Las Minas de hierro del Rincón de
Morales, y unas viejas minas de plomo de camino.
De camino a las minas
de la Calera, en el Rincón de Morales, diputación de Perín, la
carretera empinada corre a poniente de la Sierra de la Muela, Cabo
Tiñoso y Roldán.
Entre Roldán y Peñas Blancas.
Bajando desde Perín hacia
La Azohía e Isla Plana, al dejar a la izquierda la senda que cruza
el Barranco del Infierno, poco después de pasado el desvío a la
derecha de la Senda de La Víbora, en el kilómetro 9, distando un
kilómetro y poco antes de llegar a la Cruz del Collado del Cambrón,
a nuestra izquierda, junto a un rellano cortado a unos metros de alto
en el piedemonte , un sendero de tierra conduce a unos vestigios
mineros, varios pozos cegados levantados de mampostería de gruesos
bloques en seco y una corta rafa, que algún libro antiguo de minería
identifica como unas minas de plomo. La cartografía llama a este
lugar Las Rellanas.
Pozos cegados de antiguas explotaciones en Las Rellanas.
Hacemos un alto para
ascender por la senda que llevaba a esas pequeñas labores, tapizada
del color plateado de las filitas y, en su arranque, con presencia de
rocas volcánicas rojizas y gris claro, seguramente arrancadas al
abrir el rellano citado.
Filitas bajo materiales carbonatados, más competentes.
Exfoliación en finas láminas.
Las filitas son rocas
metamórficas de grado muy bajo, que proceden de lutitas
sedimentarias, es decir, de sedimentos de limos y arcillas (en este
caso del Pérmico) metamorfizados.
Brillo sedoso de las filitas.
Su estructura, como la de
las pizarras, es planar, a menudo ondulada, por la disposición de
los filosilicatos que la componen: micas, cuarzo, talco, albita y
clorita. La textura, muy fina, es untuosa, como el talco, y el
brillo, sedoso. Es poco coherente y se deshace en lajas con
facilidad. En esta zona las filitas suelen ser gris plateadas, a
veces muy brillantes; a menudo se presentan violetas, o verdosas por
la cantidad de clorita.
Bandas verdosas por la clorita. El dominio de lo metamórfico.
Fractura de las filitas en ángulos muy limpios.
La fractura en ángulos
agudos crea escalones bien definidos y vivos en los cortes de los
taludes. Al pie, el material finamente descompuesto crea con la
humedad una pasta grisácea muy plástica.
Intercaladas en bancos,
son coronadas con materiales más duros, calizos o dolomíticos, por
lo que no dan un relieve característico en esta zona.
Un suelo de láminas de colores.
Hemos pasado unos
kilómetros atrás una cantera de láguenas (como se llama en
Cartagena a estas rocas de color violáceo) , o launas (en otros
afloramientos alpujarrides, como en Granada). Esa característica de
impermeabilidad las ha hecho tradicionalmente útiles para la
impermeabilización de las cubiertas de las casas.
Paisajes comunes en Murcia, Almería, Granada o Málaga.
Es hermoso recorrer un
paisaje tan distinto, predominantemente metamórfico: formas y
colores de los cerros llaman la atención por la belleza de estas
rocas., especialmente a quienes estamos familiarizados con el dominio
calizo.
Suelo verde y morado.
Las franjas plateadas a veces son interrumpidas por el color
verde claro. Estas rocas verdes tienen un tacto distinto, como
areniscas finas, aunque igualmente se exfolian en planos. Las
moradas, parecidas a la esteatita o piedra jabón, también son mates
y se desmenuzan muy fácilmente, son muy poco competentes.
A veces
aparecen franjas con intercalaciones de cuarcitas blancas, quedando
en la superficie en contacto con las filitas brillantes pátinas
plateadas. Como curiosidad, hemos encontrado un bloque de aragonito
blanco de cueva, con sus capas verticales y radiadas, de tipo
Karlsbad, quizá extraído al profundizar los pozos mineros. En todo
caso ni las mínima muestra de sulfuros. Algo de hidróxido de hierro
rojo impregnando el contacto de algunas cuarcitas. Proseguimos
nuestra excursión en dirección al Rincón de Morales, cuyas minas
son ya visibles desde el mirador de la carretera.
Minas del Rincón de Morales.
.
Las torres del cable minero van junto al camino de las Minas y llegan hasta el mar.
Se llama así este collado adyacente a Peñas
Blancas, la cumbre de Cartagena, muy cerca del límite con Mazarrón.
Se encuentran las minas cerca de La Azohía y de Isla Plana, y en un punto
llamado playa de La Calera terminaba el cable elevado que
transportaba por gravedad el mineral hasta un embarcadero. Desde
allí, en barcazas se llevaba a barcos de gran calado.
Acceso a la mina Aqueronte.
Este
grupo de concesiones tuvo gran producción, y sus hematites de hierro
se explotaron durante decenios, exportándose al extranjero. La ley
del mineral es buena, en torno a la mitad de su peso seco en hierro.
Hematites. Minas del Rincón de Morales. Diputación de Perín, Cartagena.
