domingo, 7 de abril de 2019

Las Minas de hierro del Rincón de Morales, y unas viejas minas de plomo de camino.







Las Minas de hierro del Rincón de Morales, y unas viejas minas de plomo de camino.

De camino a las minas de la Calera, en el Rincón de Morales, diputación de Perín, la carretera empinada corre a poniente de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán.


Entre Roldán y Peñas Blancas.

Bajando desde Perín hacia La Azohía e Isla Plana, al dejar a la izquierda la senda que cruza el Barranco del Infierno, poco después de pasado el desvío a la derecha de la Senda de La Víbora, en el kilómetro 9, distando un kilómetro y poco antes de llegar a la Cruz del Collado del Cambrón, a nuestra izquierda, junto a un rellano cortado a unos metros de alto en el piedemonte , un sendero de tierra conduce a unos vestigios mineros, varios pozos cegados levantados de mampostería de gruesos bloques en seco y una corta rafa, que algún libro antiguo de minería identifica como unas minas de plomo. La cartografía llama a este lugar Las Rellanas.


Pozos cegados de antiguas explotaciones en Las Rellanas.

Hacemos un alto para ascender por la senda que llevaba a esas pequeñas labores, tapizada del color plateado de las filitas y, en su arranque, con presencia de rocas volcánicas rojizas y gris claro, seguramente arrancadas al abrir el rellano citado.


Filitas bajo materiales carbonatados, más competentes.

Exfoliación en finas láminas.

Las filitas son rocas metamórficas de grado muy bajo, que proceden de lutitas sedimentarias, es decir, de sedimentos de limos y arcillas (en este caso del Pérmico) metamorfizados.

Brillo sedoso de las filitas.

Su estructura, como la de las pizarras, es planar, a menudo ondulada, por la disposición de los filosilicatos que la componen: micas, cuarzo, talco, albita y clorita. La textura, muy fina, es untuosa, como el talco, y el brillo, sedoso. Es poco coherente y se deshace en lajas con facilidad. En esta zona las filitas suelen ser gris plateadas, a veces muy brillantes; a menudo se presentan violetas, o verdosas por la cantidad de clorita.

Bandas verdosas por la clorita. El dominio de lo metamórfico.

Fractura de las filitas en ángulos muy limpios.

La fractura en ángulos agudos crea escalones bien definidos y vivos en los cortes de los taludes. Al pie, el material finamente descompuesto crea con la humedad una pasta grisácea muy plástica.
Intercaladas en bancos, son coronadas con materiales más duros, calizos o dolomíticos, por lo que no dan un relieve característico en esta zona.

Un suelo de láminas de colores.

Hemos pasado unos kilómetros atrás una cantera de láguenas (como se llama en Cartagena a estas rocas de color violáceo) , o launas (en otros afloramientos alpujarrides, como en Granada). Esa característica de impermeabilidad las ha hecho tradicionalmente útiles para la impermeabilización de las cubiertas de las casas.

Paisajes comunes en Murcia, Almería, Granada o Málaga.

Es hermoso recorrer un paisaje tan distinto, predominantemente metamórfico: formas y colores de los cerros llaman la atención por la belleza de estas rocas., especialmente a quienes estamos familiarizados con el dominio calizo.

Suelo verde y morado.

 Las franjas plateadas a veces son interrumpidas por el color verde claro. Estas rocas verdes tienen un tacto distinto, como areniscas finas, aunque igualmente se exfolian en planos. Las moradas, parecidas a la esteatita o piedra jabón, también son mates y se desmenuzan muy fácilmente, son muy poco competentes. 
A veces aparecen franjas con intercalaciones de cuarcitas blancas, quedando en la superficie en contacto con las filitas brillantes pátinas plateadas. Como curiosidad, hemos encontrado un bloque de aragonito blanco de cueva, con sus capas verticales y radiadas, de tipo Karlsbad, quizá extraído al profundizar los pozos mineros. En todo caso ni las mínima muestra de sulfuros. Algo de hidróxido de hierro rojo impregnando el contacto de algunas cuarcitas. Proseguimos nuestra excursión en dirección al Rincón de Morales, cuyas minas son ya visibles desde el mirador de la carretera. 


Minas del Rincón de Morales. 
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Las torres del cable minero van junto al camino de las Minas y llegan hasta el mar.
Se llama así este collado adyacente a Peñas Blancas, la cumbre de Cartagena, muy cerca del límite con Mazarrón. Se encuentran las minas cerca de La Azohía y de Isla Plana, y en un punto llamado playa de La Calera terminaba el cable elevado que transportaba por gravedad el mineral hasta un embarcadero. Desde allí, en barcazas se llevaba a barcos de gran calado.

Acceso a la mina Aqueronte.

Este grupo de concesiones tuvo gran producción, y sus hematites de hierro se explotaron durante decenios, exportándose al extranjero. La ley del mineral es buena, en torno a la mitad de su peso seco en hierro.

Hematites. Minas del Rincón de Morales. Diputación de Perín, Cartagena.

