerdan ciertas producciones tradicionales tunecinas. Hay un parentesco estético de sabor púnico. En su origen, a su vez, antiquísimas influencias de terracotas antropomorfas chipriotas.
Terracota púnica de Ibiza.
Terracota de S'Illa Plana, Ibiza.

Cerámica tunecina contemporánea.
      Veremos en otra entrada cómo cuando esa fórmula decorativa resulta de un gesto técnico relativamente sencillo, como la adición de unas líneas básicas para configurar un rostro, o el ahuecado de la cabeza logrado cerrando la pieza al torno, culturas muy alejadas entre sí presentan paralelos formales, porque prevalece la facilidad de la solución técnica.