Minas
españolas de plomo: de la galena argentífera a la minería del
plomo-zinc.
Autor:
Juan Antonio Pérez Meca.
El Cabezo Rajao, la eclosión de la minería de La Unión en el siglo XIX.
Presentamos
un resumen a partir de muy diversas fuentes sobre la minería
española del plomo.
La
explotación del mineral de galena en España ha tenido una enorme
relevancia para el desarrollo minero e industrial de varias y
extensas zonas de nuestro país.
Ello
supuso además importantes consecuencias demográficas, sociales, y
ecológicas. Repercusiones muy distintas en cada época, según
aspectos como sus usos, los procesos tecnológicos, los precios de
los mercados... por lo que también debe analizarse en clave
histórica.
De
otro lado, nos mueve a escribir la escasa sensibilidad por la
preservación del inmenso partrimonio que de la minería del plomo en
España aún queda en pie, y que, salvo excepciones, no se ha puesto
a en valor. Un patrimonio de la minería del plomo que necesita ser
reconocido, restaurado, conservado y valorado. Y ello porque aporta
referencias a una geología muy singular y variada, a los paisajes, a
la intrahistoria de los hombres de pueblos y comarcas en un sentido
muy amplio. El español es uno de los patrimonios mineros más
importantes del mundo, y son muchas las ruinas que van cediendo al
paso del tiempo. El laboreo de la galena tiene en España una
historia muy antigua y muy rica, por valorar y difundir. Recordamos
que en la década de 1860 a1870, España fue el primer productor
mundial de galena, y unos años despúes, lo fue de mineral de zinc.
También
cabría hacer alusión a ese pasado, envuelto en mitos, pero bien
atestiguado, en el que los navegantes codiciaron la plata de Iberia,
otorgando desde la perspectiva arqueológica y arqueometalúrgica, un
singular valor a los estudios de las antiguas minas plumbíferas.
Galena con blenda del Llano del Beal, Sierra de Cartagena.
Se
describe la galena como un sulfuro metálico, sulfuro de plomo.
Un mineral muy denso y pesado, brillante y por tanto fácilmente
detectable, a veces conformado por minúsculos granos (galena
granular, ojo de perdiz), otras veces de aspecto laminar, hojoso, de
exfoliación limpia (galena de exfoliación, de hoja, alcohol de
alfarero). También es tóxico. Contiene de promedio el 86.6% de
plomo, el resto de azufre y pequeñas cantidades de cadmio,
antimonio, bismuto y cobre. Se llama argentífera la que contiene una
mayor proporción de plata, sin que sea determinante de su contenido
en plata el hábito cristalino, o sea su aspecto hojoso o granular,
ni tampoco su color gris o plata más o menos oscuro.
Galena de La Carolina, donada por un minero que fue guarda del Castillo de Baños de La Encina.
¿Cuándo
una galena es argentífera? Esta cuestión de cuál es el
contenido en plata que, siempre mediante análisis, la caracterizaría
como argentífera, la dejo a los expertos. Se afirma que toda galena
es argentífera, con una media en torno al 0,001 (una milésima de
plata respecto del plomo), siendo rica la que multiplica esa media
por cinco (cinco miligramos por kilo de plomo). Hay un estudio de la
recuperación de plata en la flotación de galena (doctor José López
Meroño) que habla en profundidad de estas cosas. Del mismo,
analizando galenas cartageneras, tomo esta conclusión: “ha
quedado demostrada la existencia de especies de plata, no ocluidas en
la galena.” Quiere decir este sabio que no sólo la galena contiene
la plata en estos criaderos murcianos, sino que hay una porción
libre y otra asociada a la blenda, pues ambas especies se suelen
acompañar allí. El resto de plata aparece como diseminados de
sulfuro de plata (argentita) e inclusiones de este sulfuro de plata
dentro de los cristales de sulfuro de plomo. De Linovich toma el
autor la conclusión, ya de carácter universal, de que la mitad de
la plata de los minerales primarios de depósito está en estado
disperso en los sulfuros minerales. Galena, calcopirita y esfalerita
contienen las mayores cantidades de plata, y menos la pirita.
Galena de Mina Angela, Matienzo, Vizcaya, colección Arqueocerámica.
La
galena es, por tanto, una mena importante de plata, y casi la única
de plomo.
A
menudo se presenta con otros sulfuros, particularmente esfalerita o
blenda, la mena del cinc. Veremos cómo esa asociación de ambos
metales (plomo y cinc) influirá en la rentabilidad de las
explotaciones modernas, al incrementarse la demanda del segundo. Hoy
se afirma que el futuro de nuestra minería del plomo está
indisolublemente ligado a la del cinc y sulfuros complejos.
Pero
no fue así en la antigüedad, pues la blenda o calamina se extraía
sólo para alear el oricalco o latón. Sin embargo, el contenido en
plata de la galena era muy codiciado, pues no son abundantes los
minerales específicos de plata. Y, una vez conocido el proceso de
copelación, que permite separar el plomo de la plata, será ésta
la mena principal para extraer el metal precioso. Esto buscaban los
fenicios y luego cartagineses y romanos. El plomo residual del
proceso, el litargirio, era necesario para el propio proceso de
separación del metal. Luego se usaría para otros fines. Me remito a
los artículos que este blog recoge sobre la búsqueda de mineral de
plata desde época argárica, en época fenicia tanto en el área de
Huelva como en el sureste español, y procesos de copelación de
galena, y su relación con la explotación de blenda para la
obtención del oricalco.
Sobre la plata argárica
Este
artículo quiere sobrevolar las zonas plumbíferas más
importantes de España, centrado en los lugares, las minas de
plomo, las sierras metalíferas y los pueblos nacidos o engrandecidos
por la explotación del mineral, y también en las personas que allí
trabajaron, los mineros.
La
mera enumeración de las minas de plomo, en distritos como Linares-La
Carolina, La Unión en la Sierra de Cartagena, o las minas
almerienses, es una tarea ímproba, contándose en estos distritos
varios miles de denuncias mineras, por lo que se destacarán algunas.
Los
yacimientos más importantes de España por su producción y calidad,
según los agrupan Mirete y Galán en su obra Los Minerales de
España, se concentran en cinco grandes zonas.
Mina El Castillo, en La Carolina, Jaén.
La
primera es el distrito minero de Linares y La Carolina (Jaén),
donde la galena aparece en casi todas sus variedades.
Circundando
a este yacimiento existen importantes depósitos en Córdoba,
como son los de Canto Blanco, y en Badajoz, Azuaga y Monesterio.
Otros focos se dan en la región plutónica de Los Pedroches
(Córdoba) y zonas circundantes, como las importantes
mineralizaciones del Horcajo y otras del valle de Alcudia (Ciudad
Real).
La
segunda zona por importancia es la del sureste de España, con
su mayor afloramiento en las minas de La Unión, en Cartagena
(Murcia), extendiéndose hasta Almería, en las Sierras Almagrera
y de Gádor, prolongándose en Granada, sierras de Lújar, Nevada
oAlmijara.
Sería
la tercera, y de gran importancia, la zona norte, el complejo
minero de Asturias y Cantabria, donde se ha encontrado abundante
galena argentífera en los concejos de Navia, Cangas, Ribadesella,
Reocín y Puente Viesgo. Y, siguiendo en esta zona norte, el País
Vasco.
También
aparece un distrito minero del plomo limítrofe entre Lugo y León,
la zona de Toral de los Vados y Rubiales, asociada con gran cantidad
de esfalerita en la denominada caliza de Vegadeo.
Por
último citar las localidades mineras de Cataluña,
concretamente en Bellmunt, Falset, Molá y Vimbodí (Tarragona),
Tibidabo (Barcelona) y en el Valle de Ribas (Gerona) donde es de
carácter argentífero.
En otras
provicias enumeraremos algunos yacimientos de Toledo, Avila,
Cáceres, Salamanca, Guadalajara, Huelva, La Rioja, Málaga o
Baleares.
Vllanueva del Río y Minas, Córdoba.
Distritos
de Sierra Morena y periféricos, Valle de Alcudia (Ciudad Real),
Córdoba y Azuaga-Castuera (Badajoz)
Minas
de Linares- La Carolina, Jaén.
Bajando
Despeñaperros hacia el sur cuarenta kilómetros, una faja de treinta
kilómetros de anchura de este a oeste delimita el distrito minero
Linares-La Carolina, al norte de Jaén. La zona se divide en dos,
Linares, de una parte, con su filón principal Arrayanes, y El
Centenillo,La Carolina,Santa Elena, de otra, que laborearon los
filones Perdiz, Crucero, Mirador, Sur, Pelaguindas, Avutarda,
Rancheros y San Sebastián, donde las leyes eran más altas.
Guarromán, Carboneros, y Vilches forman igualmente parte de ese
distrito.
Sus
mineralizaciones son principalmente de plomo y bario, zinc y cobre,
en filones. La plata se extraía de la galena y de sulfoarseniuros
de este metal.
Su
inmensa riqueza mineral atrajo desde la edad del bronce a
colonizadores del Mediterráneo oriental. Se han documentado
yacimientos de la Edad del Bronce dedicados a la extracción de
cobre, siendo el de Peñalosa en Baños de la Encina un referente en
arqueometalurgia.
Roma
buscó su plata y explotó la zona a través de sociedades mineras,
operando en las cercanías de Linares (minas de Arrayanes y La Cruz).
La ciudad de Castulo (Linares) se convirtió en punto de
convergencia de las principales calzadas.
Resurgió
en el siglo XIX, con la utilización de la tecnología de vapor
desarrollada en Cornuallles, convirtiendo la zona en uno de los
principales centros internacionales de minería industrial. Cincuenta
mil mineros trabajaban en La Carolina, Linares, Guarromán, Baños
de la Encina y Bailén en las primeras décadas del siglo XX, siendo
el distrito primer productor del mundo de plomo desde 1867 y durante
cuatro décadas. Casi ochocientos kilómetros de galerías
subterráneas sobre los filones encajados en el granito y unas mil
trescientas minas, descendiendo algunos pozos a los setecientos de
profundidad.
La
geología permitió allí construir pozos y galerías no necesitados
de entibado, al ser roca dura y el mineral filoniano, con el
consiguiente abaratamiento de costes.
Conserva
un enorme patrimonio industrial minero: castilletes, malacates,
fundiciones, chimeneas, grúas, maquinaria, tanques de lavado de
mineral, talleres, oficinas, líneas de ferrocarril, los cuartos de
los trabajadores, vertederos, esombreras...algunos elementos con
valor arquitectónico singular y nombres propios que dotan de
personalidad excepcional a este distrito minero.
Pero
hace ya cuatro décadas que cesó la actividad en La Carolina, y en
1991 cerró la emblemática Mina La Cruz.
Acción minera. Las compañías mineras se capitalizaron con emisión de acciones, que eran muy demandadas conforme se difundían noticias del hallazgo de nuevos y ricos filones argentíferos.
Minas
del Horcajo, Ciudad Real.
En
los términos municipales de Brazatortas y Almodóvar del Campo,
fueron explotadas, buscando su muy rica galena argentífera, durante
aproximadamente medio siglo, desde algo más de la mitad del XIX.
Encajado el mineral en el ordovícico, tuvo dos filones principales,
San Alberto y Santa María.
En
el poblado minero del Horcajo vivían en el último tercio del siglo
XIX unas dos mil personas, arrancando el plomo en las labores de
interior doscientos sesenta hombres.
Con
recuas se llevaba el mineral hasta el ferrocarril que lo descargaba
en Cartagena o Almería para su transporte a Inglaterra.
En
ese siglo dos veces cambió la titularidad de las concesiones,
incrementando las inversiones el Banco de París, pero en 1909, al
pasar a la Sociedad Minerometalúrgica Peñarroya, cayeron los
precios mundiales del plomo y cerró la mina, reanudando sólo por
seis años las labores en 1955.
Minas
del Valle de Alcudia, Ciudad Real. La mancomunidad del Valle de
Alcudia encuadra los términos de Abenójar, Almodóvar del Campo,
Argamasilla de Calatrava, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto,
Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de
Calatrava, Solana de Pino y Villamayor de Calatrava.
La
explotación de la mina Diógenes, trabajada ya por los romanos, en
sus cuatro pozos, supuso un importante recurso para este valle. Su
auge lo promovió Peñarroya después de la guerra civil,
construyendo además un poblado para los mineros, que pesar de estar
asentado en una hermosa nava, en una naturaleza pura, se vio diezmado
por el paludismo. La actividad duró cuarenta años hasta que cerró
la mina.
Puebla
de los Infantes.
Las minas del Centenillo, cerca de Despeñaperros, fueron explotadas por los romanos, sus filones eran ricos en proporción de plata.
Mina
de Azuaga-Castuera, Extremadura.
En
Extremadura abundan los yacimientos de plomo con paragénesis de
blenda, pirita y calcopirita, contabilizándose más de doscientos
cincuenta indicios, en los que los filones de cuarzo, con baritina a
veces y carbonatos, rellenan fracturas tardihercínicas.
