LOS MINERALES DEL SUR DE ALICANTE.
Excursiones mineralógicas.
Por Juan Antonio Pérez Meca,
Grupo Mineralogista de Elche
Sílex del Vinalopó, Elche.
La provincia de Alicante
es pobre en minerales. Si la comparamos con la vecina Murcia,
paupérrima.
No pretendemos describir
exhaustivamente la mineralogía alicantina, sino, ciñéndonos al
área más próxima a Elche, poder visualizar algunos de los
minerales más comunes que se pueden encontrar, y ello condicionado por las
excursiones propias donde hemos tomado fotos.
Sierras entre Albatera y Orihuela.
Tampoco nuestro criterio
es el del coleccionista, que busca la perfección de los cristales, o
la rareza de la especie. Muy al contrario, presentamos aquellos que
pueden ser encontrados por cualquier persona no experta, por su
relativa abundancia. Y ello ligado al contexto geológico donde
aparecen, al paisaje, por tanto. Una visión amplia, más geológica
y asistemática.
Filón de yeso fibroso. Finestrat.
Aunque pobre en minerales,
Alicante es, por contra, una provincia muy rica en fósiles, y su
geología muy diversa e interesante.
Nummulites. Eoceno de Aspe.
Las distintas
publicaciones que fue realizando d. Daniel Jiménez de Cisneros en el
Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural fueron
pioneras en la observación de campo de la mineralogía alicantina. De anteriores naturalistas hay aportaciones menos relevantes, puntuales.
Estratos en una rambla. La Alcoraya.
Las distintas memorias
geológicas de las Hojas del IGME recogen también aspectos
relacionados con la mineralogía alicantina, especialmente aquellos
que puedan tener valor de explotación industrial.
Aunque los tratados
clásicos de mineralogía española han venido recogiendo citas de
especies presentes en la provincia, ha sido la publicación de
Minerales de la Comunidad Valenciana, de Juan Miguel Casanova
Honrubia y Manuel Canseco Caballé, la aproximación más detallada,
por la delimitación geográfica de su ámbito de estudio, a los
minerales de Alicante.
Margocalizas rojas.
Sin embargo este tipo de
publicación ofrece la perspectiva de la mineralogía sistemática,
de modo que se van citando especies según los Grupos de pertenencia,
enunciando al final su presencia en una u otra localidad del
territorio valenciano, por lo que difícilmente se obtiene una
perspectiva desde el ámbito geográfico provincial, de sus
minerales en relación con su geología y, por tanto, de sus
paisajes.
Buscando baritocelestina.
Algún trabajo de
coleccionistas particulares, encuadrados en asociaciones
mineralogistas, ha ido reconociendo con mayor detalle algunas
especies en determinadas zonas, como “La mineralogía en San
Vicente del Raspeig y partidas rurales adyacentes”, o “La
Celestina en Alicante”, ambos de José Ramón Pastor Aliaga.
Drusa de cristales de yeso. Petrer.
Desde hace unos años, dos
asociaciones de aficionados, coleccionistas y comerciantes de
minerales, han venido publicando sus excursiones y colecciones. La
Asociación Minerálógica de San Vicente del Raspeig (AMPSVR), y el
Grupo Mineralogista de Alicante (GMA), que ha publicado en su
web numerosas excursiones de visitas a yacimientos y recolección
de muestras de minerales. La labor de ambos grupos a través de la
publicación de sus salidas de campo en internet ha estimulado el
conocimiento y el mercado del coleccionismo alicantino.
Keuper.
Desde hace más de treinta
y cinco años el Grupo Mineralogista de Elche, (quien esto
escribe, junto con mi hermano Javier, autor de "Afloramientos minerales del Cabeçonet en el término de Busot" y José Francisco Sáez Molina, Quico, iniciador junto con Antonio Sáez de la Feria Naturalia y vocal de la sección de Minerales del Museo Paleontológico de Elche, y la incorporación más reciente de Pascual Sánchez Casales)
hemos venido realizando excursiones mineralógicas no solamente por
los alrededores de Elche, sino también por las provincias
limítrofes, en especial la sierra minera de Cartagena y provincia de
Almería, y, con menor frecuencia, algunas salidas a minas de
provincias lejanas.
