viernes, 17 de agosto de 2018

Objetos de la vida cotidiana en el oppidum galorromano de Ensérune.




 Objetos de la vida cotidiana del oppidum galorromano de Ensérune. (Ensérune UNO)

Pebetero de Ensérune.

A escasa distancia al suroeste de Béziers, junto a la aldea de Nissan-les-Ensérune, se eleva unos cien metros en dirección este oeste un promontorio de roca miocena blanda de apenas un kilómetro, desde donde se divisa una amplia llanura vitícola que llega hasta el mar, al este, y en la que resalta una gran hondonada circular, la antigua laguna de Montady, hoy seca.

Laguna desecada de Montady, visible hoy como un curioso círculo de campos cultivados radialmente.

 A sus pies pasaba la vía Domitia, primera calzada romana que cruzaba la Galia, uniendo en arco los Alpes y los Pirineos, paralela al Mediterráneo, construida en el 118 a.d.C. por el procónsul Cneo Domicio Enobarbo. Hoy puede verse además desde el poblado de Ensérune la línea azul del canal del Mediodía.


La vía Domitia a su paso por el centro de Narbona.

El Canal du Midi flanquea el oppidum.

El comercio griego.

La visita a este poblado galorromano fortificado, muy destacable entre los del sureste francés, monumento nacional, es, además de muy agradable, imprescindible para el amante de la Historia, pues constituye un ejemplo magnífico de lo que fue un asentamiento indígena durante las seis centurias inmediatas antes de Cristo.

Un par de borriquillos disfrutan de la tranquilidad del lugar.

La visita de la colina y sus ruinas se complementa con la del museo, emplazado en su cumbre, que en dos plantas bien iluminadas ofrece al visitante curioso un sinfín de materiales muy diversos: de un lado, colecciones abigarradas de objetos de uso cotidiano correspondientes a las tres fases de ocupación. De otro, una impresionante colección de cerámicas de importación, en especial áticas y de Apulia, que fueron utilizadas como urnas cinerarias en su riquísima necrópolis, a menudo acompañadas de armas de hierro, largas espadas de La Tène. Dividiremos la visita en esta entrada, dedicada a los objetos de la vida cotidiana, y la siguiente, sobre vasos cerámicos.

Campo de silos.

La colina está en parte cubierta por la vegetación arbórea y de matorral autóctona, mediterránea, salpicada también de cipreses, y los senderos nos van guiando por las distintas zonas del poblado, todo él perforado por silos excavados en la roca blanda y comunicados entre sí para el abastecimiento de agua. Se calcula que existen no menos de trescientos fosos.

El llamado Castillo de Agua, una compleja construcción hidráulica.

Antes de la llegada de los romanos, Ensérune alcanzó un notable grado de desarrollo al ser un punto estratégico de comunicaciones y comercio: con Italia, Iberia (en concreto, Emporion y Roses), Aquitania, y Europa central, afirmándose que debió crecer en relación con el desarrollo de la colonia focea de Massalia.

Influencia Massaliota.


El primer poblado se data entre principios del siglo VI y finales del siglo V a. d.C. Vivía de la agricultura, caza y pesca, y del comercio. De estructura modesta, estaba formado por cabañas de tierra batida, cuya planta está tallada en la roca virgen, al igual que los silos que servían de despensas y cisternas.

Vista de la laguna de Montady desde el oppidum.

A principios del siglo V, y hasta el III, fue ocupándose toda la colina por barrios de viviendas de una sola habitación y planta rectangular, con la techumbre soportada por un poste central. Los silos son reemplazados paulatinamente por grandes dolia enterrados, y se levanta la muralla ciclópea, con un paso de acceso, con una calle que recorre longitudinalmente el poblado, dejando extramuros la necrópolis, al oeste.

Columna de soporte de la techumbre de una vivienda. 

La riqueza de los materiales o ajuar que se depositaba junto a la urna (cerámica importada) es muy notable, con abundantes joyas, armas, o juguetes en las tumbas infantiles. 

Anillas y brazaletes de bronce.

Las copas áticas y grandes cráteras van dejando paso a finales del siglo IV a las Apulas, junto a otros elementos del ajuar funerario, como jarras, copas o platos asímismo itálicos. Junto a las producciones locales, cerámica gala, abundan también los materiales importados de la costa catalana (cerámicas grises, ibéricas pintadas).

Area residencial o de las villae, sobre la antigua necrópolis.

En la segunda mitad del siglo III a.C. se construyeron más viviendas en terrazas artificiales, y en el área de la antigua necrópolis se levantaron viviendas señoriales, el llamado barrio residencial (villae). En esta última fase de ocupacion los postes de sostén de la techumbre se reemplazan por columnas jónicas de piedra tallada.