Como
en zonas adyacentes, la mayor actividad se produjo entre finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, empezando el declive de la
minería del plomo poco después de la guerra civil. Hoy no queda
ninguna mina en activo.
Las
principales zonas plumbíferas son tres: Castuera,
Zarza-Capilla-Peñalsordo y Garlitos, y Azuaga. De Castuera destaca
la Mina Miraflores; del grupo encabezado por La Zarza, encajado en
pizarras y grauvacas, destaca la Mina El Borracho, con galena
argentífera. Del distrito de Azuaga, las Minas San Miguel , Gerty y
Santa Marta, con presencia de carbonatos de plomo y vanadatos.
Este
distrito de Azuaga se explotó en época romana, en su término hay
mas de sesenta minas, destacando Oscuridad, el Gato, San Guillermo,
Plasenzuela y las Musas, donde se alcanzaron los ciento cinco metros
de profundidad.
Córdoba.
Minas de Posadas. Este distrito está situado al norte del
Guadalquivir en su curso medio, flancos meridionales de las sierras
de Córdoba y del Caballo. Sus minas son de plomo y plata,
enriquecidas con cobre superficialmente. Destacan las minas San
Andrés, Madereros , Santa Bárbara de Posadas y Calamón. Se cita
como ejemplo de este distrito la mina Santa Bárbara, de Posadas,
cuyo filón de galena, blenda, pirita y calcopirita es muy
argentífero, conteniendo entre seis y catorce kilos de plata por
tonelada métrica de plomo.
Los
romanos superaron aquí los doscientos metros de profundidad,
empleando atirantados para sujetar las paredes de los pozos. En el
pozo San Guillermo se han hallado evidencias del uso de una batería
de tornillos de Arquímedes para desaguar, reteniendo el agua con
ánforas.
La
presencia de martillos de escotadura en las escombreras se ha
interpretado como evidencia de que la calcopirita era superficial,
mientras que la galena se extraía en profundidad.
Minas
de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz).
La
Banca Rothschild, a través de su Compañía, “Société Minière
et Métallurgique de Peñarroya”, adquiere concesiones de galena,
minas y fundiciones de plomo, que desarrolla, multiplica y moderniza
en el territorio entre las localidades de Peñarroya (Córdoba) y
Fuente del Arco (Badajoz). Las enlazó con ferrocarril minero con el
grupo de explotaciones de plomo de Berlanga (Badajoz), muy próximo a
Peñarroya, cuyas concesiones más destacadas eran Carolina (Llerena)
y Dolores. Prolongó su trazado hasta enlazar otros grupos mineros de
esa región metalogenética, “Los Eneros” mina “Margarita, La
Raña” y “Dos Amigos”. La mina más destacable fue Santa
Bárbara, activa durante 35 años, de 1901 a 1935. Su metalización,
galena con escasa blenda. También el Grupo minero de Viñas Perdidas
(Fuente Obejuna). La estación de carga era La Coronada. El metal se
extrajo de un filón excepcional y bien metalizado, de trescientos de
largo por los mismos de profundo, con potencia en torno a los veinte
metros.
Otro
gurpo de labores fue Navalespino, cerca de Granja de Torrehermosa
(Badajoz), no lejos de la mítica Santa Bárbara. Se explotaron
sulfuros de plomo, con barita, de cinc, y de hierro, destacando la
concesión Descuido en la que se llegó a los ciento veinticinco
metros de profundidad..
la
Compañía ubicó además en Pueblonuevo, junto a Peñarroya una
fundición de plomo y plata, aprovechando el carbón de esa cuenca,
también de su propiedad, rentabilizando ambas explotaciones,
quedándose con todo lo referente al carbón y el plomo de la zona.
Cabra.
Se citan explotaciones de galena de época islámica.
Villaviciosa
de Córdoba, Mina de Mirabueno.
Villanueva
del Duque.
El Barranco Jaroso en Sierra Almagrera, en término de Cuevas de Almanzora, Almería, se pobló en pocos años de todo tipo de instalaciones mineras, al descubrirse el Filón Jaroso, atrayendo mano de obra de todas las zonas mineras limítrofes.
Distrito
plumbífero del Sureste.Minas de Murcia, Almería y Granada.
Minas
de La Unión, Cartagena, Murcia.
La
mayor acumulación de plomo-cinc las Béticas, y una de las
principales de la Península, conforma la sierra minera de La Unión,
que se extiende perpendicular al Mediterráneo en una franja de unos
diez por cinco kilómetros.
Las
evidencias de su pasado minero no sólo son arqueológicas, sino que
están documentadas por fuentes clásicas. Se habla de que allí
trabajaron cuarenta mil esclavos en tiempo de cartagineses y romanos.
Fue
proverbial la riqueza en plata pura (los blanquetes) del Cabezo
Rajao. Desde 1839 se produce una demanda enorme de concesiones,
denunciándose en pocos años más de mil quinientas minas. -
Estructuras filonianas s.l. - Stockwork y filones asociados a las
vulcanitas.
Los
llamados “mantos” (uno de silicatos, otro de sulfuros)
constituyen las mineralizaciones importantes que permitieron, sumando
concesiones antiguas subterráneas, las grandes explotaciones a
cielo abierto.
El
primero o manto de silicatos, caracterizado por la presencia única
de enormes masas de greenalita, se halla en la zona central de la
sierra. Con espesores de entre cuarenta a ochenta metros.
El
segundo, manto de sulfuros, encajado en mármoles del
nevado-filábride, esquistoso y plegado, se centra en torno a la
Cantera San Valentín, Monte del Sancti Spiritus.
Galena,
blenda, magnetita, pirita y otros minerales se han encontrado allí
en masas enormes, pero se afirma que, siendo inmensa la acumulación
de metal en su conjunto, las leyes son en general pobres, y ello
explicaría la discontinuidad de la actividad minera en la zona.
Las
canteras o cortas a cielo abierto concentran las mayores
acumulaciones de mineral: San Valentin, Emilia, Tomasa, Los Blancos
III, los Blancos I y II, Gloria, San José y Gloria. Todas ellas
inactivas.
Minas
de Mazarrón, Murcia.
El
distrito minero de Mazarrón, en Murcia, junto al Mediterráneo,
constituye uno de los sitios de mayor interés geológico y minero.
El vulcanismo mioceno generó procesos metalogénicos, asociando a
las dacitas y pórfidos los filones sulfurados de plomo argentífero
y zinc.
Una
zona colindante con el pueblo, el domo de San Cristóbal y Los
Perules, fue el área de explotación más notable, existiendo otras
dos, Pedreras Viejas y Coto Fortuna, con vestigios de explotación
romana desde el siglo II a. C.
Sabemos
de la intensa actividad minera y metalúrgica de la zona, mucho antes
de la llegada de los romanos, por el hallazgo de dos barcos fenicios
en su bahía. En el ped¡cio llamado Mazarrón 2 se hallaron varias
toneladas de litargirio, tortas o lingotes de monóxido de plomo,
imprescindibles en el proceso de separación de la plata del plomo
(copelación).
En
los siglos XVI y XVII fueron beneficiados los alumbres (sulfato
triple), por calcinación de alunita, cuyo residuo es rico en óxidos
de hierro, plomo y zinc, de intenso color rojo (almazarrón). El
alumbre se usaba para fijar el color en los tejidos (mordiente),
extracción de lacas, teñidos, y como astringente en farmacopea.
En
esa zona central, en la Mina San Juan y Santa Ana, se descubrió un
extraordinario filón de galena argentífera llamado Prodigio, con
espesores de hasta quince metros, que enriqueció rápidamente a las
compañías explotadoras. Minas como Talía, en la que las labores
que descendieron a casi cuatrocientos metros, San Antonio de Padua o
San José, fueron la causa del auge demográfico de Mazarrón,
poblándose de mineros almerienses, y del enriquecimiento de una
burguesía capitalista que invirtió en tierras los beneficios.
La
instalación a mediados del XIX de hornos reverberos de tipo inglés
para fundir la mena rica, el ferrocarril creado para llevar el
mineral extraido de otras zonas de la Sierra de Aguilas (de Morata,
Parazuelos), coadyuvaron a este fulgurante desarrollo industrial, de
manos de dos compañías: Unión y la francesa Compañía de Aguilas.
En
los años sesenta del siglo XX, al cese de toda actividad, se extraía
zinc.
Mina los
Girondinos de Aguilas, carbonatos de plomo. Mina Dos Amigos, plomo
con sulfuro de antimonio y plata
Minería del plomo en Mazarrón. Al igual que ocurrió en Almagrera, aquí fue una maravilla de la naturaleza, el filón Prodigio, el causante de la riqueza y el desarrollo económico y demográfico de Mazarrón, cuyas minas de plomo argentífero ya eran conocidas por los fenicios, como ha quedado acreditado con el hallazgo de dos pecios cargados de litargirio en sus aguas.
Minas
de plomo de Almería.
El
plomo de la Sierra de Gádor fue explotado por cartagineses y
romanos.
Pero
cuando la Corona retuvo para sí la administración de las minas y
fundiciones del Reino de Granada, a finales del XVIII, se renovó el
interés por esas explotaciones, que resurgirían con fuerza a partir
de la liberalizacion del sector minero (Ley de Minas de 1825),
registrándose concesiones en términos de Laujar, Fondón, Berja y
Dalías, abriéndose nuevos pozos y calicatas por toda la Sierra.
Extraordinaria
fue la riqueza en galena argentífera de la Loma del Sueño.
Pequeñas
concesiones artesanales que salpicaron las sierras de boliches u
hornos muy básicos del país, que consumieron leñas y matorrales
deforestando montes, de escaso capital, que buscaban la galena
argentífera más rica. Muchos jornaleros del campo almeriense
obtenían allí un complemento a sus rentas con trabajos temporales
en las minas, las posteriores fábricas. La arriería, como en todas
las zonas mineras de esa época, era otro recurso. Impensable hoy el
transporte de miles de toneladas de piedras por senderos abruptos, a
menudo peligrosos, a lomos de mulos.
Las
inversiones alemanas e inglesas mejoraron la producción, que murió
de éxito, al desplomar los precios del plomo por exceso de oferta.
Justo el tiempo de vaciar los filones más ricos y accesibles de
galena con leyes más altas. Se habla de unos veinte mil mineros, que
encontrarían más tarde oportunidad de seguir trabajando en la
Sierra Almagrera, llevando allí sus costumbres, tras el feliz
hallazgo del extraordinario Filón Jaroso.
Hoy,
excepcionalmente, la mina Carriles, en Órgiva, ha reiniciado alguna
actividad.
Las minas de Sierra Almagrera.
Las minas de Sierra Almagrera.
En
término de Cuevas de Almanzora, en el este de Almería, pegada al
Mediterráneo, paralela a la costa, con cotas en torno a los
trescientos cincuenta metros, constituye un paisaje único,
descarnado, a menudo plateado, de aristas afiladas y barrancas
imposibles que desaguan al mar. Atravesada por multitud de fallas que
se fueron rellenando de filones de minerales de plomo argentífero y
de hierro.
Se
encontró allí por vez primera el mineral llamado jarosita, que tomó
el nombre del mítico barranco del Jaroso, que junto con el de El
Francés se poblaron de concesiones mineras.
La
colonia fenicia de Baria, en Villaricos, con su necrópolis y
fábrica de salazones, da testimonio del interés de los
colonizadores orientales por el plomo argentífero de Almagrera y en
concreto por la plata nativa de Herrerías.
Pero
el descubrimiento de un enorme filón de galena argentífera en el
Jaroso desató la fiebre de la plata, y situó en pocos años a la
minería almeriense como un emporio minero de plata y plomo destacado
a nivel mundial.El Barranco del Jaroso es un lugar clave para el
desarrollo de la minería almeriense del siglo XIX y XX.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
En
esta última zona la minería del hierro, a finales del XIX, vino a
continuar la del plomo, a la par que Linares despegaba con una
planificación extractiva del plomo basada en la fuerte inversión de
capitales extranjeros por compañías mineras muy sólidas, un modelo
muy diferente del almeriense.
Sociedades de capital extranjero invirtieron sumas considerables en la explotación minera del Sureste.
El
Pinar de Bédar.
El
plomo de Bédar aparece en bolsadas superficiales junto a carbonatos
y sulfuros de cobre, como relleno de fracturas o como cemento de
brechas de composición dolomítica y aspecto marmóreo.
Arrancan
las explotaciones mediado el siglo XIX en el barranco del Gato, con
la Sierra de Gádor ya en decadencia y a la vez que despegan las
explotaciones de Sierra Almagrera, floreciendo en Bédar una minería
muy parcelada, precaria, por parte de pequeñas sociedades locales.
Las
bolsadas se iban vaciando mediante galerías trabajadas a marro, de
forma artesanal e intensiva, incluso con mano de obra infantil.
Destacaron
concesiones como Café, Martillo Segundo, El Aprovechado, San
Francisco, Medidas Extraordinarias o Reformada.
