Probando
a pintar con cobre y cobalto.
Oxidos colorantes en pasta vítrea antigua. Cuentas de collar.
Hasta
el primer tercio del siglo XVIII los metales conocidos eran, desde
tiempos muy remotos, oro, plata, cobre, plomo, estaño, hierro,
mercurio, zinc y bismuto. Un químico sueco, en esas fechas, aisló
el metal cobalto, a menudo confundido con bismuto. El cobalto metal
posee características muy similares al hierro y al níquel, pero es
más escaso y más caro.
Oxido de cobalto molido.
Sin
embargo los compuestos de cobalto se han utilizado durante siglos
para obtener el color azul intenso en vidrio y cerámica.
Copa egipcia en pasta vítrea azul o verde turquesa denominada fayenza.
Cuentas de pasta vítrea coloreada con cobalto.
Anforilla griega en vidrio azul cobalto.
Unguentario de vidrio romano azul cobalto.
El óxido
de cobalto lo cita Cavanilles en algunos pueblos de la Sierra de
Espadán, en Castellón, en las areniscas triásicas. Señala su
presencia en
los montes de
Ayodar y Pavias , y mucho mas en Eslida. Hierro, cobre y cinabrio
acompañan estas mineralizaciones.
Escuterudita.
El cobalto está presente en
minerales como la eritrina, la cobaltocalcita, la asbolana o la
escuterudita. Estas menas cobaltíferas no servían como menas
metálicas. Los
primeros intentos de fundirlas para obtener metales fracasaban dando
en su lugar sólo óxido de cobalto en polvo, y además este proceso
era tóxico por el contenido en arsénico.
Cobaltocalcita.
Las
producciones de Manises están ligadas a estas minas, y el óxido de
cobalto extraído se destinaba íntegramente a ellas.
Junto
a las produciones monocromas en cobalto, fundamentalmente azulejería,
para las vajillas de mesa se especializaron los talleres maniseros en
las lozas doradas, que combinaban los perfilados cobalto con rellenos
y decoraciones lineales en cobre obtenido por reducción en tercera
cocción (bizcochado, aplicación de baño estannífero y pintura
cobalto, y antes de la tercera, reductora, pintura con óxido de
cobre).
Loza dorada de Manises.
Ladrillos pintados en verde de cobre, morado de manganeso y melados de óxido de hierro, inspirados en las producciones andalusíes de Mertola.
Cronológicamente,
a las producciones azulejeras de Paterna y Manises en verde y morado
(cobre y manganeso sobre fondo de blanco de estaño), con
representaciones de plantas estereotipadas y animales, propias de
finales del s.XIII y XIV, siguieron los azulejos
pintados en azul de cobalto y reflejo metálico. Ello supuso la
innovación técnica valenciana más destacable.
Motivo de la azulejería de Paterna, siglo XV. Oxido de cobalto sobre esmalte estannífero.
Bizcochado, baño de esmalte en crudo y pintura con óxido de cobalto.
Cocido el esmalte decorado con cobalto, aplicación de lustre de cobre.
Loza dorada y azul gótica.
Manises y Paterna
produjeron masivamente azulejos decorados con este pigmento. La base
decorativa de estas producciones es siempre el esmalte estannífero,
utilizándose como pigmentos los óxidos de cobalto, manganeso, a
veces el cobre en oxidación y el reflejo metálico. Los motivos
decorativos muestran influencia malagueña, tanto en azulejos como
en los platos, cuencos y jarros de loza dorada o azul. elementos
iconográficos geométricos y vegetales de raíz musulmana como los
atauriques, las alafias, los árboles del Paraíso, los pavones, las
piñas persas, las palmetas rayadas, así como vírgulas y retículas
y las pequeñas espirales y paralelas .
Cuencos y escudillas de loza dorada y azul.
Por
otra parte existen composiciones de pequeños azulejos que presentan
los temas típicos de la loza azul contemporánea: flores de puntos o
de perejil, zarcillos, epigrafías, estrellas y hojas rayadas. Los
cardos, las clavellinas, los ramos con ejes en diagonal, las
rosetas... son elementos que se van estereotipando buscando el poder
rellenar la superficie blanca con elementos sencillos pero atractivos
de ejecuciòn seriada, simétrica, combinables entre sí y adecuados
al movimiento natural del pincel y la muñeca.
Azul cobalto de Manises en una pieza del siglo XIX.
Azul cobalto de Manises en una pieza del siglo XIX.
En
los cuencos ejecutados como muestra se ha podido experimentar con la
cualidad del óxido de cobalto para producir líneas de distinto
espesor y rellenos. Los dorados se han ejecutado con la técnica
contemporánea del lustre metálico, pintado y sometido a cocción
posterior a una temperatura en torno a 740 grados. El uso del lustre
plantea otros problemas al disolverse en base de trementina, lo que
obliga a utilizar una densidad óptima porque o bien no corre el
pincel o bien el exceso de diluyente corre la limpieza de las lineas
al pintarse sobre un medio no absorbente, como es esmalte cocido.
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