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lunes, 16 de julio de 2018

Minas españolas de plomo: de la galena argentífera a la minería del plomo-zinc.





Minas españolas de plomo: de la galena argentífera a la minería del plomo-zinc.
Autor: Juan Antonio Pérez Meca.


El Cabezo Rajao, la eclosión de la minería de La Unión en el siglo XIX.

Presentamos un resumen a partir de muy diversas fuentes sobre la minería española del plomo.
La explotación del mineral de galena en España ha tenido una enorme relevancia para el desarrollo minero e industrial de varias y extensas zonas de nuestro país.
Ello supuso además importantes consecuencias demográficas, sociales, y ecológicas. Repercusiones muy distintas en cada época, según aspectos como sus usos, los procesos tecnológicos, los precios de los mercados... por lo que también debe analizarse en clave histórica.
De otro lado, nos mueve a escribir la escasa sensibilidad por la preservación del inmenso partrimonio que de la minería del plomo en España aún queda en pie, y que, salvo excepciones, no se ha puesto a en valor. Un patrimonio de la minería del plomo que necesita ser reconocido, restaurado, conservado y valorado. Y ello porque aporta referencias a una geología muy singular y variada, a los paisajes, a la intrahistoria de los hombres de pueblos y comarcas en un sentido muy amplio. El español es uno de los patrimonios mineros más importantes del mundo, y son muchas las ruinas que van cediendo al paso del tiempo. El laboreo de la galena tiene en España una historia muy antigua y muy rica, por valorar y difundir. Recordamos que en la década de 1860 a1870, España fue el primer productor mundial de galena, y unos años despúes, lo fue de mineral de zinc.
También cabría hacer alusión a ese pasado, envuelto en mitos, pero bien atestiguado, en el que los navegantes codiciaron la plata de Iberia, otorgando desde la perspectiva arqueológica y arqueometalúrgica, un singular valor a los estudios de las antiguas minas plumbíferas.

Galena con blenda del Llano del Beal, Sierra de Cartagena.

Se describe la galena como un sulfuro metálico, sulfuro de plomo. Un mineral muy denso y pesado, brillante y por tanto fácilmente detectable, a veces conformado por minúsculos granos (galena granular, ojo de perdiz), otras veces de aspecto laminar, hojoso, de exfoliación limpia (galena de exfoliación, de hoja, alcohol de alfarero). También es tóxico. Contiene de promedio el 86.6% de plomo, el resto de azufre y pequeñas cantidades de cadmio, antimonio, bismuto y cobre. Se llama argentífera la que contiene una mayor proporción de plata, sin que sea determinante de su contenido en plata el hábito cristalino, o sea su aspecto hojoso o granular, ni tampoco su color gris o plata más o menos oscuro.


Galena de La Carolina, donada por un minero que fue guarda del Castillo de Baños de La Encina.

¿Cuándo una galena es argentífera? Esta cuestión de cuál es el contenido en plata que, siempre mediante análisis, la caracterizaría como argentífera, la dejo a los expertos. Se afirma que toda galena es argentífera, con una media en torno al 0,001 (una milésima de plata respecto del plomo), siendo rica la que multiplica esa media por cinco (cinco miligramos por kilo de plomo). Hay un estudio de la recuperación de plata en la flotación de galena (doctor José López Meroño) que habla en profundidad de estas cosas. Del mismo, analizando galenas cartageneras, tomo esta conclusión: “ha quedado demostrada la existencia de especies de plata, no ocluidas en la galena.” Quiere decir este sabio que no sólo la galena contiene la plata en estos criaderos murcianos, sino que hay una porción libre y otra asociada a la blenda, pues ambas especies se suelen acompañar allí. El resto de plata aparece como diseminados de sulfuro de plata (argentita) e inclusiones de este sulfuro de plata dentro de los cristales de sulfuro de plomo. De Linovich toma el autor la conclusión, ya de carácter universal, de que la mitad de la plata de los minerales primarios de depósito está en estado disperso en los sulfuros minerales. Galena, calcopirita y esfalerita contienen las mayores cantidades de plata, y menos la pirita.


Galena de Mina Angela, Matienzo, Vizcaya, colección Arqueocerámica.

La galena es, por tanto, una mena importante de plata, y casi la única de plomo.
A menudo se presenta con otros sulfuros, particularmente esfalerita o blenda, la mena del cinc. Veremos cómo esa asociación de ambos metales (plomo y cinc) influirá en la rentabilidad de las explotaciones modernas, al incrementarse la demanda del segundo. Hoy se afirma que el futuro de nuestra minería del plomo está indisolublemente ligado a la del cinc y sulfuros complejos.
Pero no fue así en la antigüedad, pues la blenda o calamina se extraía sólo para alear el oricalco o latón. Sin embargo, el contenido en plata de la galena era muy codiciado, pues no son abundantes los minerales específicos de plata. Y, una vez conocido el proceso de copelación, que permite separar el plomo de la plata, será ésta la mena principal para extraer el metal precioso. Esto buscaban los fenicios y luego cartagineses y romanos. El plomo residual del proceso, el litargirio, era necesario para el propio proceso de separación del metal. Luego se usaría para otros fines. Me remito a los artículos que este blog recoge sobre la búsqueda de mineral de plata desde época argárica, en época fenicia tanto en el área de Huelva como en el sureste español, y procesos de copelación de galena, y su relación con la explotación de blenda para la obtención del oricalco. Sobre la plata argárica

Este artículo quiere sobrevolar las zonas plumbíferas más importantes de España, centrado en los lugares, las minas de plomo, las sierras metalíferas y los pueblos nacidos o engrandecidos por la explotación del mineral, y también en las personas que allí trabajaron, los mineros.
La mera enumeración de las minas de plomo, en distritos como Linares-La Carolina, La Unión en la Sierra de Cartagena, o las minas almerienses, es una tarea ímproba, contándose en estos distritos varios miles de denuncias mineras, por lo que se destacarán algunas.

Los yacimientos más importantes de España por su producción y calidad, según los agrupan Mirete y Galán en su obra Los Minerales de España, se concentran en cinco grandes zonas.


Mina El Castillo, en La Carolina, Jaén.