Los
Rothschild, a traves de su Compañía Minera de Aguilas, adquirieron
buena parte de las concesiones tras cuatro décadas de explotación,
levantando Fundición y mecanizando lavaderos, métodos modernos que
no dfueron productivos, volviéndose al sistema artesanal a través
de arrendamientos de las concesiones.
Minas
de Sierra de Baza, Granada.
Desde
la Edad del Bronce se explotaron sulfuros polimetálicos en esta
sierra. Los romanos también conocieron su riqueza en cobre, oro y
plata. Además del plomo y del hierro. Los árabes continuaron la
extracción de minerales. En pequeñas explotaciones diseminadas. Su
legado minero (minas y sus escombreras, hornos y sus escoriales...)
es grande.
En
el momento de la gran eclosión de la minería del Sureste, finales
del XIX, la Sierra de Baza, como poco antes la de Gádor, y
simultáneamente la Almagrera, o la falda sur de Sierra Nevada, vive
con intensidad el registro de concesiones y la apertura de minas de
plomo.
El
transporte del mineral se resuleve mediante un cable aéreo unido al
ferrocarril Baza-Lorca, inversión inglesa.
Se
abren kilómetros de galerías en su cara Oeste, a varios niveles:
calares de Santa Bárbara, Heredia, Rapa, San Sebastián, Picón de
Gor. Se explotan los cotos El Tesorero, Don Martín o Tablas. También
rozas a cielo abierto, como la mina Hernán Cortés. Con capitales
foráneos se establecen fundiciones, como la de San Antonio.
Surgen
ahora los cotos mineros de El Tesorero, cuyas explotaciones se
inician en 1906, Don Martín, Tablas (Barranco Vinagre) y tantos y
tantos otros en el sector metamórfico de la Sierra de Baza. Ahora se
trabaja abriendo galerías a varios niveles como las de la mina
Hernán Cortés o haciendo rozas a cielo abierto.
La
caída del precio del plomo, a la par que el agotamiento de los
criaderos, acabarían por hacer inviables muchos proyectos, quedando
sólo la extracción residual del cobre, la blenda, el cinabrio y,
sobre todo, la de hierro. Al principio de la segunda década del
siglo queda paralizada la actividad, reabriéndose cuatro décadas
después, por algunos años, viejas minas de plomo para su
explotación a cielo abierto y aprovechamiento de escombreras.
Minas
del Cerro del Toro, Motril, Granada.
Al
Norte y muy cerca de Motril se explotó la esfalerita o blenda, de
alta ley, siendo la galena secundaria. Consta su conocimiento desde
el siglo IX, por textos árabes.
Embarcadero de mineral del Hornillo, en Aguilas.
Distritos
plumbíferos del norte.
País
Vasco.
Álava.
Las
minas de plomo de Barambio. En el Monte San Antón se explotó
la galena, y posteriormente la blenda.
Guipúzcoa.Minas
de Arditurri.
La
riqueza mineral de Arditurri fue conocida por los romanos, que
buscaron plata.
En
la Edad Media proliferaron en el valle de Oiartzun las ferrerías, se
explotó su hierro
A
finales del siglo XVIII, se reinició la explotación en busca de
plomo, a manos de una familia local, continuándose en la tercera
centuria por la Compañía Guipuzcoana de Minas, que amplió las
labores. Destaca la Mina La Constancia.
Mina
San José, Legorreta, Guipúzcoa.
La
mina San José se encuentra en la zona de Legorreta. También las
sustancias explotadas fueron blenda ya galena.
Vicaya.
Minas
de Matienzo, en el valle de Carranza. Mina Ángela estuvo
dedicada al beneficio del plomo, el flúor y el zinc entre 1940 y
1964 por la Compañía Minas de Sierra de Gredos. Hoy en proceso de
puesta en valor con acceso a visitantes.
Asturias.
Las mineralizaciones suelen ser de galena y blenda. Se citan Los
Oscos, Penedela, Río de Porcos,. En niveles carbonatados, la galena
se presenta, con esfalerita, diseminada en masas brechoides,
arriñonadas, en el Valle de Caranga (Proaza), y con el cinc de Picos
de Europa (Somiedo, peñamellera, Cabrales, Llanes).
Cantabria.
Mina
de Reocín.
El
yacimiento de Reocín fue descubierto y puesto en explotación
ininterrumpida, mediado el siglo XIX, por la Real Compañía
Asturiana de Minas, si bien algunos vestigios delatan la búsqueda de
cinc y calamina por los romanos. En 1981 Asturiana de Zinc continuó
la explotación durante veintidós años. La mina y el peso
industrial de Torrelavega fueron de la mano.
Tiene
una gran mina de interior y explotación a cielo abierto, dotadas de
los mejores adelantos. Su cierre puso fin a la historia de la minería
en Cantabria. Separadas por una falla, las minas de marcasita y
pirita de Cartes, romanas, con la Mina Mercadal cuya explotación
perduró hasta hace unos decenios. La galena aparece con la
esfalerita que es el principal objeto de explotación.
Minas
de Picos de Europa.
Áliva
y la zona de los Picos de Europa próxima a Espinama se explotaron
durante siglo y medio. Se hablaba de estas minas en el siglo XVI, y
ya entonces consta la denuncia de una mina de plomo.
También
aquí , por las fechas del descubrimiento de Reocín, prospectó la
Real Compañía Asturiana de Minas (aunque su capital era belga),
descubriendo zinc y plomo.
La
mina de Las Manforas, en Áliva, fue la más importante, cerrano
hace apenas treinta años. En sus cercanías hubo otras minas más
pequeñas, y ya fuera de Äliva se explotaron minas en Lloroza (grupo
minero que incluye las minas de Las Gramas, Altaiz y Canal de San
Luis), Fuente Dé y Liordes, también de plomo y zinc, pero más
pobres.
La
orografía impresionante de la zona dificultó la explotacion, por el
clima durante el invierno, el acceso de los mineros y el transporte
del mineral, que se hacía en carros de bueyes.
Minas
de Udías. De plomo y cinc, estas
explotaciones mineras datan de época romana. Se conservan restos de
sus instalaciones industriales. Un cable transportaba el mineral para
su embarque en Ontoria (Cabezón de la Sal). Hay dos sectores, la
Mina de San Bartolomé en el pueblo de Canales y el complejo llamado
“La Mina”. El tren minero unía con una vía de tres kilómetros
el área de trabajo con las principales minas de extracción que eran
el Pozo Peñamonteros y la mina Sel del Haya.
León.
Minas
de Rubiales y Toral de los Vados.Durante casi medio siglo y
justo desde antes de la Guerra Civil, la mina Antonina, cercana a
Toral de los Vados, exploto una mineralización de plomo y zinc. Es
una de las más significativas de un grupo importante de yacimientos
del noroeste, junto con la agotada y mina de Rubiales, la no
explotada mina de Santa Bárbara y otra treintena de pequeñas minas
de zinc-plomo. Fue a principios de los setenta su mayor auge, al
descubrirse el yacimiento de Rubiales.
Minas
de plomo y cinc en Sobrado, en el Bierzo.
Aragón.
Minas
de Santa Cruz de Nogueras. La Mina Imperial , en la década de
1870 explotó galena (junto a sulfuros de cinc, cobre y hierro) a
través de tres pozos y un complejo sistema de galerías. El mineral
se transportaba hasta Cartagena. A principios del siglo XX se reanudó
su explotación, profundizando el pozo maestro hasta los 28 metros.
En 1976 se inició una ambiciosa explotación a cielo abierto.
Instalaciones y escombrera de la Mina Linda Mariquita, en El Molar, Tarragona.
Cataluña.
Bellmunt.
En la comarca del Priorat, en Tarragona, se sitúan varias
explotaciones de galena. Se conce su aprovechamiento por los romanos,
e incluso mucho antes. Bellmunt y la Mina Eugenia son el corazón de
estas explotaciones, que tuvieron su esplendor en el siglo XLX. En
esta mina, con veinte niveles subterráneos, y catorce kilómetros de
galerías, se profundizó más de seiscientos metros. Un importante
complejo metalúrgico transformaba en lingotes el plomo extraido.
Conserva un destacable patrimonio minero, hoy puesto en valor con el
Museo de las Minas de Bellmunt.
Argentera
(Tarragona).
La
Mina Balcoll de Falset En realidad esta mina, compuesta por tres
pozos, también es conocida como mina Argentífera o mina de la
plata. Explotada desde la Edad Media, esta mina de plata fue
trabajada por mineros sardos instalados en Falset. La mena se
guardaba en el propio castillo. Fue en 1906 cuando se descubrió un
filón de cincunta metros de corrida por tres y medio de anchura,. La
galena entra en la paragénesis como un elemento más.
Mina
Atrevida (Vimbodí-Poblet). Al sur del monasterio, una gran veta
mineralizada, rellenando una falla alpina que cortó materiales
paleozoicos y triásicos, dio origen a esta conocido grupo de abores
mineras iniciadas en el siglo XVIII.. Esta veta, llamada Atrevida,
tiene ocho metros de espesor por doscientos de profundidad a lo largo
de cuatro kilómetros. Contiene galena, pero fue la barita el
principal mineral explotado. Una brecha de barita bandeada en su
nivel medio es la mineralización principal, con paragénesis de
minerales de níquel, cobre y plata, siendo galena y fluorita el
cemento de esta brecha.
Minas
de Vallclara (Tarragona). Filones de galena con pirita y
minerales de hierro, explotados en dos minas.
En
pequeñas localidades del Valle de Arán y alta Ribagorza se
explotó galena argentífera, destacando las minas de Cierco en
esa zona pirenaica catalana, en término de Vilaller, Alta Ribagorça
(Lleida), que forman parte de un campo filoniano con indicios
extendidos hacia la provincia de Huesca como Estet o Bono,
acompañadada de minerales de cobre.
Minas
de Sant Julià del Llor, Bonmatí, la Selva, Girona. Varias
minas, algunas a cielo abierto, donde se extrajo plomo y barita.
Destacaron la Carlota, La Rosa y San José explotadas por la empresa
La Andaluza. Su auge coincidió con la primera guerra mundial. La
Vigilada fue la Mina más notable. Se separaba el plomo de la barita
y se molía y ensacaba. La barita se comercializadaba entera o
molida.
De las
minas de Osor se extrajo blenda, plomo y espato de flúor. Tras
dos siglos de explotación cesó su actividad en 1979. Un centenar de
mineros trabajaban allí.
En otras
localidades de la Selva gerundense se extrajo galena junto con
blenda, calcopirita... Minas de Rifret (Anglès) , Can Magre
(Vidreres), Mansolí, Can d´en Boscà.
Otras
minas. En otras provicias,
Cargadero de mineral en el puerto de Cartagena.
Toledo.
Minas
de Santa Quiteria, Sevilleja de la Jara,. Explotación de galena
muy antigua (romana) en la aldea La Cordobilla. En esta vertiente
suroeste de los Montes de Toledo se encuentran pequeñas
explotaciones de plomo y de hierro de mucha antigüedad, en términos
de Alcaudete y Sevilleja.
Minas
del Guajaraz y Layos, Mazarambroz. Yacimiento filoniano hidrotermal,
explotaba galena argentífera y blenda, con barita, pirita y
siderita. Funcionó desde finales del siglo XIX hasta los años 70
del siglo XX. La Mina la Económica tiene galerías a varios niveles
accesibles por pozos que alcanzaron cerca de trescientos metros de
profundidad y un conjunto de instalaciones (castillete del pozo
maestro, almacenes, talleres,, tolvas, lavaderos y laboratorios aún
se encuentran en pie).
Minas
de Anchuras. En el entorno de Anchuras y la localidad de
Sevilleja, de la que dependió, se han documentado cerca de medio
centenar de explotaciones mineras, especialmente de galenas
argentíferas y hierro. En Anchuras se explotó hasta los años
ochenta la mina de plata El Brillante, la última en cerrar.
Valdeverdeja.
Minas
de La Perdiguera y del Caballo o del Polvorín, Madridejos. Se
extrajo plomo de una serie de minas en parajes del Silillo y La
Perdiguera, cerca de los Estanques Romanos, conocidas desde el siglo
XVI. La primera, a cielo abierto, con baritina y galena. La segunda,
de interior.
En Consuegra hay testimonios quemdelatan una importante minería de época romana, dedicada a la galena argentífera y al cobre, concentrándose las minas en torno a una vía del Itinerario de Antonino, antiguo caminode Consuegra a Puerto Lápice.
Mina
La Serrana, Urda, mina romana.
Escalona,
con esfalerita.
Madrid.