Entre Orxeta y Finestrat.
Las fotografías que
acompañan esta publicación recogen una ínfima parte de una
actividad silenciosa de tantos años. Por desgracia, no conservamos
registros fotográficos de muchíimas salidas de campo antiguas,
que sin duda hoy serían del mayor interés.
Aragonito violáceo.
Alicante es tierra rica en
rocas industriales: calizas, areniscas, mármoles, yesos, alabastro,
arcillas.
Como minerales explotables, arcillas aparte, destacan dos, el yeso, y la sal marina (halita),
verdadera especie reina de la mineralogía provincial. Se da también
la sal gema en el domo del Pinoso, monte redondo que destaca en un
paisaje de arcillas, margas y yesos de colores muy variados del
Triásico superior.
Agost.
Es en este Triásico de
facies Keuper de Alicante donde puede encontrarse más variedad de
especies minerales. En el mismo Elche, en Crevillente y hacia el
oeste, hacia Albatera o el Pinoso, en el medio Vinalopó, Aspe,
Monforte, Novelda, Elda, Petrel,...hasta Villena; en torno a la
capital, Agost, Tibi, el Monnegre,...y más al norte, de La Vila
hacia Orxeta o Finestrat, son muchos los enclaves de esta facies
triásica, donde la presencia de cuarzo hematoideo llamó
desde siempre la atención del naturalista curioso o del sencillo
excursionista.
Cuarzo hematoideo o Jacinto de Compostela.
El cuarzo hematoideo o
jacinto de Compostela es un mineral de los llamados
autígénicos, es decir, formado en la roca en que se halla, en
este caso el yeso. La perfección y color de los cristales, a menudo
sueltos, ha sido un referente de la mineralogía de esta tierra muy
conocido y apreciado. Hemos encontrado perfectos cristales en Elche,
en Tossal Redó, en la Sierra de las Indias, en Orxeta, en el
Monnegre, en Villena, en Pinoso y en otros lugares. Los colores van del rojo al naranja, rosado, blanquecino o transparente. La variedad negra es más rara.
Materiales triásicos.
Otros minerales autígenos
del Triásico son precisamente esa variedad negra de este cuarzo, el llamado
morión, la teruelita, hematites, pirita,
magnesita, celestina y barita, especies todas
descritas en el diapiro del Cabezo de la Sal de Pinoso.
Entorno del Cabezo Negro de Albatera.
A la abundancia de yesos,
a menudo se acompaña algo de aragonito, cuarzo hematoideo,
teruelita o pirita en ínfimas cantidades.
Aragonito.
El Keuper está salpicado
en algunas zonas de pequeños asomos de diabasas; su diferente
litología proporciona allí especies muy distintas. De entre estos
afloramientos de ofitas, destaca el Cabezo Negro de Albatera.
Margas versicolores de Agost.
Allí se han ido
determinando recientemente una serie de especies propias del ambiente
formador subvolcánico que han doblado las citas de especies
alicantinas. Creo que si a los minerales de la comunidad valenciana
se restasen los aparecidos en esta cantera y en la del Tozal Negro de
Barxeta, en Valencia, quedaría reducido a la mitad el número de
especies. Sin que, por su infima cantidad en ambos enclaves, pase de ser algo anecdótico desde el punto de vista de la
geología general valenciana.
Cabezo Negro de Albatera.
Limonita. Verdegás.
Estas doleritas
afloran en parte de la isla de Tabarca, hallandose en ellas algún asbesto, la riebeckita.
Riebeckita. Isla de Tabarca. Citada en las ofitas de Orihuela, también.
Minas de ocre. Camí dels Cocons, Mutxamel.
El dominio calizo, en sus
distintos pisos geológicos, proporciona algunas especies propias
del medio sedimentario, como muchas formas de la omnipresente
calcita.
yeso fibroso.
La calcita o carbonato cálcico
aparece en escalenoedros o dientes de perro. Se da en filoncillos o
bolos de arrastre en forma compacta de exfoliación cristalina, en tonalidades blanca, gris, rosada, marrón, jaspeada.
Calcita .