La primera es el distrito minero de Linares y La Carolina (Jaén), donde la galena aparece en casi todas sus variedades.
Circundando a este yacimiento existen importantes depósitos en Córdoba, como son los de Canto Blanco, y en Badajoz, Azuaga y Monesterio. Otros focos se dan en la región plutónica de Los Pedroches (Córdoba) y zonas circundantes, como las importantes mineralizaciones del Horcajo y otras del valle de Alcudia (Ciudad Real).
La segunda zona por importancia es la del sureste de España, con su mayor afloramiento en las minas de La Unión, en Cartagena (Murcia), extendiéndose hasta Almería, en las Sierras Almagrera y de Gádor, prolongándose en Granada, sierras de Lújar, Nevada oAlmijara.
Sería la tercera, y de gran importancia, la zona norte, el complejo minero de Asturias y Cantabria, donde se ha encontrado abundante galena argentífera en los concejos de Navia, Cangas, Ribadesella, Reocín y Puente Viesgo. Y, siguiendo en esta zona norte, el País Vasco.
También aparece un distrito minero del plomo limítrofe entre Lugo y León, la zona de Toral de los Vados y Rubiales, asociada con gran cantidad de esfalerita en la denominada caliza de Vegadeo.
Por último citar las localidades mineras de Cataluña, concretamente en Bellmunt, Falset, Molá y Vimbodí (Tarragona), Tibidabo (Barcelona) y en el Valle de Ribas (Gerona) donde es de carácter argentífero.
En otras provicias enumeraremos algunos yacimientos de Toledo, Avila, Cáceres, Salamanca, Guadalajara, Huelva, La Rioja, Málaga o Baleares.



Vllanueva del Río y Minas, Córdoba.


Distritos de Sierra Morena y periféricos, Valle de Alcudia (Ciudad Real), Córdoba y Azuaga-Castuera (Badajoz)
Minas de Linares- La Carolina, Jaén.
Bajando Despeñaperros hacia el sur cuarenta kilómetros, una faja de treinta kilómetros de anchura de este a oeste delimita el distrito minero Linares-La Carolina, al norte de Jaén. La zona se divide en dos, Linares, de una parte, con su filón principal Arrayanes, y El Centenillo,La Carolina,Santa Elena, de otra, que laborearon los filones Perdiz, Crucero, Mirador, Sur, Pelaguindas, Avutarda, Rancheros y San Sebastián, donde las leyes eran más altas. Guarromán, Carboneros, y Vilches forman igualmente parte de ese distrito.
Sus mineralizaciones son principalmente de plomo y bario, zinc y cobre, en filones. La plata se extraía de la galena y de sulfoarseniuros de este metal.
Su inmensa riqueza mineral atrajo desde la edad del bronce a colonizadores del Mediterráneo oriental. Se han documentado yacimientos de la Edad del Bronce dedicados a la extracción de cobre, siendo el de Peñalosa en Baños de la Encina un referente en arqueometalurgia.
Roma buscó su plata y explotó la zona a través de sociedades mineras, operando en las cercanías de Linares (minas de Arrayanes y La Cruz). La ciudad de Castulo (Linares) se convirtió en punto de convergencia de las principales calzadas.
Resurgió en el siglo XIX, con la utilización de la tecnología de vapor desarrollada en Cornuallles, convirtiendo la zona en uno de los principales centros internacionales de minería industrial. Cincuenta mil mineros trabajaban en La Carolina, Linares, Guarromán, Baños de la Encina y Bailén en las primeras décadas del siglo XX, siendo el distrito primer productor del mundo de plomo desde 1867 y durante cuatro décadas. Casi ochocientos kilómetros de galerías subterráneas sobre los filones encajados en el granito y unas mil trescientas minas, descendiendo algunos pozos a los setecientos de profundidad.
La geología permitió allí construir pozos y galerías no necesitados de entibado, al ser roca dura y el mineral filoniano, con el consiguiente abaratamiento de costes.
Conserva un enorme patrimonio industrial minero: castilletes, malacates, fundiciones, chimeneas, grúas, maquinaria, tanques de lavado de mineral, talleres, oficinas, líneas de ferrocarril, los cuartos de los trabajadores, vertederos, esombreras...algunos elementos con valor arquitectónico singular y nombres propios que dotan de personalidad excepcional a este distrito minero.
Pero hace ya cuatro décadas que cesó la actividad en La Carolina, y en 1991 cerró la emblemática Mina La Cruz.



Acción minera. Las compañías mineras se capitalizaron con emisión de acciones, que eran muy demandadas conforme se difundían noticias del hallazgo de nuevos y ricos filones argentíferos.

Minas del Horcajo, Ciudad Real.
En los términos municipales de Brazatortas y Almodóvar del Campo, fueron explotadas, buscando su muy rica galena argentífera, durante aproximadamente medio siglo, desde algo más de la mitad del XIX. Encajado el mineral en el ordovícico, tuvo dos filones principales, San Alberto y Santa María.
En el poblado minero del Horcajo vivían en el último tercio del siglo XIX unas dos mil personas, arrancando el plomo en las labores de interior doscientos sesenta hombres.
Con recuas se llevaba el mineral hasta el ferrocarril que lo descargaba en Cartagena o Almería para su transporte a Inglaterra.
En ese siglo dos veces cambió la titularidad de las concesiones, incrementando las inversiones el Banco de París, pero en 1909, al pasar a la Sociedad Minerometalúrgica Peñarroya, cayeron los precios mundiales del plomo y cerró la mina, reanudando sólo por seis años las labores en 1955.

Minas del Valle de Alcudia, Ciudad Real. La mancomunidad del Valle de Alcudia encuadra los términos de Abenójar, Almodóvar del Campo, Argamasilla de Calatrava, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto, Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Solana de Pino y Villamayor de Calatrava.
La explotación de la mina Diógenes, trabajada ya por los romanos, en sus cuatro pozos, supuso un importante recurso para este valle. Su auge lo promovió Peñarroya después de la guerra civil, construyendo además un poblado para los mineros, que pesar de estar asentado en una hermosa nava, en una naturaleza pura, se vio diezmado por el paludismo. La actividad duró cuarenta años hasta que cerró la mina.
Puebla de los Infantes.

Las minas del Centenillo, cerca de Despeñaperros, fueron explotadas por los romanos, sus filones eran ricos en proporción de plata.


Mina de Azuaga-Castuera, Extremadura.
En Extremadura abundan los yacimientos de plomo con paragénesis de blenda, pirita y calcopirita, contabilizándose más de doscientos cincuenta indicios, en los que los filones de cuarzo, con baritina a veces y carbonatos, rellenan fracturas tardihercínicas.
Como en zonas adyacentes, la mayor actividad se produjo entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, empezando el declive de la minería del plomo poco después de la guerra civil. Hoy no queda ninguna mina en activo.
Las principales zonas plumbíferas son tres: Castuera, Zarza-Capilla-Peñalsordo y Garlitos, y Azuaga. De Castuera destaca la Mina Miraflores; del grupo encabezado por La Zarza, encajado en pizarras y grauvacas, destaca la Mina El Borracho, con galena argentífera. Del distrito de Azuaga, las Minas San Miguel , Gerty y Santa Marta, con presencia de carbonatos de plomo y vanadatos.
Este distrito de Azuaga se explotó en época romana, en su término hay mas de sesenta minas, destacando Oscuridad, el Gato, San Guillermo, Plasenzuela y las Musas, donde se alcanzaron los ciento cinco metros de profundidad.