La
mina de plomo de Navalagamella (la Montañesa) se explotaba en
el siglo XVII. Hubo minas de plomo argentífero en Cadalso de los
Vidrios y Cenicientos, en San Martín de Valdeiglesias Guadalajara)
Colmenar del Arroyo, Gargantilla, Robledo de Chávela,Torrelaguna,
Cervera de Buitrago, Guadalix de la Sierra, y una fundición en
Arroyo Horcajo. En la década de los años 1880, se reactiva la
minería metálica de la provincia, si bien padeciendo un
minifundismo crónico con labores de pocos años de vida. Se centran
en sanear labores antiguas quitando el escombro, se siguen rafas,
pocillos y calicatas en los filones ya trabajados. Ello hizo que por
azar se encontraran las continuaciones más prometedoras de la
mineralizaciones, como sucedió con la galena argentífera de
Gargantilla.
las
minas de Colmenar del Arroyo Mina San Eusebio Nuestro Padre Jesús
La mina La Montañesa en el siglo XX. Navalagamella Minería en
Cadalso de Los Vidrios y Cenicientos
Cáceres.
Mina
Marialina (Mina El Triunfo de San Julián), Peraleda de San
Román.
Pequeña
mina registrada en 1845 año como mina "El Triunfo de San
Julián" para extraer la galena.
A
principios del siglo XX volvió a registrarse como Mina Marialina
buscando explotar el cobre.La mineralización consiste en una vena de
Cuarzo y Barita que atraviesa granitos y pizarras metamórficas del
Ordovícico, a la que se asocian galena y barita, esfalerita y
minerales de cobre.
Tuvo
su auge con la demanda de la primera guerra mundial, cerrando al
concluir ésta.
Las
minas Piecito, de Fresnedoso de Ibor, y la de Castañar de Ibor,
cerca de Talavera, junto con otras próximas de otros metales, se han
asociado a una posible explotación en época Omeya ligada al
despoblado de Vascos.
Salamanca.
Minas
de La Tala, Guijuelo, Salamanca. Paraje de Barros Colorados.
Encajado en esquistos y grauvacas, el filón hidrotermal de estas
pequeñas cuatro minas es de plomo y wolframio, beneficiándose
galena, cerusita y vanadinita.
Mina
Florisada, pedanía Casas de Monleón, Endrinal de la Sierra.
Losacio.
En esta zona zamorana se explotaron ocres de antimonio, pero también
galena,. Siguiendo a De la Escosura, dos fueron los filones de plomo
argentífero. En ellos junto al plomo blanco, escaso de plata, la
galena y los minerales mezclados contenían cantidades notables. Un
filón corría de Losacio a Marquiz de Alba, y el otro por entero en
Losacio. Las minas fueron Clara, San José, San Marcos y San
Bartolomé. Próxima a Losacio, mina Valdeconejos. De ellas hoy no
queda nada, y los pozos fueron tapados.
Mina
Esperanza, Villar de la Yegua, acompañando esfalerita.
Lumbrales,
acompañando esfalerita.
Guadalajara.
Mina
San José, en La Bodera. Antigua explotación de galena argentífera
abandonada a principios del siglo XX.
Soria.
La
demanda alfarera (Agreda y otros alfares) propició la búsqueda de
plomo riojano en la zona de Aguilar del Río Alhama, mediado el siglo
XVIII.
Las
minas de Peñalcázar (Quiñonerías), activas desde entonces
por tres décadas, llegaron a ocupar a más de cien personas, con
buen rendimiento, explotando sus cuatro filones la Sociedad Minera El
Buen Deseo. Contaba con dos socavones y pozo malacate que descendía
hasta más de cien metros, hasta el filón Peña.La primera mina fue
Nuestra Señora de la Peña. Otras, Globo, Eloisa y Desengaño. La
mena era llevada a Cartagena, Murcia.
Avila.
Mina
de blenda y galena de Navalguijo, pedanía de Navalonguilla, Sierra
de Gredos.
Mina
del Cerrillo Altillo y Prado de la Aldehuela (El Barraco), con
blenda, galena, óxidos de cobre y hierro. Son filones hidrotermales
de cuarzo encajados en granito. Mina en el paraje Solana del Parrao,
Mina La Romana en Chorro Morueco, Mina la Reina, Mina Jarayana en
Majalbuey.
Sevilla.
El
Real de la Jara, se citan galena y blenda. Aznalcóllar, Castillo de
las Guardas, La Puebla de los Infantes. Estas áreas tuveron
explotaciones mineras de galena. El mineral era transportado hasta la
estación de ferrocarril de Azuaga con destino a la fundición de
Peñarroya; la explotación se mantuvo hasta el año 1910. Otras
minas de importancia fueron las del Grupo Laberinto, en Guadalcanal,
donde a principios del siglo XX trabajaban un centenar de operarios.
La galena se obtenía de hasta los ciento cuareta metros de
profundidad, se cargaba en ferrocarril en la estación de Berlanga;
la actividad cesó 1927.
Huelva.
En
toda la zona la galena aparece en mayor o menor proporción entre los
sulfuros polimetálicos, aunque de forma minoritaria frente a piritas
y sulfuros de cobre.
Los
Marines.
Aracena.
El
Macizo de Aracena forma parte de una gran franja de rocas
metamórficas muy antiguas que se extiende desde Portugal a Sevilla.
En el reconocimiento de Minas de d. Francisco de Mendoza, en tiempos
de Felipe II, se citan como mejores criaderos onubenses, de entre
cincuenta, los de Riotinto y Aracena. En una región
predominantemente pirítica, la mina Los Azores de Aracena produjo
trescientas arrobas de plata pura. El mineral era la galena
antimonial argentífera. A fines del XIX había dieciséis minas en
Aracena, dos de ellas de plomo.
Linares
de la Sierra. En la Nava se extrajo plomo argentífero,junto al
antimonio.
En
la Mina María Luisa, un asomo porfídico, junto a pirita y
carbonatos de cobre, se extrajo galena argentífera y blenda.
Málaga.
Minas
del Candado.
Mineralización de plomo con subproductos de zinc y hierro, en
dolomías tableadas estratificadas en gruesos bancos horizontales,
del Complejo Maláguide.
Minas
de Buenavista, Marbella. Con la fiebre del plomo de otras
provincias, se reabrieron estas minas de Sierra Blanca ya explotadas
en el siglo XVIII. Se construyó un sencillo horno de calcinación.
Fundido en barras llamadas galápagos, y transportado a lomos de
caballerías, se llevaba hasta el ferrocarril y se exportaba. Las dos
minas del Junquillo, San Marcos, el Registro, la Campana, San
Francisco, San Miguel, Desengaño, Emilia y otras de menor entidad
fueron abandonadas al agotarse la mena.
Minas de
Cañada de la Encina, Yunquera. Este paraje de la Sierra de las
Nieves era conocido también como Barranco de la Minas, de Duarte o
del Infierno. Mina San Eulogio, La Esperanza, Mi Pepe y El Convenio
explotaron plomo, otras cinc. La primera, encajada en dolomias
grises, con aspecto degruta natural y con abundante paragénesis, fue
la principal.
Minas de
Canillas de Aceituno. Mediado el siglo XIX se registraron tres minas
en este municipio, dos de ellas de plomo: San José, en la Peña del
Rey Moro, y Nuestra Señora de la Cabeza, en el Cerro de la Rábita.
Sin embargo, prospecciones recientes sólo han hallado peróxidos de
hierro, no galena.
Minas
de Alhaurín de la Torre o del Llano de la Plata. En 1851
escribió Ildefonso Marzo: sobre el monte que se halla en el Llano de
la Plata y cerros contiguos, entre Alhaurín el Grande y Alhaurín de
la Torre... vense restos de criaderos antiguos, aunque no de gran
consideración, ... capas de galena impura interpoladas entre las de
caliza dolomitica sin regularidad alguna, y que se extinguen a medida
que el terreno cierra un poco, amoldandose a las resquebrajaduras de
las rocas en disposición que se puede fácilmente adivinar su
formación. Hállase en las minas de Santa Rita y San José
interpuesta la galena acompañada del plomo carbonatado en cristales
imperceptibles y a veces de magnitud notable sobremanera en una capa
de hierro arcilloso, de aspecto escoriáceo, con una insignificante
cantidad de plata.
En
la cordillera que describimos hay diversos criaderos de mineral de
plomo, cobre, grafito y hierro. Los primeros que son los mas
abundantes se trabajan en el Llano de la Plata entre Alhaurín de la
Torre y Alhaurín el Grande en las minas nombradas de San José, el
Niño (alias Santa Rita), Angelitos y su Madre, que funden los
minerales en la fabrica, con dos hornos de cuba y otro de calcinar,
establecido junto al rio Guadalmedina. Las minas Observación y
Comoquieras, que alcanza a 23 pies de profundidad, suelen vender sus
minerales a la casa Heredía. Las llamadas Esmeralda, Carolina (alias
Ingleses), el Buen Criadero (alias Anillo) y otros que son explotadas
malamente por rebuscadores, llevan a fundir a otra fabrica con un
boliche y una pava establecida en la sierra a las inmediaciones de
este grupo de minas.
Minas
del Puerto de la Media Luna-Las Grajas, Mijas. Mármoles grises
azulados donde encaja galena argentífera, con fluorita y cinc. Minas
Pompeyo y Los Arenales
Riogordo.
Minas de
Montecorto, Ronda.
Mina en
Los Reales de Sierra Bermeja, plomo argentífero.
Mina de
alcohol argentífero en Alora, al noreste de la población, junto al
Arroyo de Sancti-Petri.
Al
noroeste de Estepona se citó mineral de plomo argentífero.
Minas de
Sierra Almijara (Nerja). Minas de plomo cinc (galena y calamina) en
el Barranco de los Cazadores. Se fundía el mineral en Motril. Minas
La Furia, San Antonio, Buena Fe, La Volcánica.
Mina del Arroyo del
Pagador, Cútar. El mineral, con el de Comares, se transportaba a
Torre del Mar.
La
Rioja.
Minas
de Jubera (Santa Engracia de Jubera), llamadas Túneles de los
Moros o Mina La Providencia. Comienzan a explotarse en la posguerra.
Un minero de Arnedo tomó la iniciativa y muestreó la galena de la
zona, y la empresa guipuzcoana que comenzó las labores recurrió a
personal especializado de La Unión, contratando trabajadores de
zonas plumbíferas: cántabros, andaluces, extremeños, vascos.
Funcionaron solamente trece años, y hoy se han puesto en valor como
reclamo turístico.
Huesca.
Minas
de Ruego y Liena, en Parzán (Sobrarbe).En 1912 la sociedad
franco-belga Minas de Parzán comenzó en esta mina del Sobrarbe
(Pico Liena) a explotar galena argentífera. Llegó a contar con
doscientos treinta trabajadores, y el acarreo del mineral se
realizaba con un cable aéreo de diez kilómetros. Las minas fueron
Luisa y Robert, y, hacia Bielsa, minas del Mallo, del monte Ruego,
Ana y Gela. Cerraron en 1927.
Lugo.
Mondoñedo.
Mina de Pausalido, registrada como La Castellana y antes como
Sorpresa, mediado el siglo XIX.
En
la Sierra del Caurel, las viejas minas de plomo y blenda de A
Morteira tuvieron una notable importancia para la economía de los
pueblos de la zona. Son dos explotaciones muy próximas entre sí.
Mallorca.
Mina
de Son Creus, o de Los Moros, Bunyola. Explotadas por los
romanos, en la ladera de la Sierra de Alfábia, configuran un
laberinto de galerías con hornos de fundición en el exterior
levantados con piedra caliza. Bolsadas y venillas de galena en un
banco de dolomía impregnada de calamina, principal objeto de
extracción, que se sacaba al exterior con vagonetas de madera.
Menorca.
Mina Francisca, en Binifabini, Mercadal, plomo y cobre.
Mineros de Linares.
Agradecimientos.
A Paco Castro, de Adra y José Luis Sola, de Granada, del Grupo
Mulhacén, y Javier Rodríguez, de Vidreres, del Grup Mineralogic
Català, por compartir este interés y facilitarme algunas muestras
de galena.
BIBLIOGRAFÍA
Guía
para la investigación de los recursos minerales de España.
Instituto Tecnológico Geominero de España.
Wikipedia,
Enciclopedia libre.
Revista
Bocamina, IGME.
Recursos
minerales de España, Javier García Guinea y Jesús Martínez Frías
Minerales
de España, Mirete y Galán.
Estudio
de la recuperación de plata en la flotación de galena, José López
Meroño.
Recorrido
geológico y minero por las minas de Cierco. Mata Perello, Jose
María.
Minerals
y mines de la Conca de Bellmunt del Priorat. Joan Abella i Creus.
Mineralogía
Topográfica Ibérica
Mindat.org
Els
minerals de Catalunya, Mata Perelló.
Geología
y minería en la provincia de Toledo. Francisco de Sales Córdoba y
Bravo.
Consideraciones
sobre una ciudad romana de la antigua Carpetania: Consabura. Juan
Francisco Palencia García.
Las
antiguas minas de Losacio. A. del Valle González .
Descripción
de las minas de la provincia de Zamora. Luis de la Escosura.
Minasdemallorca.blogspot.
Miscelánea
Mindoniense. Andrés García Doural.
Los
filones de galena de Bielsa y Parzan. José Romero Ortiz de
Villacian.