Las calizas negras del la
vieja cantera del Mos del Bou, en Albatera, la Sierra Negra de Elche,
los niveles desnudos del cretácico de Busot, los filones en las
diabasas...son sitios propicios para encontrar masas
exfoliables. Las de mayor transparencia se encontraron en las
terreras de la mina Oriolana (u Horcolana, citan algunos) de Busot.
Pequeñas drusas y geodas con cristales de calcita son frecuentes en cualquier cantera de calizas. A veces aparecen
filones bandeados donde grandes dipirámides grises convergen hacia
el centro.
Recristalizada, forma los mal llamados mármoles, abundantes en las comarcas del interior,
en La Romana.
Arcillas ferruginosas cuaternarias entre Elche y Crevillente.
Cuando el carbonato
cálcico contiene magnesio forma el mineral dolomita.
Cristalizado, aparece de modo anecdótico en el Keuper en forma de
teruelita.
Aragonito triásico.
El aragonito es
primo de la calcita; con la misma composición, este carbonato
cálcico adopta unas formas cristalinas propias y es menos estable
que la calcita. Son muy conocidos los yacimientos de Loma Badá, en
Petrel, y recientemente se han presentado hermosos cristales en
drusas del paraje de los Cinco Ojos, en Aspe.
En forma acicular y
ramilletes de prismas hexagonales se cita en Agost y parajes
triásicos colindantes con el término de Alicante. Estas maclas
prismáticas son propias del keuper, entre yesos, arcillas y margas.
Con
carácter estalactítico
se encuentra en viejas canteras de la zona de Pinoso.
Silex. Elche.
El sílex o pedernal
se considera una roca compuesta de cuarzo amorfo criptocristalino. Su
interés radica en que su uso inveterado durante la prehistoria para
tallar herramientas lo asocia a menudo a yacimientos arqueológicos,
como materia prima.
Nódulo de Sílex. Crevillente.
Hemos constatado su
presencia en numerosos lugares. Recientes trabajos de carácter
arqueológico centrados en las prospección de recursos líticos han
determinado áreas de procedencia de sílex hallado en contextos
arqueologicos en las comarcas centrales de Alicante, entorno de
Sierra Mariola, Alcoy, Cocentaina...
Canto de pedernal. Vinalopó.
Ya se han citado los
nódulos del Vinalopó, en Aspe, a veces de gran tamaño en Elche,
como en Rincón de Morera, negro en el pantano de Elche. Aflora
abundante aunque gris y astilloso, de escaso valor para su
aprovechamiento en la talla lítica, en el extremos más oriental de
la Sierra del Cid.
Keuper de Orxeta.
Limonitas
pseudomórficas de pirita a veces salpican suelos blanquecinos,
arrastradas de estratos eocenos o cretácicos. Suelen encontrarse en
abundancia en algunas zonas, como Aspe,Agost, el Verdegás, o Elche.
Barito celestina. La Murta. Agost.
El medio evaporítico
ocupa importantes extensiones y es rico en yesos que a veces
cristalizan en sus formas típicas con desarrollos notables.
Yeso fibroso entre margas. Aspe.
En los últimos años los
coleccionistas de toda España, y aun extranjeros, han codiciado de
entre los minerales alicantinos, fundamentalmente los procedentes del
Cabezo Negro de Albatera, por el hermoso color verde de la epidota
(clinozoisita)y la perfección de otros cristales que la
acompañan ( titanita, grosularia, andradita, cuarzo cristal de
roca, prehnita, bisolita, ferrohorblenda, calcopirita...), además
de la magnesita de un pequeño afloramiento inmediato al
Cabezo (Loma de Carranza, ya en término de Orihuela).
Ferrohornblenda. Cabezo Negro de Albatera.
También son apreciados
los ejemplares de celestina de distintos puntos de la
provincia (Rabasa, Serreta larga, Busot (donde se cita estroncianita)
, Fontcalent, Alcoraya, Agost, Aspe, Tibi, Moralet, Sierra del
Hurchillo de Arneva ), sin que el proyecto de investigación para la
posible explotación industrial de la misma, de la Universidad de
Alicante, denominado Melibea, llegara a determinar su explotabilidad.