Hoy pueden verse desde la orilla del mar sus grandes escombreras marrones, los restos de instalaciones y construcciones dispersos a media altura del monte, y algunos de los soportes de hierro del cable transportador,

Barrancos y escombreras. El grupo se llama Minas de La Calera.

El cable del que colgaban volquetes salvaba dos kilómetros y medio, partía de Estigia, cruzando Alejandro y San Francisco, La primera estaba flanqueada a poniente por Pedro Primero, Titán y San Antonio. A Levante, por Aqueronte, la Fragua, El Yunque y San Francisco, de norte a sur, de acuerdo con los planos publicados por d. Rogelio Mouzo Pagán.
Más arriba, en la ladera oeste de Peñas Blancas, diseminadas y más pequeñas, las labores de la concesión Colón y otras antiguas.

El hierro de las Minas de La Calera, o del Rincón de Morales, se exportó a Inglaterra y Suiza.

A principios de la década de 1960 paralizaron su actividad, tras su reapertura en 1.951 por la Sociedad de Minas de La Calera.
Antes, habían funcionado desde 1884 hasta 1931. La primiera actividad se inició en La Fragua, por la Sociedad Forges de Firminy. Esta sociedad tenía importantes concesiones hulleras en el valle del Loira, y Firminy era un ejemplo de la incipiente industrialización europea ligada a la explotación del carbón.

Oxidos e hidróxidos de hierro, Minas de La Calera.

Hoy se sigue accediendo por el llamado camino de las Minas, a tramos mal conservado, llano hasta el último tramo.
Abunda el esparto, el romero, la aliaga; algunas parcelas a piedemonte situadas a la umbría,verdes. En la zona alta señorea el espino.

Tolva minera en piedra seca.

No es nuestra intención reproducir cuanto ya se ha publicado en diferentes blogs sobre estas minas, destacando la notable información que aportan los trabajos del autor citado, en una parte tomados del libro clásico de Villasante sobre los criaderos de hierro de Murcia, en otra fruto de sus investigaciones.

Hematites parda y roja, hematites especular.

Quedan descritas por otros las instalaciones visibles: en mampostería de la roca estéril de caja, o pedriza, la gran tolva de cuatro compuertas, pozos, galerías, bóvedas, encachado del camino de acceso, muros de contención, aljibes, balsas, etc. Algunas edificaciones en ladrillo, cuadras, ... Los soportes de las torres del cable, algunas ya caídas.
También distintas publicaciones recorren parte de las más que reseñables labores interiores, con profusión de fotografías.
Quedan descritos también por senderistas las pistas y recorridos, las referencias al paisaje, por espeleólogos cavernas y simas...

Entrada a la Mina San Antonio.

Hemos echado de menos alguna información sobre la mineralogía del lugar, pues apenas se encuentran referencias en web.
Hemos visto en las escombreras enormes cantidades de rocas marrones carbonatadas, algunas con cantidades inapreciables de la mena explotable. Esta es la hematites, sea roja, parda o especular. Algunas presentan tonalidades amarillentas o rojizas por los hidróxidos de hierro. Al fragmentar algún bloque se encuentran zonados de color azul gris oscuro, más pesados, que constituyen la mena. Los hidróxidos, en particular cuando es limonita, son térreos.

Escombreras.

 Hay indicios por todas partes de la hematites especular, especialmente en la zona de acopios estriados donde se cargaban las baldas o volquetes del cable de transporte. Más difícil es encontrar bloques donde la especularita forme toda la masa. Este mineral no se da, como en otros criaderos de hierro murcianos visitados, con la estructura de hojas grandes y lisas. Es en su práctica totalidad granular, cristales muy pequeños.

Mena de hierro de las minas cartageneras de Perín. 

Además de la presencia de cuarcitas claras, de modo casi anecdótico hemos visto alguna goethita columnar, con cierta irisación. Escasea la calcita.

Bloque de hematites roja. Minas de La Calera, junto a  Peñas Blancas.

Lo más curioso es la presencia de nódulos de hematites en las brechas del camino de acceso. En particular destacan, con un color marrón a casi negro, algunos de tamaño grande en las brechas lavadas por las escorrentías de la rambla que corta el camino en un punto.

Nódulo negro de hierro en las brechas de la rambla. Un nódulo pequeño donde se ve la especularita en fractura fresca.

 En este sector, entre el material arrastrado por las aguas que discurren por la ambla, abundan los nódulos de hematites especular. Han perdido parte de su brillo natural al estar meteorizados, pero en fractura fresca muchos combinan el metal masivo de color gris azulado o rojo con zonados de especular de puntitos brillantes.

Hematites rodados en el ramblizo.

Bloque de oligisto de alta ley.

En estos rodados de hematites roja se aprecia un zonado de hematites especular.

Nada pues, de interés para el coleccionista de minerales exigente. Mucho, para quien disfruta de las rocas. Un día hermoso y cansado entre sol y nubes de primavera que, yendo y viniendo, hasta nos han empapado.

Hierros de Murcia. Sexta entrada.







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