Caminos
de Barbastro. Daniel Vallés Turmo.
Minería
y poblamiento en la Sierra de Huelva, José Manuel Núñez Lasso de
la Vega.
Mineratlas.com
De
minería, metalurgia y comercio de metales. Julio Sánchez Gómez.
Yacimientos
mineros y minerales en Extremadura. María José Serrano Suárez.
Minas
y metalurgia en al-Andalus.... Alberto Canto García y Patrice
Cressier.
Patrimonio
geológico y minero. Su caracterización y puesta en valor. Isabel
Rábano y Josep Mª Mata Perelló.
Depósitos
Minerales de España. Fernando Vázquez Guzmán.
La
minería de los metales y la metalurgia en Madrid. Luis Jordá
Bordehore y otros.
Algunos
datos para la historia de la minería en Soria. Octavio Puche.
La
minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre
las cuencas carboníferas de Peñarroya-Bélmez y Fuente del
Arco-Guadalcanal. José Luis Hernando Fernández
La
minería del sur de Sierra Tejeda. Rafael Yus et alt.
Minerales
de Aragón, Miguel Calvo Rebollar.
Patrimonio
Minero de Andalucia Oriental.
Recursos
del subsuelo de Asturias.
|
Minas
españolas de plomo: de la galena argentífera a la minería del
plomo-zinc.
Autor:
Juan Antonio Pérez Meca.
Presentamos
un resumen a partir de muy diversas fuentes sobre la minería
española del plomo.
La
explotación del mineral de galena en España ha tenido una enorme
relevancia para el desarrollo minero e industrial de varias y
extensas zonas de nuestro país.
Ello
supuso además importantes consecuencias demográficas, sociales, y
ecológicas. Repercusiones muy distintas en cada época, según
aspectos como sus usos, los procesos tecnológicos, los precios de
los mercados... por lo que también debe analizarse en clave
histórica.
De
otro lado, nos mueve a escribir la escasa sensibilidad por la
preservación del inmenso partrimonio que de la minería del plomo en
España aún queda en pie, y que, salvo excepciones, no se ha puesto
a en valor. Un patrimonio de la minería del plomo que necesita ser
reconocido, restaurado, conservado y valorado. Y ello porque aporta
referencias a una geología muy singular y variada, a los paisajes, a
la intrahistoria de los hombres de pueblos y comarcas en un sentido
muy amplio. El español es uno de los patrimonios mineros más
importantes del mundo, y son muchas las ruinas que van cediendo al
paso del tiempo. El laboreo de la galena tiene en España una
historia muy antigua y muy rica, por valorar y difundir. Recordamos
que en la década de 1860 a1870, España fue el primer productor
mundial de galena, y unos años despúes, lo fue de mineral de zinc.
También
cabría hacer alusión a ese pasado, envuelto en mitos, pero bien
atestiguado, en el que los navegantes codiciaron la plata de Iberia,
otorgando desde la perspectiva arqueológica y arqueometalúrgica, un
singular valor a los estudios de las antiguas minas plumbíferas.
Se
describe la galena como un sulfuro metálico, sulfuro de plomo.
Un mineral muy denso y pesado, brillante y por tanto fácilmente
detectable, a veces conformado por minúsculos granos (galena
granular, ojo de perdiz), otras veces de aspecto laminar, hojoso, de
exfoliación limpia (galena de exfoliación, de hoja, alcohol de
alfarero). También es tóxico. Contiene de promedio el 86.6% de
plomo, el resto de azufre y pequeñas cantidades de cadmio,
antimonio, bismuto y cobre. Se llama argentífera la que contiene una
mayor proporción de plata, sin que sea determinante de su contenido
en plata el hábito cristalino, o sea su aspecto hojoso o granular,
ni tampoco su color gris o plata más o menos oscuro.
¿Cuándo
una galena es argentífera? Esta cuestión de cuál es el
contenido en plata que, siempre mediante análisis, la caracterizaría
como argentífera, la dejo a los expertos. Se afirma que toda galena
es argentífera, con una media en torno al 0,001 (una milésima de
plata respecto del plomo), siendo rica la que multiplica esa media
por cinco (cinco miligramos por kilo de plomo). Hay un estudio de la
recuperación de plata en la flotación de galena (doctor José López
Meroño) que habla en profundidad de estas cosas. Del mismo,
analizando galenas cartageneras, tomo esta conclusión: “ha
quedado demostrada la existencia de especies de plata, no ocluidas en
la galena.” Quiere decir este sabio que no sólo la galena contiene
la plata en estos criaderos murcianos, sino que hay una porción
libre y otra asociada a la blenda, pues ambas especies se suelen
acompañar allí. El resto de plata aparece como diseminados de
sulfuro de plata (argentita) e inclusiones de este sulfuro de plata
dentro de los cristales de sulfuro de plomo. De Linovich toma el
autor la conclusión, ya de carácter universal, de que la mitad de
la plata de los minerales primarios de depósito está en estado
disperso en los sulfuros minerales. Galena, calcopirita y esfalerita
contienen las mayores cantidades de plata, y menos la pirita.
La
galena es, por tanto, una mena importante de plata, y casi la única
de plomo.
A
menudo se presenta con otros sulfuros, particularmente esfalerita o
blenda, la mena del cinc. Veremos cómo esa asociación de ambos
metales (plomo y cinc) influirá en la rentabilidad de las
explotaciones modernas, al incrementarse la demanda del segundo. Hoy
se afirma que el futuro de nuestra minería del plomo está
indisolublemente ligado a la del cinc y sulfuros complejos.
Pero
no fue así en la antigüedad, pues la blenda o calamina se extraía
sólo para alear el oricalco o latón. Sin embargo, el contenido en
plata de la galena era muy codiciado, pues no son abundantes los
minerales específicos de plata. Y, una vez conocido el proceso de
copelación, que permite separar el plomo de la plata, será ésta
la mena principal para extraer el metal precioso. Esto buscaban los
fenicios y luego cartagineses y romanos. El plomo residual del
proceso, el litargirio, era necesario para el propio proceso de
separación del metal. Luego se usaría para otros fines. Me remito a
los artículos que este blog recoge sobre la búsqueda de mineral de
plata desde época argárica, en época fenicia tanto en el área de
Huelva como en el sureste español, y procesos de copelación de
galena, y su relación con la explotación de blenda para la
obtención del oricalco.
http://arqueoceramica.blogspot.com/2014/09/de-galenas-y-plomos.html ,
la plata argárica
http://arqueoceramica.blogspot.com/2017/04/la-plata-argarica.html ,
http://arqueoceramica.blogspot.com/2016/08/el-laton-u-oricalco-blenda-y-calamina.html
.
Este
artículo quiere sobrevolar las zonas plumbíferas más
importantes de España, centrado en los lugares, las minas de
plomo, las sierras metalíferas y los pueblos nacidos o engrandecidos
por la explotación del mineral, y también en las personas que allí
trabajaron, los mineros.
La
mera enumeración de las minas de plomo, en distritos como Linares-La
Carolina, La Unión en la Sierra de Cartagena, o las minas
almerienses, es una tarea ímproba, contándose en estos distritos
varios miles de denuncias mineras, por lo que se destacarán algunas.
Los
yacimientos más importantes de España por su producción y calidad,
según los agrupan Mirete y Galán en su obra Los Minerales de
España, se concentran en cinco grandes zonas.
La
primera es el distrito minero de Linares y La Carolina (Jaén),
donde la galena aparece en casi todas sus variedades.
Circundando
a este yacimiento existen importantes depósitos en Córdoba,
como son los de Canto Blanco, y en Badajoz, Azuaga y Monesterio.
Otros focos se dan en la región plutónica de Los Pedroches
(Córdoba) y zonas circundantes, como las importantes
mineralizaciones del Horcajo y otras del valle de Alcudia (Ciudad
Real).
La
segunda zona por importancia es la del sureste de España, con
su mayor afloramiento en las minas de La Unión, en Cartagena
(Murcia), extendiéndose hasta Almería, en las Sierras Almagrera
y de Gádor, prolongándose en Granada, sierras de Lújar, Nevada
oAlmijara.
Sería
la tercera, y de gran importancia, la zona norte, el complejo
minero de Asturias y Cantabria, donde se ha encontrado abundante
galena argentífera en los concejos de Navia, Cangas, Ribadesella,
Reocín y Puente Viesgo. Y, siguiendo en esta zona norte, el País
Vasco.
También
aparece un distrito minero del plomo limítrofe entre Lugo y León,
la zona de Toral de los Vados y Rubiales, asociada con gran cantidad
de esfalerita en la denominada caliza de Vegadeo.
Por
último citar las localidades mineras de Cataluña,
concretamente en Bellmunt, Falset, Molá y Vimbodí (Tarragona),
Tibidabo (Barcelona) y en el Valle de Ribas (Gerona) donde es de
carácter argentífero.
En otras
provicias enumeraremos algunos yacimientos de Toledo, Avila,
Cáceres, Salamanca, Guadalajara, Huelva, La Rioja, Málaga o
Baleares.
Distritos
de Sierra Morena y periféricos, Valle de Alcudia (Ciudad Real),
Córdoba y Azuaga-Castuera (Badajoz)
Minas
de Linares- La Carolina, Jaén.
Bajando
Despeñaperros hacia el sur cuarenta kilómetros, una faja de treinta
kilómetros de anchura de este a oeste delimita el distrito minero
Linares-La Carolina, al norte de Jaén. La zona se divide en dos,
Linares, de una parte, con su filón principal Arrayanes, y El
Centenillo,La Carolina,Santa Elena, de otra, que laborearon los
filones Perdiz, Crucero, Mirador, Sur, Pelaguindas, Avutarda,
Rancheros y San Sebastián, donde las leyes eran más altas.
Guarromán, Carboneros, y Vilches forman igualmente parte de ese
distrito.
Sus
mineralizaciones son principalmente de plomo y bario, zinc y cobre,
en filones. La plata se extraía de la galena y de sulfoarseniuros
de este metal.
Su
inmensa riqueza mineral atrajo desde la edad del bronce a
colonizadores del Mediterráneo oriental. Se han documentado
yacimientos de la Edad del Bronce dedicados a la extracción de
cobre, siendo el de Peñalosa en Baños de la Encina un referente en
arqueometalurgia.
Roma
buscó su plata y explotó la zona a través de sociedades mineras,
operando en las cercanías de Linares (minas de Arrayanes y La Cruz).
La ciudad de Castulo (Linares) se convirtió en punto de
convergencia de las principales calzadas.
Resurgió
en el siglo XIX, con la utilización de la tecnología de vapor
desarrollada en Cornuallles, convirtiendo la zona en uno de los
principales centros internacionales de minería industrial. Cincuenta
mil mineros trabajaban en La Carolina, Linares, Guarromán, Baños
de la Encina y Bailén en las primeras décadas del siglo XX, siendo
el distrito primer productor del mundo de plomo desde 1867 y durante
cuatro décadas. Casi ochocientos kilómetros de galerías
subterráneas sobre los filones encajados en el granito y unas mil
trescientas minas, descendiendo algunos pozos a los setecientos de
profundidad.
La
geología permitió allí construir pozos y galerías no necesitados
de entibado, al ser roca dura y el mineral filoniano, con el
consiguiente abaratamiento de costes.
Conserva
un enorme patrimonio industrial minero: castilletes, malacates,
fundiciones, chimeneas, grúas, maquinaria, tanques de lavado de
mineral, talleres, oficinas, líneas de ferrocarril, los cuartos de
los trabajadores, vertederos, esombreras...algunos elementos con
valor arquitectónico singular y nombres propios que dotan de
personalidad excepcional a este distrito minero.
Pero
hace ya cuatro décadas que cesó la actividad en La Carolina, y en
1991 cerró la emblemática Mina La Cruz.
Minas
del Horcajo, Ciudad Real.
En
los términos municipales de Brazatortas y Almodóvar del Campo,
fueron explotadas, buscando su muy rica galena argentífera, durante
aproximadamente medio siglo, desde algo más de la mitad del XIX.
Encajado el mineral en el ordovícico, tuvo dos filones principales,
San Alberto y Santa María.
En
el poblado minero del Horcajo vivían en el último tercio del siglo
XIX unas dos mil personas, arrancando el plomo en las labores de
interior doscientos sesenta hombres.
Con
recuas se llevaba el mineral hasta el ferrocarril que lo descargaba
en Cartagena o Almería para su transporte a Inglaterra.
En
ese siglo dos veces cambió la titularidad de las concesiones,
incrementando las inversiones el Banco de París, pero en 1909, al
pasar a la Sociedad Minerometalúrgica Peñarroya, cayeron los
precios mundiales del plomo y cerró la mina, reanudando sólo por
seis años las labores en 1955.
Minas
del Valle de Alcudia, Ciudad Real. La mancomunidad del Valle de
Alcudia encuadra los términos de Abenójar, Almodóvar del Campo,
Argamasilla de Calatrava, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto,
Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de
Calatrava, Solana de Pino y Villamayor de Calatrava.