Córdoba. Minas de Posadas. Este distrito está situado al norte del Guadalquivir en su curso medio, flancos meridionales de las sierras de Córdoba y del Caballo. Sus minas son de plomo y plata, enriquecidas con cobre superficialmente. Destacan las minas San Andrés, Madereros , Santa Bárbara de Posadas y Calamón. Se cita como ejemplo de este distrito la mina Santa Bárbara, de Posadas, cuyo filón de galena, blenda, pirita y calcopirita es muy argentífero, conteniendo entre seis y catorce kilos de plata por tonelada métrica de plomo.
Los romanos superaron aquí los doscientos metros de profundidad, empleando atirantados para sujetar las paredes de los pozos. En el pozo San Guillermo se han hallado evidencias del uso de una batería de tornillos de Arquímedes para desaguar, reteniendo el agua con ánforas.
La presencia de martillos de escotadura en las escombreras se ha interpretado como evidencia de que la calcopirita era superficial, mientras que la galena se extraía en profundidad.

Minas de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz).
La Banca Rothschild, a través de su Compañía, “Société Minière et Métallurgique de Peñarroya”, adquiere concesiones de galena, minas y fundiciones de plomo, que desarrolla, multiplica y moderniza en el territorio entre las localidades de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz). Las enlazó con ferrocarril minero con el grupo de explotaciones de plomo de Berlanga (Badajoz), muy próximo a Peñarroya, cuyas concesiones más destacadas eran Carolina (Llerena) y Dolores. Prolongó su trazado hasta enlazar otros grupos mineros de esa región metalogenética, “Los Eneros” mina “Margarita, La Raña” y “Dos Amigos”. La mina más destacable fue Santa Bárbara, activa durante 35 años, de 1901 a 1935. Su metalización, galena con escasa blenda. También el Grupo minero de Viñas Perdidas (Fuente Obejuna). La estación de carga era La Coronada. El metal se extrajo de un filón excepcional y bien metalizado, de trescientos de largo por los mismos de profundo, con potencia en torno a los veinte metros.
Otro gurpo de labores fue Navalespino, cerca de Granja de Torrehermosa (Badajoz), no lejos de la mítica Santa Bárbara. Se explotaron sulfuros de plomo, con barita, de cinc, y de hierro, destacando la concesión Descuido en la que se llegó a los ciento veinticinco metros de profundidad..
la Compañía ubicó además en Pueblonuevo, junto a Peñarroya una fundición de plomo y plata, aprovechando el carbón de esa cuenca, también de su propiedad, rentabilizando ambas explotaciones, quedándose con todo lo referente al carbón y el plomo de la zona.
Cabra. Se citan explotaciones de galena de época islámica.
Villaviciosa de Córdoba, Mina de Mirabueno.
Villanueva del Duque.

El Barranco Jaroso en Sierra Almagrera, en término de Cuevas de Almanzora, Almería, se pobló en pocos años de todo tipo de instalaciones mineras, al descubrirse el Filón Jaroso,  atrayendo mano de obra de todas las zonas mineras limítrofes.

Distrito plumbífero del Sureste.Minas de Murcia, Almería y Granada.

Minas de La Unión, Cartagena, Murcia.
La mayor acumulación de plomo-cinc las Béticas, y una de las principales de la Península, conforma la sierra minera de La Unión, que se extiende perpendicular al Mediterráneo en una franja de unos diez por cinco kilómetros.
Las evidencias de su pasado minero no sólo son arqueológicas, sino que están documentadas por fuentes clásicas. Se habla de que allí trabajaron cuarenta mil esclavos en tiempo de cartagineses y romanos.
Fue proverbial la riqueza en plata pura (los blanquetes) del Cabezo Rajao. Desde 1839 se produce una demanda enorme de concesiones, denunciándose en pocos años más de mil quinientas minas. - Estructuras filonianas s.l. - Stockwork y filones asociados a las vulcanitas.
Los llamados “mantos” (uno de silicatos, otro de sulfuros) constituyen las mineralizaciones importantes que permitieron, sumando concesiones antiguas subterráneas, las grandes explotaciones a cielo abierto.
El primero o manto de silicatos, caracterizado por la presencia única de enormes masas de greenalita, se halla en la zona central de la sierra. Con espesores de entre cuarenta a ochenta metros.
El segundo, manto de sulfuros, encajado en mármoles del nevado-filábride, esquistoso y plegado, se centra en torno a la Cantera San Valentín, Monte del Sancti Spiritus.
Galena, blenda, magnetita, pirita y otros minerales se han encontrado allí en masas enormes, pero se afirma que, siendo inmensa la acumulación de metal en su conjunto, las leyes son en general pobres, y ello explicaría la discontinuidad de la actividad minera en la zona.
Las canteras o cortas a cielo abierto concentran las mayores acumulaciones de mineral: San Valentin, Emilia, Tomasa, Los Blancos III, los Blancos I y II, Gloria, San José y Gloria. Todas ellas inactivas.


Minas de Mazarrón, Murcia.
El distrito minero de Mazarrón, en Murcia, junto al Mediterráneo, constituye uno de los sitios de mayor interés geológico y minero. El vulcanismo mioceno generó procesos metalogénicos, asociando a las dacitas y pórfidos los filones sulfurados de plomo argentífero y zinc.
Una zona colindante con el pueblo, el domo de San Cristóbal y Los Perules, fue el área de explotación más notable, existiendo otras dos, Pedreras Viejas y Coto Fortuna, con vestigios de explotación romana desde el siglo II a. C.
Sabemos de la intensa actividad minera y metalúrgica de la zona, mucho antes de la llegada de los romanos, por el hallazgo de dos barcos fenicios en su bahía. En el ped¡cio llamado Mazarrón 2 se hallaron varias toneladas de litargirio, tortas o lingotes de monóxido de plomo, imprescindibles en el proceso de separación de la plata del plomo (copelación).
En los siglos XVI y XVII fueron beneficiados los alumbres (sulfato triple), por calcinación de alunita, cuyo residuo es rico en óxidos de hierro, plomo y zinc, de intenso color rojo (almazarrón). El alumbre se usaba para fijar el color en los tejidos (mordiente), extracción de lacas, teñidos, y como astringente en farmacopea.
En esa zona central, en la Mina San Juan y Santa Ana, se descubrió un extraordinario filón de galena argentífera llamado Prodigio, con espesores de hasta quince metros, que enriqueció rápidamente a las compañías explotadoras. Minas como Talía, en la que las labores que descendieron a casi cuatrocientos metros, San Antonio de Padua o San José, fueron la causa del auge demográfico de Mazarrón, poblándose de mineros almerienses, y del enriquecimiento de una burguesía capitalista que invirtió en tierras los beneficios.
La instalación a mediados del XIX de hornos reverberos de tipo inglés para fundir la mena rica, el ferrocarril creado para llevar el mineral extraido de otras zonas de la Sierra de Aguilas (de Morata, Parazuelos), coadyuvaron a este fulgurante desarrollo industrial, de manos de dos compañías: Unión y la francesa Compañía de Aguilas.
En los años sesenta del siglo XX, al cese de toda actividad, se extraía zinc.
Mina los Girondinos de Aguilas, carbonatos de plomo. Mina Dos Amigos, plomo con sulfuro de antimonio y plata

Minería del plomo en Mazarrón. Al igual que ocurrió en Almagrera, aquí fue una maravilla de la naturaleza, el filón Prodigio, el causante de la riqueza y el desarrollo económico y demográfico de Mazarrón, cuyas minas de plomo argentífero ya eran conocidas por los fenicios, como ha quedado acreditado con el hallazgo de dos pecios cargados de litargirio en sus aguas.


