viernes, 26 de septiembre de 2014

Cerámica ibérica


Cerámica ibérica.


Kalathos, caliciformes y otras formas ibéricas con decoración figurada. Se han usado tres barros y dos pigmentos distintos.
       La cerámica figurada ibérica tiene una personalidad muy acusada. No pretendo explicar lo que los buenos conocedores ya saben, hay muchos estudios, en lo tocante a su simbolismo, en especial en el estilo denominado Elche-Archena. Sí quiero resaltar que estas decoraciones levantinas no se parecen a las de ninguna otra cultura. los geometrismos de la primera época, que perduran en las producciones turdetanas y bastetanas, tienen similitudes con, por ejemplo, grafismos de las producciones chipriotas o micénicas, muchas veces sencillas fórmulas decorativas condicionadas por el soporte, el torno lento o torneta, y el pintar a mano alzada.
Kalathos de La Alcudia con ave explayada en la metopa principal y estrígiles en la banda inferior.
       No es fácil pintar a mano alzada las líneas de óxido de hierro con la finura y elegancia en las curvas, con la precisión en los detalles. se dibuja y se rellena, en esto el óxido de hierro tiene unas características cubrientes óptimas. Pero algunos aspectos influyen notoriamente en la calidad del dibujo, en lo que se refiere a ejecución, no hablo del motivo o del concepto. Estos aspectos son: la curvatura de la pieza, el grado de humedad, la calidad del pincel, la densidad del pigmento y el apoyo del canto de la mano.
Obsérvese la limpieza de las líneas y la elegancia y perfección de las curvas, que se ensanchan en los giros al inclinar el pincel. estos detalles suponen una gran maestría. Bajo el asa aplicada de cordón, imagen de Tanit alada.
Masa de óxido de hierro. Gossan de Nerva.
       La excesiva humedad hará resbalar el pigmento; la pieza demasiado seca no deja correr el pincel. En ambos casos, la variación depende además de la densidad de la pintura, es decir, de la proporción entre el óxido de hierro y el agua, partiendo de un molturado óptimo del pigmento y que esté lo más diluido posible.
Kalathos recién torneado. Pasta bien decantada.
       Una vez torneada la pieza la retorneo para definir el pie y aligerar el peso, generalmente tras al menos doce horas de secado. El retorneado crea estrías horizontales y saltos en la superficie externa de la pieza que deben ser después pulidos. El afilado de la herramienta, en este caso un retorneador contemporáneo, es muy importante, pues si el frente de la cuchilla está curvado por desgaste, será muy difícil igualar la superficie.
Ejecución de las paralelas de diferentes grosores a torneta.
       Las líneas más o menos gruesas, a menudo bandas anchas flanqueadas por líneas, delimitan espacios horizontales en la pieza, metopas, donde se desarrolla una decoración independiente, generalmente centrada en la metopa superior o principal. El uso de la torneta y la habilidad en la sujección y apoyo de las manos es muy importante para obtener líneas precisas y de ancho homogéneo, pues en la superficie hay zonas más pulidas que otras, zonas más secas y menos, y esto condiciona la absorción. Otro factor a tener en cuenta es la capacidad de carga del pincel. El uso de engobes claros sobre el barro tiene dos funciones:  destacar el dibujo, contrastarlo más, y también homogeneizar la superficie, tanto porque rellena saltos no apreciables a veces a la vista, como por conseguir una humedad uniforme en la pieza en el momento de pintar.
Pintando los roleos o espirales ibéricas tan características
La mano alzada precisa de apoyos para trazar espirales mediante el juego de muñeca.
Cerámica ibérica decorada en fase de secado. debe permanecer alejada del sol directo y de un exceso de corrientes de aire.
Orificio de ventilación de un horno eléctrico.
        La cocción requiere alcanzar una temperatura en tono a 950 grados. El color de la terracota será muy uniforme. En las piezas ibéricas originales, cocidas en horno de doble cámara con leña, se producen ahumados, reducciones parciales, variaciones térmicas según el punto del horno y la forma en que está colocada cada pieza, temperaturas sobrepasadas o deficientes, todos los fenómenos propios de un proceso con una aleatoriedad mucho mayor. Sin embargo el resultado suele ser excelente, piezas bien cocidas, arcilla compacta, y un hermoso tono ocre debido a una reducción parcial en la fase final de cerramiento del horno para evitar el choque térmico del enfriamiento que no puede conseguirse en horno eléctrico.
Conjunto de cerámica de inspiración ibérica ya cocida.
Distintas tonalidades de óxidos de hierro en el gossan de Cantera Los Blancos, La Unión.
       El engobe ha humedecido la superficie de este kalathos ilicitano mejorando la calidad de las líneas de pigmento de hierro. preparado para el horno.
Kalathos ibérico ilicitano por cocer.

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