La
explotación de la mina Diógenes, trabajada ya por los romanos, en
sus cuatro pozos, supuso un importante recurso para este valle. Su
auge lo promovió Peñarroya después de la guerra civil,
construyendo además un poblado para los mineros, que pesar de estar
asentado en una hermosa nava, en una naturaleza pura, se vio diezmado
por el paludismo. La actividad duró cuarenta años hasta que cerró
la mina.
Puebla
de los Infantes.
Mina
de Azuaga-Castuera, Extremadura.
En
Extremadura abundan los yacimientos de plomo con paragénesis de
blenda, pirita y calcopirita, contabilizándose más de doscientos
cincuenta indicios, en los que los filones de cuarzo, con baritina a
veces y carbonatos, rellenan fracturas tardihercínicas.
Como
en zonas adyacentes, la mayor actividad se produjo entre finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, empezando el declive de la
minería del plomo poco después de la guerra civil. Hoy no queda
ninguna mina en activo.
Las
principales zonas plumbíferas son tres: Castuera,
Zarza-Capilla-Peñalsordo y Garlitos, y Azuaga. De Castuera destaca
la Mina Miraflores; del grupo encabezado por La Zarza, encajado en
pizarras y grauvacas, destaca la Mina El Borracho, con galena
argentífera. Del distrito de Azuaga, las Minas San Miguel , Gerty y
Santa Marta, con presencia de carbonatos de plomo y vanadatos.
Este
distrito de Azuaga se explotó en época romana, en su término hay
mas de sesenta minas, destacando Oscuridad, el Gato, San Guillermo,
Plasenzuela y las Musas, donde se alcanzaron los ciento cinco metros
de profundidad.
Córdoba.
Minas de Posadas. Este distrito está situado al norte del
Guadalquivir en su curso medio, flancos meridionales de las sierras
de Córdoba y del Caballo. Sus minas son de plomo y plata,
enriquecidas con cobre superficialmente. Destacan las minas San
Andrés, Madereros , Santa Bárbara de Posadas y Calamón. Se cita
como ejemplo de este distrito la mina Santa Bárbara, de Posadas,
cuyo filón de galena, blenda, pirita y calcopirita es muy
argentífero, conteniendo entre seis y catorce kilos de plata por
tonelada métrica de plomo.
Los
romanos superaron aquí los doscientos metros de profundidad,
empleando atirantados para sujetar las paredes de los pozos. En el
pozo San Guillermo se han hallado evidencias del uso de una batería
de tornillos de Arquímedes para desaguar, reteniendo el agua con
ánforas.
La
presencia de martillos de escotadura en las escombreras se ha
interpretado como evidencia de que la calcopirita era superficial,
mientras que la galena se extraía en profundidad.
Minas
de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz).
La
Banca Rothschild, a través de su Compañía, “Société Minière
et Métallurgique de Peñarroya”, adquiere concesiones de galena,
minas y fundiciones de plomo, que desarrolla, multiplica y moderniza
en el territorio entre las localidades de Peñarroya (Córdoba) y
Fuente del Arco (Badajoz). Las enlazó con ferrocarril minero con el
grupo de explotaciones de plomo de Berlanga (Badajoz), muy próximo a
Peñarroya, cuyas concesiones más destacadas eran Carolina (Llerena)
y Dolores. Prolongó su trazado hasta enlazar otros grupos mineros de
esa región metalogenética, “Los Eneros” mina “Margarita, La
Raña” y “Dos Amigos”. La mina más destacable fue Santa
Bárbara, activa durante 35 años, de 1901 a 1935. Su metalización,
galena con escasa blenda. También el Grupo minero de Viñas Perdidas
(Fuente Obejuna). La estación de carga era La Coronada. El metal se
extrajo de un filón excepcional y bien metalizado, de trescientos de
largo por los mismos de profundo, con potencia en torno a los veinte
metros.
Otro
gurpo de labores fue Navalespino, cerca de Granja de Torrehermosa
(Badajoz), no lejos de la mítica Santa Bárbara. Se explotaron
sulfuros de plomo, con barita, de cinc, y de hierro, destacando la
concesión Descuido en la que se llegó a los ciento veinticinco
metros de profundidad..
la
Compañía ubicó además en Pueblonuevo, junto a Peñarroya una
fundición de plomo y plata, aprovechando el carbón de esa cuenca,
también de su propiedad, rentabilizando ambas explotaciones,
quedándose con todo lo referente al carbón y el plomo de la zona.
Cabra.
Se citan explotaciones de galena de época islámica.
Villaviciosa
de Córdoba, Mina de Mirabueno.
Villanueva
del Duque.
Distrito
plumbífero del Sureste.Minas de Murcia, Almería y Granada.
Minas
de La Unión, Cartagena, Murcia.
La
mayor acumulación de plomo-cinc las Béticas, y una de las
principales de la Península, conforma la sierra minera de La Unión,
que se extiende perpendicular al Mediterráneo en una franja de unos
diez por cinco kilómetros.
Las
evidencias de su pasado minero no sólo son arqueológicas, sino que
están documentadas por fuentes clásicas. Se habla de que allí
trabajaron cuarenta mil esclavos en tiempo de cartagineses y romanos.
Fue
proverbial la riqueza en plata pura (los blanquetes) del Cabezo
Rajao. Desde 1839 se produce una demanda enorme de concesiones,
denunciándose en pocos años más de mil quinientas minas. -
Estructuras filonianas s.l. - Stockwork y filones asociados a las
vulcanitas.
Los
llamados “mantos” (uno de silicatos, otro de sulfuros)
constituyen las mineralizaciones importantes que permitieron, sumando
concesiones antiguas subterráneas, las grandes explotaciones a
cielo abierto.
El
primero o manto de silicatos, caracterizado por la presencia única
de enormes masas de greenalita, se halla en la zona central de la
sierra. Con espesores de entre cuarenta a ochenta metros.
El
segundo, manto de sulfuros, encajado en mármoles del
nevado-filábride, esquistoso y plegado, se centra en torno a la
Cantera San Valentín, Monte del Sancti Spiritus.
Galena,
blenda, magnetita, pirita y otros minerales se han encontrado allí
en masas enormes, pero se afirma que, siendo inmensa la acumulación
de metal en su conjunto, las leyes son en general pobres, y ello
explicaría la discontinuidad de la actividad minera en la zona.
Las
canteras o cortas a cielo abierto concentran las mayores
acumulaciones de mineral: San Valentin, Emilia, Tomasa, Los Blancos
III, los Blancos I y II, Gloria, San José y Gloria. Todas ellas
inactivas.
Minas
de Mazarrón, Murcia.
El
distrito minero de Mazarrón, en Murcia, junto al Mediterráneo,
constituye uno de los sitios de mayor interés geológico y minero.
El vulcanismo mioceno generó procesos metalogénicos, asociando a
las dacitas y pórfidos los filones sulfurados de plomo argentífero
y zinc.
Una
zona colindante con el pueblo, el domo de San Cristóbal y Los
Perules, fue el área de explotación más notable, existiendo otras
dos, Pedreras Viejas y Coto Fortuna, con vestigios de explotación
romana desde el siglo II a. C.
Sabemos
de la intensa actividad minera y metalúrgica de la zona, mucho antes
de la llegada de los romanos, por el hallazgo de dos barcos fenicios
en su bahía. En el ped¡cio llamado Mazarrón 2 se hallaron varias
toneladas de litargirio, tortas o lingotes de monóxido de plomo,
imprescindibles en el proceso de separación de la plata del plomo
(copelación).
En
los siglos XVI y XVII fueron beneficiados los alumbres (sulfato
triple), por calcinación de alunita, cuyo residuo es rico en óxidos
de hierro, plomo y zinc, de intenso color rojo (almazarrón). El
alumbre se usaba para fijar el color en los tejidos (mordiente),
extracción de lacas, teñidos, y como astringente en farmacopea.
En
esa zona central, en la Mina San Juan y Santa Ana, se descubrió un
extraordinario filón de galena argentífera llamado Prodigio, con
espesores de hasta quince metros, que enriqueció rápidamente a las
compañías explotadoras. Minas como Talía, en la que las labores
que descendieron a casi cuatrocientos metros, San Antonio de Padua o
San José, fueron la causa del auge demográfico de Mazarrón,
poblándose de mineros almerienses, y del enriquecimiento de una
burguesía capitalista que invirtió en tierras los beneficios.
La
instalación a mediados del XIX de hornos reverberos de tipo inglés
para fundir la mena rica, el ferrocarril creado para llevar el
mineral extraido de otras zonas de la Sierra de Aguilas (de Morata,
Parazuelos), coadyuvaron a este fulgurante desarrollo industrial, de
manos de dos compañías: Unión y la francesa Compañía de Aguilas.
En
los años sesenta del siglo XX, al cese de toda actividad, se extraía
zinc.
Mina los
Girondinos de Aguilas, carbonatos de plomo. Mina Dos Amigos, plomo
con sulfuro de antimonio y plata
Minas
de plomo de Almería.
El
plomo de la Sierra de Gádor fue explotado por cartagineses y
romanos.
Pero
cuando la Corona retuvo para sí la administración de las minas y
fundiciones del Reino de Granada, a finales del XVIII, se renovó el
interés por esas explotaciones, que resurgirían con fuerza a partir
de la liberalizacion del sector minero (Ley de Minas de 1825),
registrándose concesiones en términos de Laujar, Fondón, Berja y
Dalías, abriéndose nuevos pozos y calicatas por toda la Sierra.
Extraordinaria
fue la riqueza en galena argentífera de la Loma del Sueño.
Pequeñas
concesiones artesanales que salpicaron las sierras de boliches u
hornos muy básicos del país, que consumieron leñas y matorrales
deforestando montes, de escaso capital, que buscaban la galena
argentífera más rica. Muchos jornaleros del campo almeriense
obtenían allí un complemento a sus rentas con trabajos temporales
en las minas, las posteriores fábricas. La arriería, como en todas
las zonas mineras de esa época, era otro recurso. Impensable hoy el
transporte de miles de toneladas de piedras por senderos abruptos, a
menudo peligrosos, a lomos de mulos.
Las
inversiones alemanas e inglesas mejoraron la producción, que murió
de éxito, al desplomar los precios del plomo por exceso de oferta.
Justo el tiempo de vaciar los filones más ricos y accesibles de
galena con leyes más altas. Se habla de unos veinte mil mineros, que
encontrarían más tarde oportunidad de seguir trabajando en la
Sierra Almagrera, llevando allí sus costumbres, tras el feliz
hallazgo del extraordinario Filón Jaroso.
Hoy,
excepcionalmente, la mina Carriles, en Órgiva, ha reiniciado alguna
actividad.
Las minas de Sierra Almagrera.
Las minas de Sierra Almagrera.
En
término de Cuevas de Almanzora, en el este de Almería, pegada al
Mediterráneo, paralela a la costa, con cotas en torno a los
trescientos cincuenta metros, constituye un paisaje único,
descarnado, a menudo plateado, de aristas afiladas y barrancas
imposibles que desaguan al mar. Atravesada por multitud de fallas que
se fueron rellenando de filones de minerales de plomo argentífero y
de hierro.
Se
encontró allí por vez primera el mineral llamado jarosita, que tomó
el nombre del mítico barranco del Jaroso, que junto con el de El
Francés se poblaron de concesiones mineras.
La
colonia fenicia de Baria, en Villaricos, con su necrópolis y
fábrica de salazones, da testimonio del interés de los
colonizadores orientales por el plomo argentífero de Almagrera y en
concreto por la plata nativa de Herrerías.
Pero
el descubrimiento de un enorme filón de galena argentífera en el
Jaroso desató la fiebre de la plata, y situó en pocos años a la
minería almeriense como un emporio minero de plata y plomo destacado
a nivel mundial.El Barranco del Jaroso es un lugar clave para el
desarrollo de la minería almeriense del siglo XIX y XX.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
En
esta última zona la minería del hierro, a finales del XIX, vino a
continuar la del plomo, a la par que Linares despegaba con una
planificación extractiva del plomo basada en la fuerte inversión de
capitales extranjeros por compañías mineras muy sólidas, un modelo
muy diferente del almeriense.
El
Pinar de Bédar.
El
plomo de Bédar aparece en bolsadas superficiales junto a carbonatos
y sulfuros de cobre, como relleno de fracturas o como cemento de
brechas de composición dolomítica y aspecto marmóreo.
Arrancan
las explotaciones mediado el siglo XIX en el barranco del Gato, con
la Sierra de Gádor ya en decadencia y a la vez que despegan las
explotaciones de Sierra Almagrera, floreciendo en Bédar una minería
muy parcelada, precaria, por parte de pequeñas sociedades locales.
Las
bolsadas se iban vaciando mediante galerías trabajadas a marro, de
forma artesanal e intensiva, incluso con mano de obra infantil.
Destacaron
concesiones como Café, Martillo Segundo, El Aprovechado, San
Francisco, Medidas Extraordinarias o Reformada.