Minas de plomo de Almería.

El plomo de la Sierra de Gádor fue explotado por cartagineses y romanos.
Pero cuando la Corona retuvo para sí la administración de las minas y fundiciones del Reino de Granada, a finales del XVIII, se renovó el interés por esas explotaciones, que resurgirían con fuerza a partir de la liberalizacion del sector minero (Ley de Minas de 1825), registrándose concesiones en términos de Laujar, Fondón, Berja y Dalías, abriéndose nuevos pozos y calicatas por toda la Sierra.
Extraordinaria fue la riqueza en galena argentífera de la Loma del Sueño.
Pequeñas concesiones artesanales que salpicaron las sierras de boliches u hornos muy básicos del país, que consumieron leñas y matorrales deforestando montes, de escaso capital, que buscaban la galena argentífera más rica. Muchos jornaleros del campo almeriense obtenían allí un complemento a sus rentas con trabajos temporales en las minas, las posteriores fábricas. La arriería, como en todas las zonas mineras de esa época, era otro recurso. Impensable hoy el transporte de miles de toneladas de piedras por senderos abruptos, a menudo peligrosos, a lomos de mulos.
Las inversiones alemanas e inglesas mejoraron la producción, que murió de éxito, al desplomar los precios del plomo por exceso de oferta. Justo el tiempo de vaciar los filones más ricos y accesibles de galena con leyes más altas. Se habla de unos veinte mil mineros, que encontrarían más tarde oportunidad de seguir trabajando en la Sierra Almagrera, llevando allí sus costumbres, tras el feliz hallazgo del extraordinario Filón Jaroso.
Hoy, excepcionalmente, la mina Carriles, en Órgiva, ha reiniciado alguna actividad.


Las minas de Sierra Almagrera.
En término de Cuevas de Almanzora, en el este de Almería, pegada al Mediterráneo, paralela a la costa, con cotas en torno a los trescientos cincuenta metros, constituye un paisaje único, descarnado, a menudo plateado, de aristas afiladas y barrancas imposibles que desaguan al mar. Atravesada por multitud de fallas que se fueron rellenando de filones de minerales de plomo argentífero y de hierro.
Se encontró allí por vez primera el mineral llamado jarosita, que tomó el nombre del mítico barranco del Jaroso, que junto con el de El Francés se poblaron de concesiones mineras.
La colonia fenicia de Baria, en Villaricos, con su necrópolis y fábrica de salazones, da testimonio del interés de los colonizadores orientales por el plomo argentífero de Almagrera y en concreto por la plata nativa de Herrerías.
Pero el descubrimiento de un enorme filón de galena argentífera en el Jaroso desató la fiebre de la plata, y situó en pocos años a la minería almeriense como un emporio minero de plata y plomo destacado a nivel mundial.El Barranco del Jaroso es un lugar clave para el desarrollo de la minería almeriense del siglo XIX y XX.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
En esta última zona la minería del hierro, a finales del XIX, vino a continuar la del plomo, a la par que Linares despegaba con una planificación extractiva del plomo basada en la fuerte inversión de capitales extranjeros por compañías mineras muy sólidas, un modelo muy diferente del almeriense.





Sociedades de capital extranjero invirtieron sumas considerables en la explotación minera del Sureste.

El Pinar de Bédar.
El plomo de Bédar aparece en bolsadas superficiales junto a carbonatos y sulfuros de cobre, como relleno de fracturas o como cemento de brechas de composición dolomítica y aspecto marmóreo.
Arrancan las explotaciones mediado el siglo XIX en el barranco del Gato, con la Sierra de Gádor ya en decadencia y a la vez que despegan las explotaciones de Sierra Almagrera, floreciendo en Bédar una minería muy parcelada, precaria, por parte de pequeñas sociedades locales.
Las bolsadas se iban vaciando mediante galerías trabajadas a marro, de forma artesanal e intensiva, incluso con mano de obra infantil.
Destacaron concesiones como Café, Martillo Segundo, El Aprovechado, San Francisco, Medidas Extraordinarias o Reformada.
Los Rothschild, a traves de su Compañía Minera de Aguilas, adquirieron buena parte de las concesiones tras cuatro décadas de explotación, levantando Fundición y mecanizando lavaderos, métodos modernos que no dfueron productivos, volviéndose al sistema artesanal a través de arrendamientos de las concesiones.


Minas de Sierra de Baza, Granada.
Desde la Edad del Bronce se explotaron sulfuros polimetálicos en esta sierra. Los romanos también conocieron su riqueza en cobre, oro y plata. Además del plomo y del hierro. Los árabes continuaron la extracción de minerales. En pequeñas explotaciones diseminadas. Su legado minero (minas y sus escombreras, hornos y sus escoriales...) es grande.
En el momento de la gran eclosión de la minería del Sureste, finales del XIX, la Sierra de Baza, como poco antes la de Gádor, y simultáneamente la Almagrera, o la falda sur de Sierra Nevada, vive con intensidad el registro de concesiones y la apertura de minas de plomo.
El transporte del mineral se resuleve mediante un cable aéreo unido al ferrocarril Baza-Lorca, inversión inglesa.
Se abren kilómetros de galerías en su cara Oeste, a varios niveles: calares de Santa Bárbara, Heredia, Rapa, San Sebastián, Picón de Gor. Se explotan los cotos El Tesorero, Don Martín o Tablas. También rozas a cielo abierto, como la mina Hernán Cortés. Con capitales foráneos se establecen fundiciones, como la de San Antonio.
Surgen ahora los cotos mineros de El Tesorero, cuyas explotaciones se inician en 1906, Don Martín, Tablas (Barranco Vinagre) y tantos y tantos otros en el sector metamórfico de la Sierra de Baza. Ahora se trabaja abriendo galerías a varios niveles como las de la mina Hernán Cortés o haciendo rozas a cielo abierto.
La caída del precio del plomo, a la par que el agotamiento de los criaderos, acabarían por hacer inviables muchos proyectos, quedando sólo la extracción residual del cobre, la blenda, el cinabrio y, sobre todo, la de hierro. Al principio de la segunda década del siglo queda paralizada la actividad, reabriéndose cuatro décadas después, por algunos años, viejas minas de plomo para su explotación a cielo abierto y aprovechamiento de escombreras.