Es pues, un mineral exclusivamente para el coleccionismo.
Celestina. Arneva, Orihuela.
Celestina fibrosa. Aspe.
Barito celestina. La Alcoraya.
Otros minerales de interés
exclusivamente coleccionístico por su escasez casi anecdótica, han
sido el hallazgo de algunos ejemplares de cuarzo azul en Los
Vives (otro asomo ofítico), de algún pequeño aunque perfecto
cristal de hematites en el cabezo salino del Pinoso, de algún
cristal de fluorita en una cantera próxima a San Vicente del
Raspeig, algunas analcimas en una cantera de Calpe, el lignito
de Alcoy o el ámbar de Jijona.
Estratos en el Keuper.
A modo de reseña
histórica se cita cinabrio en La Alcoraya, y se presentan indicios
de galena de la Serra dels Talls (Moralet), o Rabasa, todos ellos
citados por Pastor Aliaga.
Cantera. La Murta. Agost.
Pero cuando uno sale a
prospectar amplias zonas del paisaje alicantino, será lo normal que
descubra algo de calcita, quizás algún nódulo de sílex
en conglomerados y ramblas, yesos abigarrados, masivos,
versicolores, o sus cristalizaciones más comunes, el espejuelo y la
macla conocida como punta de flecha.
Yeso en punta de flecha. Las Espejeras, Monforte.
Se da el yeso fibroso
en ramblas y torrenteras que lo dejan al descubierto en filoncillos
de estructura acicular, de muy blanco a grisáceo, verdoso o marrón
por incorporación o tinción de las arcillas envolventes.
Filón de yeso fibroso. Finestrat.
En el cretácico estos
filones suelen ser de una mezcla de calcita, bario y estroncio,
delatándose por su mayor peso la mayor presencia de esos dos
últimos elementos. Es el mineral baritocelestina.
El yeso espejuelo
abunda en muchos lugares. Se explotó en la Sierra Negra de Aspe,
en Las Espejeras de Monforte, en canteras del pantano de Elche, en La
Alcoraya,...
Bloque de baritocelestina. Elche.
Los cristales más
perfectos proceden de la cantera de alabastro de Lillo, y hemos
encontrados grandes masas y hermosas drusas cristalinas en Petrel.
Bloque de yeso especular completamente translúcido. Petrer.
Los nódulos compactos y
muy rojos, cristalinos en fractura, abundan en el Mortero, en Elche.
Yesos en flecha, en el
triásico de Elda y Petrel, en Las Espejeras de Monforte, de tonos
marrones y verdosos.
Nódulo de yeso cristalino rojo. Elche.
De gran tamaño y
perfección son los que aparecieron en la Garganta de Crevillente en
el contacto del Mioceno, de tono ámbar.
Yesos en masas de pequeñas
escamas brillantes y sacaroides abundan en todo el Trías.
Yeso sacaroide. El Verdegás.
Pero quizás sería
necesario partir de la comprensión del esquema geológico básico
del sur de Alicante para visualizar mejor las áreas donde afloran
más diversidad de minerales.
Si trazamos una línea
imaginaria entre Alicante y Villena, el territorio de la provincia
que queda al sur podríamos describirlo como una gran cuenca neógena
de edad cuaternaria con los relictos del prebético interno de las
sierras de Callosa y Orihuela, un gran manchón subbético colindante
con el límite de Murcia al sur del Pinoso, y una serie de grandes
islas de Jurásico, Cretácico y Paleógeno correspondientes al
Prebético, que se intercalan con manchas triásicas en torno a esa
divisoria imaginaria.
Serra dels Talls.
Esta perspectiva geológica
nos ofrece a la vista tres paisajes característicos: el
dominio del llano (cuaternario), el de las montañas y piedemontes
con escasa vegetación, de perfiles bien definidos y muy variados
(Paleógeno, Cretácico, Jurásico), y los paisajes coloreados, a
menudo rojizos, generalmente en zonas deprimidas atravesadas por
ramblas, dominio de arcillas y yesos (Triásico).