Cerámic ática de figuras rojas. Museo de Ensérune.


 Las importaciones ahora son la cerámica campaniense, vajilla de los centros greco-ibéricos de la costa catalana, armas y joyas, vasos del área celta, cerámica aretina y ánforas vinarias itálicas.


Anforas de Ensérune.

Las colecciones de objetos de uso comun del museo son muy ricas y variopintas, satisfacen al curioso y estimulan al investigador, pues abundan, además de las cerámicas que trataremos más detalladamente en la siguiente entrada del blog, objetos de todo tipo. 

Anzuelos.

En metales (fíbulas, anillos, campanillas, adornos, anzuelos, brazaletes, broches, botones, material quirúrgico, cajitas para agujas, pinzas, arreos, armas, herramientas, plomos, textos grabados, tubos, espejos, pondera, joyas...)

Fíbulas de Ensérune.

la colección de fíbulas encontradas en el oppidum es muy grande.

Instrumental quirúrgico romano.

Espátulas y lancetas, cajitas de bronce para agujas, campanillas...una gran cantidad de objetos de bronce. 

Oinochoe en bronce. Ensérune.

Pinzas depilatorias y raspadores.

El barrio de artesanos debió ser floreciente. Está ubicado en el centro del yacimiento. Un muro de sillares bien escuadrados destaca entre los muros de aparejo, sin que su interpretación esté clara.
Adornos de hueso de un cofre.

En hueso encontramos  una exquisita colección de agujas, mangos, botones, cucharillas para ungüentos, aci crinales, amuletos, bisagras de cofre, instrumentos musicales, fieles de balanza, stylos, punzones, husos...Sin duda los artesanos eborarios alcanzaron un alto nivel técnico.

Agujas de hueso.

Coclea, cucharillas para coger pigmentos cosméticos.

Delicados trabajos en hueso.

Brazos de balanza.

Cuentas en marfil.

Husos de hilado con su fusayola o disco.

Punzones o stylus de escritura.

Discos o volantes de huso.

Disco de marfil con delicado dibujo inciso de una cabeza de mujer tocada con el cecryphile griego.

Talla en marfil.

 En vidrio encontramos jarritas, botellas, perfumarios, pasta vítrea, cuentas y perlas, anillos, brazaletes y collares. También ámbar y coral, entalles.

Balsamario romano.

Collar de pasta vítrea y cuentas oceladas de factura fenicia.

Collar de cuentas de coral. Ensérune.

Fichas de juego en piedra o vidrio.

Pasta vítrea.

Pulseras y brazaletes de vidrio.

Fragmentos de vasos de vidrio romano.

Destacan sobremanera las colecciones de graffiti sobre cerámicas áticas, ibéricas, campanienses, romanas, tanto en lengua ibérica como latina, especialmente abundan los textos ibéricos, lengua que se hablaba en el yacimiento hasta su romanización. Una colección de alto valor para el estudio de esta lengua que ha motivado exposiciones monográficas.

Fragmentos cerámicos con inscripciones ibéricas.

Una rica colección de grafitos ibéricos.

Plomo con escritura ibérica de Ensérune.

Grafitos ibéricos sobre barniz negro.

Graffiti en latín.

Grafitos romanos sobre sigillata.

Más inscripciones sobre fragmentos de terra sigillata.

Scripta iberica.

Cultura ibérica de Languedoc.

El barro, con independencia de las colecciones de vasos que serán objeto de la próxima entrada de blog, está representado por figurillas en terracota, juguetes, antefijas, thymiateria, sellos, estampillas, fusayolas, jetones, fichas, pesas de telar, unos curiosos distribuidores para tubos... así como la piedra, tallada en placas biseladas cosméticas en pizarra o caliza, además de, estatuillas, arulae, materiales de construcción, pigmentos, …

Caballito con pectorales, estilo celta .

Dorso de un pebetero o quemador de perfumes.

Molde para estampillar las dolia.

cabecita de Gorgona en terracota. Ensérune.

Relieve femenino, terracota.

Molde de yeso para estampillar dolias.

Molde y positivo de un busto femenino de estilo helenístico, Ensérune.


Piezas de terracota para distribuir ¿agua?

Plaquitas para distribuir cosméticos.

Pigmentos.

 Una extraordinaria colección para la investigacion de la vida cotidiana.
Pero si esta variedad y riqueza es más que notable, serán las colecciones de los ajuares cerámicos y armas
de la segunda planta las que más asombren al visitante por su riqueza.


Un grafito identificativo del Museo de Ensérune.

 Una cantidad y calidad de vasos, muchos importados, nada habitual. Una buena elección esta visita. En la próxima entrada presentaremos una selección de estas cerámicas. de Ensérune.

UntiKorisarni. Lengua ibérica.


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