Minas del Cerro del Toro, Motril, Granada.
Al Norte y muy cerca de Motril se explotó la esfalerita o blenda, de alta ley, siendo la galena secundaria. Consta su conocimiento desde el siglo IX, por textos árabes.

Embarcadero de mineral del Hornillo, en Aguilas.

Distritos plumbíferos del norte.
País Vasco.
Álava.
Las minas de plomo de Barambio. En el Monte San Antón se explotó la galena, y posteriormente la blenda.
Guipúzcoa.Minas de Arditurri.
La riqueza mineral de Arditurri fue conocida por los romanos, que buscaron plata.
En la Edad Media proliferaron en el valle de Oiartzun las ferrerías, se explotó su hierro
A finales del siglo XVIII, se reinició la explotación en busca de plomo, a manos de una familia local, continuándose en la tercera centuria por la Compañía Guipuzcoana de Minas, que amplió las labores. Destaca la Mina La Constancia.
Mina San José, Legorreta, Guipúzcoa.
La mina San José se encuentra en la zona de Legorreta. También las sustancias explotadas fueron blenda ya galena.
Vicaya.
Minas de Matienzo, en el valle de Carranza. Mina Ángela estuvo dedicada al beneficio del plomo, el flúor y el zinc entre 1940 y 1964 por la Compañía Minas de Sierra de Gredos. Hoy en proceso de puesta en valor con acceso a visitantes.

Asturias. Las mineralizaciones suelen ser de galena y blenda. Se citan Los Oscos, Penedela, Río de Porcos,. En niveles carbonatados, la galena se presenta, con esfalerita, diseminada en masas brechoides, arriñonadas, en el Valle de Caranga (Proaza), y con el cinc de Picos de Europa (Somiedo, peñamellera, Cabrales, Llanes).

Cantabria.
Mina de Reocín.
El yacimiento de Reocín fue descubierto y puesto en explotación ininterrumpida, mediado el siglo XIX, por la Real Compañía Asturiana de Minas, si bien algunos vestigios delatan la búsqueda de cinc y calamina por los romanos. En 1981 Asturiana de Zinc continuó la explotación durante veintidós años. La mina y el peso industrial de Torrelavega fueron de la mano.
Tiene una gran mina de interior y explotación a cielo abierto, dotadas de los mejores adelantos. Su cierre puso fin a la historia de la minería en Cantabria. Separadas por una falla, las minas de marcasita y pirita de Cartes, romanas, con la Mina Mercadal cuya explotación perduró hasta hace unos decenios. La galena aparece con la esfalerita que es el principal objeto de explotación.

Minas de Picos de Europa.
Áliva y la zona de los Picos de Europa próxima a Espinama se explotaron durante siglo y medio. Se hablaba de estas minas en el siglo XVI, y ya entonces consta la denuncia de una mina de plomo.
También aquí , por las fechas del descubrimiento de Reocín, prospectó la Real Compañía Asturiana de Minas (aunque su capital era belga), descubriendo zinc y plomo.
La mina de Las Manforas, en Áliva, fue la más importante, cerrano hace apenas treinta años. En sus cercanías hubo otras minas más pequeñas, y ya fuera de Äliva se explotaron minas en Lloroza (grupo minero que incluye las minas de Las Gramas, Altaiz y Canal de San Luis), Fuente Dé y Liordes, también de plomo y zinc, pero más pobres.
La orografía impresionante de la zona dificultó la explotacion, por el clima durante el invierno, el acceso de los mineros y el transporte del mineral, que se hacía en carros de bueyes.
Minas de Udías. De plomo y cinc, estas explotaciones mineras datan de época romana. Se conservan restos de sus instalaciones industriales. Un cable transportaba el mineral para su embarque en Ontoria (Cabezón de la Sal). Hay dos sectores, la Mina de San Bartolomé en el pueblo de Canales y el complejo llamado “La Mina”. El tren minero unía con una vía de tres kilómetros el área de trabajo con las principales minas de extracción que eran el Pozo Peñamonteros y la mina Sel del Haya.

León.
Minas de Rubiales y Toral de los Vados.Durante casi medio siglo y justo desde antes de la Guerra Civil, la mina Antonina, cercana a Toral de los Vados, exploto una mineralización de plomo y zinc. Es una de las más significativas de un grupo importante de yacimientos del noroeste, junto con la agotada y mina de Rubiales, la no explotada mina de Santa Bárbara y otra treintena de pequeñas minas de zinc-plomo. Fue a principios de los setenta su mayor auge, al descubrirse el yacimiento de Rubiales.
Minas de plomo y cinc en Sobrado, en el Bierzo.

Aragón.
Minas de Santa Cruz de Nogueras. La Mina Imperial , en la década de 1870 explotó galena (junto a sulfuros de cinc, cobre y hierro) a través de tres pozos y un complejo sistema de galerías. El mineral se transportaba hasta Cartagena. A principios del siglo XX se reanudó su explotación, profundizando el pozo maestro hasta los 28 metros. En 1976 se inició una ambiciosa explotación a cielo abierto.



Instalaciones y escombrera de la Mina Linda Mariquita, en El Molar, Tarragona. 

Cataluña.
Bellmunt. En la comarca del Priorat, en Tarragona, se sitúan varias explotaciones de galena. Se conce su aprovechamiento por los romanos, e incluso mucho antes. Bellmunt y la Mina Eugenia son el corazón de estas explotaciones, que tuvieron su esplendor en el siglo XLX. En esta mina, con veinte niveles subterráneos, y catorce kilómetros de galerías, se profundizó más de seiscientos metros. Un importante complejo metalúrgico transformaba en lingotes el plomo extraido. Conserva un destacable patrimonio minero, hoy puesto en valor con el Museo de las Minas de Bellmunt.
Argentera (Tarragona).
La Mina Balcoll de Falset En realidad esta mina, compuesta por tres pozos, también es conocida como mina Argentífera o mina de la plata. Explotada desde la Edad Media, esta mina de plata fue trabajada por mineros sardos instalados en Falset. La mena se guardaba en el propio castillo. Fue en 1906 cuando se descubrió un filón de cincunta metros de corrida por tres y medio de anchura,. La galena entra en la paragénesis como un elemento más.