Quisiera hacer notar que
esta desnudez del paisaje, lejos de afearlo, es de gran y belleza,
pues lo que la vegetación no puede aportar, lo aporta la geología,
variada de formas, estructuras, pliegues, colores.
Agost.
Cada uno de estos paisajes
se relaciona con una geología propia que condiciona las
mineralizaciones., que en el sur de Alicante son de varios tipos.
Finestrat.
Yesos en Las Espejeras, Monforte del Cid.
Escasísimas o casi nulas
las filonianas, con algunos diseminados cupríferos en La
Aparecida, en la Sierra de Orihuela, que crecen en importancia
prolongándose a Santomera.
Algunas concentraciones
ferruginosas sedimentarias en materiales triásicos, con
goethita y hematites, se encuentran también en la
Sierra de Orihuela, junto a unas minillas de magnetita entre
Sax y Villena,
Ocres. Mutxamel.
En las mineralizaciones
estratiformes de los depósitos recifales afloran margas
azuladas, con celestina (sulfato de estroncio), como en
Busot y Alicante.
Rellenado cavidades del
karst, junto a calcita y dolomita, se han explotado hierros
(siderita), en particular en el Cabeçó d´Or, y ocres
(San Vicente, Busot, Mutxamel).
Barito celestina. Agost.
De las mineralizaciones
evaporíticas destacan con mucho las abundantes explotaciones
de yesos, con calcita y anhidrita, en su mayoría del Keuper
(Crevillente, Elche, Aspe, Agost, Monforte, Monóvar, Novelda,
Crevillente, y algunas de edad miocena messiniense como
Benejúzar o San Miguel de Salinas.
Yeso. Petrer.
Estos yesos ocupan grandes
extensiones, y han venido explotándose para la construcción durante
siglos. Los restos de hornos de calcinación de estos yesares,
algepsares, junto con ruinas de pequeños habitáculos de mampostería
se encuentran en un sinfín de canteras a veces diminutas.
Construcción en piedra seca, en una yesera. Las Espejeras. Monforte.
Citamos también algunos
depósitos ínfimos de azufre en margas blancas miocenas en
términos de Tibi y Petrer, acompañados de epsomita y algo de
aragonito, hoy extintos.
Yeso especular. Las Espejeras. Monforte.
Yeso, Casa Monfortera. Aspe.
Como resumen de lo
expuesto, en cuanto a valor explotable, aparte de las explotaciones
de rocas y su transformación en placas de revestimiento, arenas,
gravas, o ripios, son las arcillas, el yeso y la sal, las
grandes explotaciones aprovechadas.
Masa ferruginosa y oquerosa. Camí dels Cocons. De Sant Vicent a Mutxamel.
La halita, o sal marina,
de Santa Pola y Torrevieja, ha sido y es una importantísima riqueza
mineral alicantina.
Otras de muchísima menor
entidad han sido algunos hierros: la hematites de Orihuela, la
magnetita de Villena y la siderita del Cabeçó d´Or, los ocres
amarillos de San Vicente y Mutxamel, o los rojos de la mina San
Francisco, del Albir. El cinabrio de la mina del Carmen, también en
Orihuela, citado además como indicio en La Alcoraya, y las pequeñas
minas de azufre de Tibi y Petrer.
Ocre. El Sabinar.
En cuanto a las rocas
alicantinas que se explotan y comercializan con gran pujanza, las
hay que son calizas fosilíferas, transformadas por
diagénesis, como los llamados comercialmente mármoles crema marfil
o rojo Alicante de los cotos de Pinoso y La Romana.
Otras son dolomías
brechificadas (marrón imperial o marrón emperador, o la piedra
negra de Callosa).
Mina de ocre. Mutxamel.
Las calizas negras
raiblienses ya las citaba Cisneros por su uso en arquitectura
monumental en Aspe o en Alicante.
La piedra tosca de
Teulada, la de las canteras del monte San Julián, las del Ferriol de
Elche, o la de Bateig en Petrel, son calcarenitas bioclásticas.
Escombreras y ruinas en las minas de Ocre.
Con esta referencia al uso
industrial cerramos este modesto artículo que, sin embargo, queda
abierto a ir ampliándose y recoger cuantas notas puedan ser de
interés para el aficionado a los minerales.