Los
Rothschild, a traves de su Compañía Minera de Aguilas, adquirieron
buena parte de las concesiones tras cuatro décadas de explotación,
levantando Fundición y mecanizando lavaderos, métodos modernos que
no dfueron productivos, volviéndose al sistema artesanal a través
de arrendamientos de las concesiones.
Minas
de Sierra de Baza, Granada.
Desde
la Edad del Bronce se explotaron sulfuros polimetálicos en esta
sierra. Los romanos también conocieron su riqueza en cobre, oro y
plata. Además del plomo y del hierro. Los árabes continuaron la
extracción de minerales. En pequeñas explotaciones diseminadas. Su
legado minero (minas y sus escombreras, hornos y sus escoriales...)
es grande.
En
el momento de la gran eclosión de la minería del Sureste, finales
del XIX, la Sierra de Baza, como poco antes la de Gádor, y
simultáneamente la Almagrera, o la falda sur de Sierra Nevada, vive
con intensidad el registro de concesiones y la apertura de minas de
plomo.
El
transporte del mineral se resuleve mediante un cable aéreo unido al
ferrocarril Baza-Lorca, inversión inglesa.
Se
abren kilómetros de galerías en su cara Oeste, a varios niveles:
calares de Santa Bárbara, Heredia, Rapa, San Sebastián, Picón de
Gor. Se explotan los cotos El Tesorero, Don Martín o Tablas. También
rozas a cielo abierto, como la mina Hernán Cortés. Con capitales
foráneos se establecen fundiciones, como la de San Antonio.
Surgen
ahora los cotos mineros de El Tesorero, cuyas explotaciones se
inician en 1906, Don Martín, Tablas (Barranco Vinagre) y tantos y
tantos otros en el sector metamórfico de la Sierra de Baza. Ahora se
trabaja abriendo galerías a varios niveles como las de la mina
Hernán Cortés o haciendo rozas a cielo abierto.
La
caída del precio del plomo, a la par que el agotamiento de los
criaderos, acabarían por hacer inviables muchos proyectos, quedando
sólo la extracción residual del cobre, la blenda, el cinabrio y,
sobre todo, la de hierro. Al principio de la segunda década del
siglo queda paralizada la actividad, reabriéndose cuatro décadas
después, por algunos años, viejas minas de plomo para su
explotación a cielo abierto y aprovechamiento de escombreras.
Minas
del Cerro del Toro, Motril, Granada.
Al
Norte y muy cerca de Motril se explotó la esfalerita o blenda, de
alta ley, siendo la galena secundaria. Consta su conocimiento desde
el siglo IX, por textos árabes.
Distritos
plumbíferos del norte.
País
Vasco.
Álava.
Las
minas de plomo de Barambio. En el Monte San Antón se explotó
la galena, y posteriormente la blenda.
Guipúzcoa.Minas
de Arditurri.
La
riqueza mineral de Arditurri fue conocida por los romanos, que
buscaron plata.
En
la Edad Media proliferaron en el valle de Oiartzun las ferrerías, se
explotó su hierro
A
finales del siglo XVIII, se reinició la explotación en busca de
plomo, a manos de una familia local, continuándose en la tercera
centuria por la Compañía Guipuzcoana de Minas, que amplió las
labores. Destaca la Mina La Constancia.
Mina
San José, Legorreta, Guipúzcoa.
La
mina San José se encuentra en la zona de Legorreta. También las
sustancias explotadas fueron blenda ya galena.
Vicaya.
Minas
de Matienzo, en el valle de Carranza. Mina Ángela estuvo
dedicada al beneficio del plomo, el flúor y el zinc entre 1940 y
1964 por la Compañía Minas de Sierra de Gredos. Hoy en proceso de
puesta en valor con acceso a visitantes.
Asturias.
Las mineralizaciones suelen ser de galena y blenda. Se citan Los
Oscos, Penedela, Río de Porcos,. En niveles carbonatados, la galena
se presenta, con esfalerita, diseminada en masas brechoides,
arriñonadas, en el Valle de Caranga (Proaza), y con el cinc de Picos
de Europa (Somiedo, peñamellera, Cabrales, Llanes).
Cantabria.
Mina
de Reocín.
El
yacimiento de Reocín fue descubierto y puesto en explotación
ininterrumpida, mediado el siglo XIX, por la Real Compañía
Asturiana de Minas, si bien algunos vestigios delatan la búsqueda de
cinc y calamina por los romanos. En 1981 Asturiana de Zinc continuó
la explotación durante veintidós años. La mina y el peso
industrial de Torrelavega fueron de la mano.
Tiene
una gran mina de interior y explotación a cielo abierto, dotadas de
los mejores adelantos. Su cierre puso fin a la historia de la minería
en Cantabria. Separadas por una falla, las minas de marcasita y
pirita de Cartes, romanas, con la Mina Mercadal cuya explotación
perduró hasta hace unos decenios. La galena aparece con la
esfalerita que es el principal objeto de explotación.
Minas
de Picos de Europa.
Áliva
y la zona de los Picos de Europa próxima a Espinama se explotaron
durante siglo y medio. Se hablaba de estas minas en el siglo XVI, y
ya entonces consta la denuncia de una mina de plomo.
También
aquí , por las fechas del descubrimiento de Reocín, prospectó la
Real Compañía Asturiana de Minas (aunque su capital era belga),
descubriendo zinc y plomo.
La
mina de Las Manforas, en Áliva, fue la más importante, cerrano
hace apenas treinta años. En sus cercanías hubo otras minas más
pequeñas, y ya fuera de Äliva se explotaron minas en Lloroza (grupo
minero que incluye las minas de Las Gramas, Altaiz y Canal de San
Luis), Fuente Dé y Liordes, también de plomo y zinc, pero más
pobres.
La
orografía impresionante de la zona dificultó la explotacion, por el
clima durante el invierno, el acceso de los mineros y el transporte
del mineral, que se hacía en carros de bueyes.
Minas
de Udías. De plomo y cinc, estas
explotaciones mineras datan de época romana. Se conservan restos de
sus instalaciones industriales. Un cable transportaba el mineral para
su embarque en Ontoria (Cabezón de la Sal). Hay dos sectores, la
Mina de San Bartolomé en el pueblo de Canales y el complejo llamado
“La Mina”. El tren minero unía con una vía de tres kilómetros
el área de trabajo con las principales minas de extracción que eran
el Pozo Peñamonteros y la mina Sel del Haya.
León.
Minas
de Rubiales y Toral de los Vados.Durante casi medio siglo y
justo desde antes de la Guerra Civil, la mina Antonina, cercana a
Toral de los Vados, exploto una mineralización de plomo y zinc. Es
una de las más significativas de un grupo importante de yacimientos
del noroeste, junto con la agotada y mina de Rubiales, la no
explotada mina de Santa Bárbara y otra treintena de pequeñas minas
de zinc-plomo. Fue a principios de los setenta su mayor auge, al
descubrirse el yacimiento de Rubiales.
Minas
de plomo y cinc en Sobrado, en el Bierzo.
Aragón.
Minas
de Santa Cruz de Nogueras. La Mina Imperial , en la década de
1870 explotó galena (junto a sulfuros de cinc, cobre y hierro) a
través de tres pozos y un complejo sistema de galerías. El mineral
se transportaba hasta Cartagena. A principios del siglo XX se reanudó
su explotación, profundizando el pozo maestro hasta los 28 metros.
En 1976 se inició una ambiciosa explotación a cielo abierto.
Cataluña.
Bellmunt.
En la comarca del Priorat, en Tarragona, se sitúan varias
explotaciones de galena. Se conce su aprovechamiento por los romanos,
e incluso mucho antes. Bellmunt y la Mina Eugenia son el corazón de
estas explotaciones, que tuvieron su esplendor en el siglo XLX. En
esta mina, con veinte niveles subterráneos, y catorce kilómetros de
galerías, se profundizó más de seiscientos metros. Un importante
complejo metalúrgico transformaba en lingotes el plomo extraido.
Conserva un destacable patrimonio minero, hoy puesto en valor con el
Museo de las Minas de Bellmunt.
Argentera
(Tarragona).
La
Mina Balcoll de Falset En realidad esta mina, compuesta por tres
pozos, también es conocida como mina Argentífera o mina de la
plata. Explotada desde la Edad Media, esta mina de plata fue
trabajada por mineros sardos instalados en Falset. La mena se
guardaba en el propio castillo. Fue en 1906 cuando se descubrió un
filón de cincunta metros de corrida por tres y medio de anchura,. La
galena entra en la paragénesis como un elemento más.
Mina
Atrevida (Vimbodí-Poblet). Al sur del monasterio, una gran veta
mineralizada, rellenando una falla alpina que cortó materiales
paleozoicos y triásicos, dio origen a esta conocido grupo de abores
mineras iniciadas en el siglo XVIII.. Esta veta, llamada Atrevida,
tiene ocho metros de espesor por doscientos de profundidad a lo largo
de cuatro kilómetros. Contiene galena, pero fue la barita el
principal mineral explotado. Una brecha de barita bandeada en su
nivel medio es la mineralización principal, con paragénesis de
minerales de níquel, cobre y plata, siendo galena y fluorita el
cemento de esta brecha.
Minas
de Vallclara (Tarragona). Filones de galena con pirita y
minerales de hierro, explotados en dos minas.
En
pequeñas localidades del Valle de Arán y alta Ribagorza se
explotó galena argentífera, destacando las minas de Cierco en
esa zona pirenaica catalana, en término de Vilaller, Alta Ribagorça
(Lleida), que forman parte de un campo filoniano con indicios
extendidos hacia la provincia de Huesca como Estet o Bono,
acompañadada de minerales de cobre.
Minas
de Sant Julià del Llor, Bonmatí, la Selva, Girona. Varias
minas, algunas a cielo abierto, donde se extrajo plomo y barita.
Destacaron la Carlota, La Rosa y San José explotadas por la empresa
La Andaluza. Su auge coincidió con la primera guerra mundial. La
Vigilada fue la Mina más notable. Se separaba el plomo de la barita
y se molía y ensacaba. La barita se comercializadaba entera o
molida.
De las
minas de Osor se extrajo blenda, plomo y espato de flúor. Tras
dos siglos de explotación cesó su actividad en 1979. Un centenar de
mineros trabajaban allí.
En otras
localidades de la Selva gerundense se extrajo galena junto con
blenda, calcopirita... Minas de Rifret (Anglès) , Can Magre
(Vidreres), Mansolí, Can d´en Boscà.
Otras
minas. En otras provicias,
Toledo.
Minas
de Santa Quiteria, Sevilleja de la Jara,. Explotación de galena
muy antigua (romana) en la aldea La Cordobilla. En esta vertiente
suroeste de los Montes de Toledo se encuentran pequeñas
explotaciones de plomo y de hierro de mucha antigüedad, en términos
de Alcaudete y Sevilleja.
Minas
del Guajaraz y Layos, Mazarambroz. Yacimiento filoniano hidrotermal,
explotaba galena argentífera y blenda, con barita, pirita y
siderita. Funcionó desde finales del siglo XIX hasta los años 70
del siglo XX. La Mina la Económica tiene galerías a varios niveles
accesibles por pozos que alcanzaron cerca de trescientos metros de
profundidad y un conjunto de instalaciones (castillete del pozo
maestro, almacenes, talleres,, tolvas, lavaderos y laboratorios aún
se encuentran en pie).
Minas
de Anchuras. En el entorno de Anchuras y la localidad de
Sevilleja, de la que dependió, se han documentado cerca de medio
centenar de explotaciones mineras, especialmente de galenas
argentíferas y hierro. En Anchuras se explotó hasta los años
ochenta la mina de plata El Brillante, la última en cerrar.
Valdeverdeja.
Minas
de La Perdiguera y del Caballo o del Polvorín, Madridejos. Se
extrajo plomo de una serie de minas en parajes del Silillo y La
Perdiguera, cerca de los Estanques Romanos, conocidas desde el siglo
XVI. La primera, a cielo abierto, con baritina y galena. La segunda,
de interior.
En Consuegra hay testimonios quemdelatan una importante minería de época romana, dedicada a la galena argentífera y al cobre, concentrándose las minas en torno a una vía del Itinerario de Antonino, antiguo caminode Consuegra a Puerto Lápice.
Mina
La Serrana, Urda, mina romana.
Escalona,
con esfalerita.
Madrid.
La
mina de plomo de Navalagamella (la Montañesa) se explotaba en
el siglo XVII. Hubo minas de plomo argentífero en Cadalso de los
Vidrios y Cenicientos, en San Martín de Valdeiglesias Guadalajara)
Colmenar del Arroyo, Gargantilla, Robledo de Chávela,Torrelaguna,
Cervera de Buitrago, Guadalix de la Sierra, y una fundición en
Arroyo Horcajo. En la década de los años 1880, se reactiva la
minería metálica de la provincia, si bien padeciendo un
minifundismo crónico con labores de pocos años de vida. Se centran
en sanear labores antiguas quitando el escombro, se siguen rafas,
pocillos y calicatas en los filones ya trabajados. Ello hizo que por
azar se encontraran las continuaciones más prometedoras de la
mineralizaciones, como sucedió con la galena argentífera de
Gargantilla.
las
minas de Colmenar del Arroyo Mina San Eusebio Nuestro Padre Jesús
La mina La Montañesa en el siglo XX. Navalagamella Minería en
Cadalso de Los Vidrios y Cenicientos
Cáceres.