Mina Atrevida (Vimbodí-Poblet). Al sur del monasterio, una gran veta mineralizada, rellenando una falla alpina que cortó materiales paleozoicos y triásicos, dio origen a esta conocido grupo de abores mineras iniciadas en el siglo XVIII.. Esta veta, llamada Atrevida, tiene ocho metros de espesor por doscientos de profundidad a lo largo de cuatro kilómetros. Contiene galena, pero fue la barita el principal mineral explotado. Una brecha de barita bandeada en su nivel medio es la mineralización principal, con paragénesis de minerales de níquel, cobre y plata, siendo galena y fluorita el cemento de esta brecha.
Minas de Vallclara (Tarragona). Filones de galena con pirita y minerales de hierro, explotados en dos minas.
En pequeñas localidades del Valle de Arán y alta Ribagorza se explotó galena argentífera, destacando las minas de Cierco en esa zona pirenaica catalana, en término de Vilaller, Alta Ribagorça (Lleida), que forman parte de un campo filoniano con indicios extendidos hacia la provincia de Huesca como Estet o Bono, acompañadada de minerales de cobre.
Minas de Sant Julià del Llor, Bonmatí, la Selva, Girona. Varias minas, algunas a cielo abierto, donde se extrajo plomo y barita. Destacaron la Carlota, La Rosa y San José explotadas por la empresa La Andaluza. Su auge coincidió con la primera guerra mundial. La Vigilada fue la Mina más notable. Se separaba el plomo de la barita y se molía y ensacaba. La barita se comercializadaba entera o molida.
De las minas de Osor se extrajo blenda, plomo y espato de flúor. Tras dos siglos de explotación cesó su actividad en 1979. Un centenar de mineros trabajaban allí.
En otras localidades de la Selva gerundense se extrajo galena junto con blenda, calcopirita... Minas de Rifret (Anglès) , Can Magre (Vidreres), Mansolí, Can d´en Boscà.
Otras minas. En otras provicias,






Cargadero de mineral en el puerto de Cartagena.

Toledo.
Minas de Santa Quiteria, Sevilleja de la Jara,. Explotación de galena muy antigua (romana) en la aldea La Cordobilla. En esta vertiente suroeste de los Montes de Toledo se encuentran pequeñas explotaciones de plomo y de hierro de mucha antigüedad, en términos de Alcaudete y Sevilleja.
Minas del Guajaraz y Layos, Mazarambroz. Yacimiento filoniano hidrotermal, explotaba galena argentífera y blenda, con barita, pirita y siderita. Funcionó desde finales del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX. La Mina la Económica tiene galerías a varios niveles accesibles por pozos que alcanzaron cerca de trescientos metros de profundidad y un conjunto de instalaciones (castillete del pozo maestro, almacenes, talleres,, tolvas, lavaderos y laboratorios aún se encuentran en pie).

Minas de Anchuras. En el entorno de Anchuras y la localidad de Sevilleja, de la que dependió, se han documentado cerca de medio centenar de explotaciones mineras, especialmente de galenas argentíferas y hierro. En Anchuras se explotó hasta los años ochenta la mina de plata El Brillante, la última en cerrar.

Valdeverdeja.

Minas de La Perdiguera y del Caballo o del Polvorín, Madridejos. Se extrajo plomo de una serie de minas en parajes del Silillo y La Perdiguera, cerca de los Estanques Romanos, conocidas desde el siglo XVI. La primera, a cielo abierto, con baritina y galena. La segunda, de interior.

En Consuegra hay testimonios quemdelatan una importante minería de época romana, dedicada a la galena argentífera y al cobre, concentrándose las minas en torno a una vía del Itinerario de Antonino, antiguo caminode Consuegra a Puerto Lápice.
Mina La Serrana, Urda, mina romana.
Escalona, con esfalerita.


Madrid.
La mina de plomo de Navalagamella (la Montañesa) se explotaba en el siglo XVII. Hubo minas de plomo argentífero en Cadalso de los Vidrios y Cenicientos, en San Martín de Valdeiglesias Guadalajara) Colmenar del Arroyo, Gargantilla, Robledo de Chávela,Torrelaguna, Cervera de Buitrago, Guadalix de la Sierra, y una fundición en Arroyo Horcajo. En la década de los años 1880, se reactiva la minería metálica de la provincia, si bien padeciendo un minifundismo crónico con labores de pocos años de vida. Se centran en sanear labores antiguas quitando el escombro, se siguen rafas, pocillos y calicatas en los filones ya trabajados. Ello hizo que por azar se encontraran las continuaciones más prometedoras de la mineralizaciones, como sucedió con la galena argentífera de Gargantilla.
las minas de Colmenar del Arroyo Mina San Eusebio Nuestro Padre Jesús La mina La Montañesa en el siglo XX. Navalagamella Minería en Cadalso de Los Vidrios y Cenicientos

Cáceres.
Mina Marialina (Mina El Triunfo de San Julián), Peraleda de San Román.
Pequeña mina registrada en 1845 año como mina "El Triunfo de San Julián" para extraer la galena.
A principios del siglo XX volvió a registrarse como Mina Marialina buscando explotar el cobre.La mineralización consiste en una vena de Cuarzo y Barita que atraviesa granitos y pizarras metamórficas del Ordovícico, a la que se asocian galena y barita, esfalerita y minerales de cobre.
Tuvo su auge con la demanda de la primera guerra mundial, cerrando al concluir ésta.
Las minas Piecito, de Fresnedoso de Ibor, y la de Castañar de Ibor, cerca de Talavera, junto con otras próximas de otros metales, se han asociado a una posible explotación en época Omeya ligada al despoblado de Vascos.

Salamanca.
Minas de La Tala, Guijuelo, Salamanca. Paraje de Barros Colorados. Encajado en esquistos y grauvacas, el filón hidrotermal de estas pequeñas cuatro minas es de plomo y wolframio, beneficiándose galena, cerusita y vanadinita.
Mina Florisada, pedanía Casas de Monleón, Endrinal de la Sierra.
Losacio. En esta zona zamorana se explotaron ocres de antimonio, pero también galena,. Siguiendo a De la Escosura, dos fueron los filones de plomo argentífero. En ellos junto al plomo blanco, escaso de plata, la galena y los minerales mezclados contenían cantidades notables. Un filón corría de Losacio a Marquiz de Alba, y el otro por entero en Losacio. Las minas fueron Clara, San José, San Marcos y San Bartolomé. Próxima a Losacio, mina Valdeconejos. De ellas hoy no queda nada, y los pozos fueron tapados.
Mina Esperanza, Villar de la Yegua, acompañando esfalerita.
Lumbrales, acompañando esfalerita.


Guadalajara.
Mina San José, en La Bodera. Antigua explotación de galena argentífera abandonada a principios del siglo XX.

Soria.

La demanda alfarera (Agreda y otros alfares) propició la búsqueda de plomo riojano en la zona de Aguilar del Río Alhama, mediado el siglo XVIII.
Las minas de Peñalcázar (Quiñonerías), activas desde entonces por tres décadas, llegaron a ocupar a más de cien personas, con buen rendimiento, explotando sus cuatro filones la Sociedad Minera El Buen Deseo. Contaba con dos socavones y pozo malacate que descendía hasta más de cien metros, hasta el filón Peña.La primera mina fue Nuestra Señora de la Peña. Otras, Globo, Eloisa y Desengaño. La mena era llevada a Cartagena, Murcia.