Hoy
pueden verse desde la orilla del mar sus grandes escombreras
marrones, los restos de instalaciones y construcciones dispersos a
media altura del monte, y algunos de los soportes de hierro del cable
transportador,
Barrancos y escombreras. El grupo se llama Minas de La Calera.
El
cable del que colgaban volquetes salvaba dos kilómetros y medio,
partía de Estigia, cruzando Alejandro y San Francisco, La primera
estaba flanqueada a poniente por Pedro Primero, Titán y San Antonio.
A Levante, por Aqueronte, la Fragua, El Yunque y San Francisco, de
norte a sur, de acuerdo con los planos publicados por d. Rogelio
Mouzo Pagán.
Más
arriba, en la ladera oeste de Peñas Blancas, diseminadas y más
pequeñas, las labores de la concesión Colón y otras antiguas.
El hierro de las Minas de La Calera, o del Rincón de Morales, se exportó a Inglaterra y Suiza.
A
principios de la década de 1960 paralizaron su actividad, tras su
reapertura en 1.951 por la Sociedad de Minas de La Calera.
Antes,
habían funcionado desde 1884 hasta 1931. La primiera actividad se
inició en La Fragua, por la Sociedad Forges de Firminy. Esta
sociedad tenía importantes concesiones hulleras en el valle del
Loira, y Firminy era un ejemplo de la incipiente industrialización
europea ligada a la explotación del carbón.
Oxidos e hidróxidos de hierro, Minas de La Calera.
Hoy
se sigue accediendo por el llamado camino de las Minas, a tramos mal
conservado, llano hasta el último tramo.
Abunda
el esparto, el romero, la aliaga; algunas parcelas a piedemonte
situadas a la umbría,verdes. En la zona alta señorea el espino.
Tolva minera en piedra seca.
No es
nuestra intención reproducir cuanto ya se ha publicado en diferentes
blogs sobre estas minas, destacando la notable información que
aportan los trabajos del autor citado, en una parte tomados del libro
clásico de Villasante sobre los criaderos de hierro de Murcia, en
otra fruto de sus investigaciones.
Hematites parda y roja, hematites especular.
Quedan
descritas por otros las instalaciones visibles: en mampostería de
la roca estéril de caja, o pedriza, la gran tolva de cuatro
compuertas, pozos, galerías, bóvedas, encachado del camino de
acceso, muros de contención, aljibes, balsas, etc. Algunas
edificaciones en ladrillo, cuadras, ...
Los soportes de las torres del cable, algunas ya caídas.
También
distintas publicaciones recorren parte de las más que reseñables
labores interiores, con profusión de fotografías.
Quedan
descritos también por senderistas las pistas y recorridos, las
referencias al paisaje, por espeleólogos cavernas y simas...
Entrada a la Mina San Antonio.
Hemos
echado de menos alguna información sobre la mineralogía del lugar,
pues apenas se encuentran referencias en web.
Hemos
visto en las escombreras enormes cantidades de rocas marrones
carbonatadas, algunas con cantidades inapreciables de la mena
explotable. Esta es la hematites, sea roja, parda o especular.
Algunas presentan tonalidades amarillentas o rojizas por los
hidróxidos de hierro. Al fragmentar algún bloque se encuentran
zonados de color azul gris oscuro, más pesados, que constituyen la
mena. Los hidróxidos, en particular cuando es limonita, son térreos.
Escombreras.
Hay indicios por todas partes de la hematites especular,
especialmente en la zona de acopios estriados donde se cargaban las
baldas o volquetes del cable de transporte. Más difícil es
encontrar bloques donde la especularita forme toda la masa. Este
mineral no se da, como en otros criaderos de hierro murcianos
visitados, con la estructura de hojas grandes y lisas. Es en su
práctica totalidad granular, cristales muy pequeños.
Mena de hierro de las minas cartageneras de Perín.
Además
de la presencia de cuarcitas claras, de modo casi anecdótico hemos
visto alguna goethita columnar, con cierta irisación. Escasea la
calcita.
Bloque de hematites roja. Minas de La Calera, junto a Peñas Blancas.
Lo
más curioso es la presencia de nódulos de hematites en las brechas
del camino de acceso. En particular destacan, con un color marrón a
casi negro, algunos de tamaño grande en las brechas lavadas por las
escorrentías de la rambla que corta el camino en un punto.
Nódulo negro de hierro en las brechas de la rambla. Un nódulo pequeño donde se ve la especularita en fractura fresca.
En este
sector, entre el material arrastrado por las aguas que discurren por
la ambla, abundan los nódulos de hematites especular. Han perdido
parte de su brillo natural al estar meteorizados, pero en fractura
fresca muchos combinan el metal masivo de color gris azulado o rojo
con zonados de especular de puntitos brillantes.
Hematites rodados en el ramblizo.
Bloque de oligisto de alta ley.
En estos rodados de hematites roja se aprecia un zonado de hematites especular.
Nada
pues, de interés para el coleccionista de minerales exigente. Mucho,
para quien disfruta de las rocas. Un día hermoso y cansado entre sol
y nubes de primavera que, yendo y viniendo, hasta nos han empapado.
Hierros de Murcia. Sexta entrada.
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