Mina
Marialina (Mina El Triunfo de San Julián), Peraleda de San
Román.
Pequeña
mina registrada en 1845 año como mina "El Triunfo de San
Julián" para extraer la galena.
A
principios del siglo XX volvió a registrarse como Mina Marialina
buscando explotar el cobre.La mineralización consiste en una vena de
Cuarzo y Barita que atraviesa granitos y pizarras metamórficas del
Ordovícico, a la que se asocian galena y barita, esfalerita y
minerales de cobre.
Tuvo
su auge con la demanda de la primera guerra mundial, cerrando al
concluir ésta.
Las
minas Piecito, de Fresnedoso de Ibor, y la de Castañar de Ibor,
cerca de Talavera, junto con otras próximas de otros metales, se han
asociado a una posible explotación en época Omeya ligada al
despoblado de Vascos.
Salamanca.
Minas
de La Tala, Guijuelo, Salamanca. Paraje de Barros Colorados.
Encajado en esquistos y grauvacas, el filón hidrotermal de estas
pequeñas cuatro minas es de plomo y wolframio, beneficiándose
galena, cerusita y vanadinita.
Mina
Florisada, pedanía Casas de Monleón, Endrinal de la Sierra.
Losacio.
En esta zona zamorana se explotaron ocres de antimonio, pero también
galena,. Siguiendo a De la Escosura, dos fueron los filones de plomo
argentífero. En ellos junto al plomo blanco, escaso de plata, la
galena y los minerales mezclados contenían cantidades notables. Un
filón corría de Losacio a Marquiz de Alba, y el otro por entero en
Losacio. Las minas fueron Clara, San José, San Marcos y San
Bartolomé. Próxima a Losacio, mina Valdeconejos. De ellas hoy no
queda nada, y los pozos fueron tapados.
Mina
Esperanza, Villar de la Yegua, acompañando esfalerita.
Lumbrales,
acompañando esfalerita.
Guadalajara.
Mina
San José, en La Bodera. Antigua explotación de galena argentífera
abandonada a principios del siglo XX.
Soria.
La
demanda alfarera (Agreda y otros alfares) propició la búsqueda de
plomo riojano en la zona de Aguilar del Río Alhama, mediado el siglo
XVIII.
Las
minas de Peñalcázar (Quiñonerías), activas desde entonces
por tres décadas, llegaron a ocupar a más de cien personas, con
buen rendimiento, explotando sus cuatro filones la Sociedad Minera El
Buen Deseo. Contaba con dos socavones y pozo malacate que descendía
hasta más de cien metros, hasta el filón Peña.La primera mina fue
Nuestra Señora de la Peña. Otras, Globo, Eloisa y Desengaño. La
mena era llevada a Cartagena, Murcia.
Avila.
Mina
de blenda y galena de Navalguijo, pedanía de Navalonguilla, Sierra
de Gredos.
Mina
del Cerrillo Altillo y Prado de la Aldehuela (El Barraco), con
blenda, galena, óxidos de cobre y hierro. Son filones hidrotermales
de cuarzo encajados en granito. Mina en el paraje Solana del Parrao,
Mina La Romana en Chorro Morueco, Mina la Reina, Mina Jarayana en
Majalbuey.
Sevilla.
El
Real de la Jara, se citan galena y blenda. Aznalcóllar, Castillo de
las Guardas, La Puebla de los Infantes. Estas áreas tuveron
explotaciones mineras de galena. El mineral era transportado hasta la
estación de ferrocarril de Azuaga con destino a la fundición de
Peñarroya; la explotación se mantuvo hasta el año 1910. Otras
minas de importancia fueron las del Grupo Laberinto, en Guadalcanal,
donde a principios del siglo XX trabajaban un centenar de operarios.
La galena se obtenía de hasta los ciento cuareta metros de
profundidad, se cargaba en ferrocarril en la estación de Berlanga;
la actividad cesó 1927.
Huelva.
En
toda la zona la galena aparece en mayor o menor proporción entre los
sulfuros polimetálicos, aunque de forma minoritaria frente a piritas
y sulfuros de cobre.
Los
Marines.
Aracena.
El
Macizo de Aracena forma parte de una gran franja de rocas
metamórficas muy antiguas que se extiende desde Portugal a Sevilla.
En el reconocimiento de Minas de d. Francisco de Mendoza, en tiempos
de Felipe II, se citan como mejores criaderos onubenses, de entre
cincuenta, los de Riotinto y Aracena. En una región
predominantemente pirítica, la mina Los Azores de Aracena produjo
trescientas arrobas de plata pura. El mineral era la galena
antimonial argentífera. A fines del XIX había dieciséis minas en
Aracena, dos de ellas de plomo.
Linares
de la Sierra. En la Nava se extrajo plomo argentífero,junto al
antimonio.
En
la Mina María Luisa, un asomo porfídico, junto a pirita y
carbonatos de cobre, se extrajo galena argentífera y blenda.
Málaga.
Minas
del Candado.
Mineralización de plomo con subproductos de zinc y hierro, en
dolomías tableadas estratificadas en gruesos bancos horizontales,
del Complejo Maláguide.
Minas
de Buenavista, Marbella. Con la fiebre del plomo de otras
provincias, se reabrieron estas minas de Sierra Blanca ya explotadas
en el siglo XVIII. Se construyó un sencillo horno de calcinación.
Fundido en barras llamadas galápagos, y transportado a lomos de
caballerías, se llevaba hasta el ferrocarril y se exportaba. Las dos
minas del Junquillo, San Marcos, el Registro, la Campana, San
Francisco, San Miguel, Desengaño, Emilia y otras de menor entidad
fueron abandonadas al agotarse la mena.
Minas de
Cañada de la Encina, Yunquera. Este paraje de la Sierra de las
Nieves era conocido también como Barranco de la Minas, de Duarte o
del Infierno. Mina San Eulogio, La Esperanza, Mi Pepe y El Convenio
explotaron plomo, otras cinc. La primera, encajada en dolomias
grises, con aspecto degruta natural y con abundante paragénesis, fue
la principal.
Minas de
Canillas de Aceituno. Mediado el siglo XIX se registraron tres minas
en este municipio, dos de ellas de plomo: San José, en la Peña del
Rey Moro, y Nuestra Señora de la Cabeza, en el Cerro de la Rábita.
Sin embargo, prospecciones recientes sólo han hallado peróxidos de
hierro, no galena.
Minas
de Alhaurín de la Torre o del Llano de la Plata. En 1851
escribió Ildefonso Marzo: sobre el monte que se halla en el Llano de
la Plata y cerros contiguos, entre Alhaurín el Grande y Alhaurín de
la Torre... vense restos de criaderos antiguos, aunque no de gran
consideración, ... capas de galena impura interpoladas entre las de
caliza dolomitica sin regularidad alguna, y que se extinguen a medida
que el terreno cierra un poco, amoldandose a las resquebrajaduras de
las rocas en disposición que se puede fácilmente adivinar su
formación. Hállase en las minas de Santa Rita y San José
interpuesta la galena acompañada del plomo carbonatado en cristales
imperceptibles y a veces de magnitud notable sobremanera en una capa
de hierro arcilloso, de aspecto escoriáceo, con una insignificante
cantidad de plata.
En
la cordillera que describimos hay diversos criaderos de mineral de
plomo, cobre, grafito y hierro. Los primeros que son los mas
abundantes se trabajan en el Llano de la Plata entre Alhaurín de la
Torre y Alhaurín el Grande en las minas nombradas de San José, el
Niño (alias Santa Rita), Angelitos y su Madre, que funden los
minerales en la fabrica, con dos hornos de cuba y otro de calcinar,
establecido junto al rio Guadalmedina. Las minas Observación y
Comoquieras, que alcanza a 23 pies de profundidad, suelen vender sus
minerales a la casa Heredía. Las llamadas Esmeralda, Carolina (alias
Ingleses), el Buen Criadero (alias Anillo) y otros que son explotadas
malamente por rebuscadores, llevan a fundir a otra fabrica con un
boliche y una pava establecida en la sierra a las inmediaciones de
este grupo de minas.
Minas
del Puerto de la Media Luna-Las Grajas, Mijas. Mármoles grises
azulados donde encaja galena argentífera, con fluorita y cinc. Minas
Pompeyo y Los Arenales
Riogordo.
Minas de
Montecorto, Ronda.
Mina en
Los Reales de Sierra Bermeja, plomo argentífero.
Mina de
alcohol argentífero en Alora, al noreste de la población, junto al
Arroyo de Sancti-Petri.
Al
noroeste de Estepona se citó mineral de plomo argentífero.
Minas de
Sierra Almijara (Nerja). Minas de plomo cinc (galena y calamina) en
el Barranco de los Cazadores. Se fundía el mineral en Motril. Minas
La Furia, San Antonio, Buena Fe, La Volcánica.
Mina del Arroyo del
Pagador, Cútar. El mineral, con el de Comares, se transportaba a
Torre del Mar.
La
Rioja.
Minas
de Jubera (Santa Engracia de Jubera), llamadas Túneles de los
Moros o Mina La Providencia. Comienzan a explotarse en la posguerra.
Un minero de Arnedo tomó la iniciativa y muestreó la galena de la
zona, y la empresa guipuzcoana que comenzó las labores recurrió a
personal especializado de La Unión, contratando trabajadores de
zonas plumbíferas: cántabros, andaluces, extremeños, vascos.
Funcionaron solamente trece años, y hoy se han puesto en valor como
reclamo turístico.
Huesca.
Minas
de Ruego y Liena, en Parzán (Sobrarbe).En 1912 la sociedad
franco-belga Minas de Parzán comenzó en esta mina del Sobrarbe
(Pico Liena) a explotar galena argentífera. Llegó a contar con
doscientos treinta trabajadores, y el acarreo del mineral se
realizaba con un cable aéreo de diez kilómetros. Las minas fueron
Luisa y Robert, y, hacia Bielsa, minas del Mallo, del monte Ruego,
Ana y Gela. Cerraron en 1927.
Lugo.
Mondoñedo.
Mina de Pausalido, registrada como La Castellana y antes como
Sorpresa, mediado el siglo XIX.
En
la Sierra del Caurel, las viejas minas de plomo y blenda de A
Morteira tuvieron una notable importancia para la economía de los
pueblos de la zona. Son dos explotaciones muy próximas entre sí.
Mallorca.
Mina
de Son Creus, o de Los Moros, Bunyola. Explotadas por los
romanos, en la ladera de la Sierra de Alfábia, configuran un
laberinto de galerías con hornos de fundición en el exterior
levantados con piedra caliza. Bolsadas y venillas de galena en un
banco de dolomía impregnada de calamina, principal objeto de
extracción, que se sacaba al exterior con vagonetas de madera.
Menorca.
Mina Francisca, en Binifabini, Mercadal, plomo y cobre.
Agradecimientos.
A Paco Castro, de Adra y José Luis Sola, de Granada, del Grupo
Mulhacén, y Javier Rodríguez, de Vidreres, del Grup Mineralogic
Català, por compartir este interés y facilitarme algunas muestras
de galena.
BIBLIOGRAFÍA
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para la investigación de los recursos minerales de España.
Instituto Tecnológico Geominero de España.
Wikipedia,
Enciclopedia libre.
Revista
Bocamina, IGME.
Recursos
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Recorrido
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Mineralogía
Topográfica Ibérica
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Consideraciones
sobre una ciudad romana de la antigua Carpetania: Consabura. Juan
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Miscelánea
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Caminos
de Barbastro. Daniel Vallés Turmo.
Minería
y poblamiento en la Sierra de Huelva, José Manuel Núñez Lasso de
la Vega.
Mineratlas.com
De
minería, metalurgia y comercio de metales. Julio Sánchez Gómez.
Yacimientos
mineros y minerales en Extremadura. María José Serrano Suárez.
Minas
y metalurgia en al-Andalus.... Alberto Canto García y Patrice
Cressier.
Patrimonio
geológico y minero. Su caracterización y puesta en valor. Isabel
Rábano y Josep Mª Mata Perelló.
Depósitos
Minerales de España. Fernando Vázquez Guzmán.
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minería de los metales y la metalurgia en Madrid. Luis Jordá
Bordehore y otros.
Algunos
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La
minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre
las cuencas carboníferas de Peñarroya-Bélmez y Fuente del
Arco-Guadalcanal. José Luis Hernando Fernández
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Minerales
de Aragón, Miguel Calvo Rebollar.
Patrimonio
Minero de Andalucia Oriental.
Recursos
del subsuelo de Asturias.
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