Avila.
Mina de blenda y galena de Navalguijo, pedanía de Navalonguilla, Sierra de Gredos.
Mina del Cerrillo Altillo y Prado de la Aldehuela (El Barraco), con blenda, galena, óxidos de cobre y hierro. Son filones hidrotermales de cuarzo encajados en granito. Mina en el paraje Solana del Parrao, Mina La Romana en Chorro Morueco, Mina la Reina, Mina Jarayana en Majalbuey.

Sevilla.
El Real de la Jara, se citan galena y blenda. Aznalcóllar, Castillo de las Guardas, La Puebla de los Infantes. Estas áreas tuveron explotaciones mineras de galena. El mineral era transportado hasta la estación de ferrocarril de Azuaga con destino a la fundición de Peñarroya; la explotación se mantuvo hasta el año 1910. Otras minas de importancia fueron las del Grupo Laberinto, en Guadalcanal, donde a principios del siglo XX trabajaban un centenar de operarios. La galena se obtenía de hasta los ciento cuareta metros de profundidad, se cargaba en ferrocarril en la estación de Berlanga; la actividad cesó 1927.

Huelva.
En toda la zona la galena aparece en mayor o menor proporción entre los sulfuros polimetálicos, aunque de forma minoritaria frente a piritas y sulfuros de cobre.
Los Marines.
Aracena.
El Macizo de Aracena forma parte de una gran franja de rocas metamórficas muy antiguas que se extiende desde Portugal a Sevilla. En el reconocimiento de Minas de d. Francisco de Mendoza, en tiempos de Felipe II, se citan como mejores criaderos onubenses, de entre cincuenta, los de Riotinto y Aracena. En una región predominantemente pirítica, la mina Los Azores de Aracena produjo trescientas arrobas de plata pura. El mineral era la galena antimonial argentífera. A fines del XIX había dieciséis minas en Aracena, dos de ellas de plomo.
Linares de la Sierra. En la Nava se extrajo plomo argentífero,junto al antimonio.
En la Mina María Luisa, un asomo porfídico, junto a pirita y carbonatos de cobre, se extrajo galena argentífera y blenda.

Málaga.
Minas del Candado. Mineralización de plomo con subproductos de zinc y hierro, en dolomías tableadas estratificadas en gruesos bancos horizontales, del Complejo Maláguide.
Minas de Buenavista, Marbella. Con la fiebre del plomo de otras provincias, se reabrieron estas minas de Sierra Blanca ya explotadas en el siglo XVIII. Se construyó un sencillo horno de calcinación. Fundido en barras llamadas galápagos, y transportado a lomos de caballerías, se llevaba hasta el ferrocarril y se exportaba. Las dos minas del Junquillo, San Marcos, el Registro, la Campana, San Francisco, San Miguel, Desengaño, Emilia y otras de menor entidad fueron abandonadas al agotarse la mena.
Minas de Cañada de la Encina, Yunquera. Este paraje de la Sierra de las Nieves era conocido también como Barranco de la Minas, de Duarte o del Infierno. Mina San Eulogio, La Esperanza, Mi Pepe y El Convenio explotaron plomo, otras cinc. La primera, encajada en dolomias grises, con aspecto degruta natural y con abundante paragénesis, fue la principal.
Minas de Canillas de Aceituno. Mediado el siglo XIX se registraron tres minas en este municipio, dos de ellas de plomo: San José, en la Peña del Rey Moro, y Nuestra Señora de la Cabeza, en el Cerro de la Rábita. Sin embargo, prospecciones recientes sólo han hallado peróxidos de hierro, no galena.
Minas de Alhaurín de la Torre o del Llano de la Plata. En 1851 escribió Ildefonso Marzo: sobre el monte que se halla en el Llano de la Plata y cerros contiguos, entre Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre... vense restos de criaderos antiguos, aunque no de gran consideración, ... capas de galena impura interpoladas entre las de caliza dolomitica sin regularidad alguna, y que se extinguen a medida que el terreno cierra un poco, amoldandose a las resquebrajaduras de las rocas en disposición que se puede fácilmente adivinar su formación. Hállase en las minas de Santa Rita y San José interpuesta la galena acompañada del plomo carbonatado en cristales imperceptibles y a veces de magnitud notable sobremanera en una capa de hierro arcilloso, de aspecto escoriáceo, con una insignificante cantidad de plata.
En la cordillera que describimos hay diversos criaderos de mineral de plomo, cobre, grafito y hierro. Los primeros que son los mas abundantes se trabajan en el Llano de la Plata entre Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande en las minas nombradas de San José, el Niño (alias Santa Rita), Angelitos y su Madre, que funden los minerales en la fabrica, con dos hornos de cuba y otro de calcinar, establecido junto al rio Guadalmedina. Las minas Observación y Comoquieras, que alcanza a 23 pies de profundidad, suelen vender sus minerales a la casa Heredía. Las llamadas Esmeralda, Carolina (alias Ingleses), el Buen Criadero (alias Anillo) y otros que son explotadas malamente por rebuscadores, llevan a fundir a otra fabrica con un boliche y una pava establecida en la sierra a las inmediaciones de este grupo de minas.
Minas del Puerto de la Media Luna-Las Grajas, Mijas. Mármoles grises azulados donde encaja galena argentífera, con fluorita y cinc. Minas Pompeyo y Los Arenales
Riogordo.
Minas de Montecorto, Ronda.
Mina en Los Reales de Sierra Bermeja, plomo argentífero.
Mina de alcohol argentífero en Alora, al noreste de la población, junto al Arroyo de Sancti-Petri.
Al noroeste de Estepona se citó mineral de plomo argentífero.
Minas de Sierra Almijara (Nerja). Minas de plomo cinc (galena y calamina) en el Barranco de los Cazadores. Se fundía el mineral en Motril. Minas La Furia, San Antonio, Buena Fe, La Volcánica.
Mina del Arroyo del Pagador, Cútar. El mineral, con el de Comares, se transportaba a Torre del Mar.
La Rioja.
Minas de Jubera (Santa Engracia de Jubera), llamadas Túneles de los Moros o Mina La Providencia. Comienzan a explotarse en la posguerra. Un minero de Arnedo tomó la iniciativa y muestreó la galena de la zona, y la empresa guipuzcoana que comenzó las labores recurrió a personal especializado de La Unión, contratando trabajadores de zonas plumbíferas: cántabros, andaluces, extremeños, vascos. Funcionaron solamente trece años, y hoy se han puesto en valor como reclamo turístico.

Huesca.
Minas de Ruego y Liena, en Parzán (Sobrarbe).En 1912 la sociedad franco-belga Minas de Parzán comenzó en esta mina del Sobrarbe (Pico Liena) a explotar galena argentífera. Llegó a contar con doscientos treinta trabajadores, y el acarreo del mineral se realizaba con un cable aéreo de diez kilómetros. Las minas fueron Luisa y Robert, y, hacia Bielsa, minas del Mallo, del monte Ruego, Ana y Gela. Cerraron en 1927.


Lugo.
Mondoñedo. Mina de Pausalido, registrada como La Castellana y antes como Sorpresa, mediado el siglo XIX.
En la Sierra del Caurel, las viejas minas de plomo y blenda de A Morteira tuvieron una notable importancia para la economía de los pueblos de la zona. Son dos explotaciones muy próximas entre sí.

Mallorca.
Mina de Son Creus, o de Los Moros, Bunyola. Explotadas por los romanos, en la ladera de la Sierra de Alfábia, configuran un laberinto de galerías con hornos de fundición en el exterior levantados con piedra caliza. Bolsadas y venillas de galena en un banco de dolomía impregnada de calamina, principal objeto de extracción, que se sacaba al exterior con vagonetas de madera.

Menorca. Mina Francisca, en Binifabini, Mercadal, plomo y cobre.


Mineros de Linares.


Agradecimientos. A Paco Castro, de Adra y José Luis Sola, de Granada, del Grupo Mulhacén, y Javier Rodríguez, de Vidreres, del Grup Mineralogic Català, por compartir este interés y facilitarme algunas muestras de galena.
    BIBLIOGRAFÍA
    Guía para la investigación de los recursos minerales de España. Instituto Tecnológico Geominero de España.
    Wikipedia, Enciclopedia libre.
    Revista Bocamina, IGME.
    Recursos minerales de España, Javier García Guinea y Jesús Martínez Frías
    Minerales de España, Mirete y Galán.
    Estudio de la recuperación de plata en la flotación de galena, José López Meroño.
    Recorrido geológico y minero por las minas de Cierco. Mata Perello, Jose María.
    Minerals y mines de la Conca de Bellmunt del Priorat. Joan Abella i Creus.
    Mineralogía Topográfica Ibérica
    Mindat.org
    Els minerals de Catalunya, Mata Perelló.
    Geología y minería en la provincia de Toledo. Francisco de Sales Córdoba y Bravo.
    Consideraciones sobre una ciudad romana de la antigua Carpetania: Consabura. Juan Francisco Palencia García.
    Las antiguas minas de Losacio. A. del Valle González .
    Descripción de las minas de la provincia de Zamora. Luis de la Escosura.
    Memorias de las minas de Jubera. Florentino Meroño Blaya.
    Minasdemallorca.blogspot.
    Miscelánea Mindoniense. Andrés García Doural.
    Los filones de galena de Bielsa y Parzan. José Romero Ortiz de Villacian.
    Caminos de Barbastro. Daniel Vallés Turmo.
    Minería y poblamiento en la Sierra de Huelva, José Manuel Núñez Lasso de la Vega.
    Mineratlas.com
    De minería, metalurgia y comercio de metales. Julio Sánchez Gómez.
    Yacimientos mineros y minerales en Extremadura. María José Serrano Suárez.
    Minas y metalurgia en al-Andalus.... Alberto Canto García y Patrice Cressier.
    Patrimonio geológico y minero. Su caracterización y puesta en valor. Isabel Rábano y Josep Mª Mata Perelló.
    Depósitos Minerales de España. Fernando Vázquez Guzmán.
    La minería de los metales y la metalurgia en Madrid. Luis Jordá Bordehore y otros.
    Algunos datos para la historia de la minería en Soria. Octavio Puche.
    La minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre las cuencas carboníferas de Peñarroya-Bélmez y Fuente del Arco-Guadalcanal. José Luis Hernando Fernández
    La minería del sur de Sierra Tejeda. Rafael Yus et alt.
    Minerales de Aragón, Miguel Calvo Rebollar.
    Patrimonio Minero de Andalucia Oriental.
    Recursos del subsuelo de Asturias.


Minas españolas de plomo: de la galena argentífera a la minería del plomo-zinc.
Autor: Juan Antonio Pérez Meca.

Presentamos un resumen a partir de muy diversas fuentes sobre la minería española del plomo.
La explotación del mineral de galena en España ha tenido una enorme relevancia para el desarrollo minero e industrial de varias y extensas zonas de nuestro país.
Ello supuso además importantes consecuencias demográficas, sociales, y ecológicas. Repercusiones muy distintas en cada época, según aspectos como sus usos, los procesos tecnológicos, los precios de los mercados... por lo que también debe analizarse en clave histórica.
De otro lado, nos mueve a escribir la escasa sensibilidad por la preservación del inmenso partrimonio que de la minería del plomo en España aún queda en pie, y que, salvo excepciones, no se ha puesto a en valor. Un patrimonio de la minería del plomo que necesita ser reconocido, restaurado, conservado y valorado. Y ello porque aporta referencias a una geología muy singular y variada, a los paisajes, a la intrahistoria de los hombres de pueblos y comarcas en un sentido muy amplio. El español es uno de los patrimonios mineros más importantes del mundo, y son muchas las ruinas que van cediendo al paso del tiempo. El laboreo de la galena tiene en España una historia muy antigua y muy rica, por valorar y difundir. Recordamos que en la década de 1860 a1870, España fue el primer productor mundial de galena, y unos años despúes, lo fue de mineral de zinc.
También cabría hacer alusión a ese pasado, envuelto en mitos, pero bien atestiguado, en el que los navegantes codiciaron la plata de Iberia, otorgando desde la perspectiva arqueológica y arqueometalúrgica, un singular valor a los estudios de las antiguas minas plumbíferas.

Se describe la galena como un sulfuro metálico, sulfuro de plomo. Un mineral muy denso y pesado, brillante y por tanto fácilmente detectable, a veces conformado por minúsculos granos (galena granular, ojo de perdiz), otras veces de aspecto laminar, hojoso, de exfoliación limpia (galena de exfoliación, de hoja, alcohol de alfarero). También es tóxico. Contiene de promedio el 86.6% de plomo, el resto de azufre y pequeñas cantidades de cadmio, antimonio, bismuto y cobre. Se llama argentífera la que contiene una mayor proporción de plata, sin que sea determinante de su contenido en plata el hábito cristalino, o sea su aspecto hojoso o granular, ni tampoco su color gris o plata más o menos oscuro.

¿Cuándo una galena es argentífera? Esta cuestión de cuál es el contenido en plata que, siempre mediante análisis, la caracterizaría como argentífera, la dejo a los expertos. Se afirma que toda galena es argentífera, con una media en torno al 0,001 (una milésima de plata respecto del plomo), siendo rica la que multiplica esa media por cinco (cinco miligramos por kilo de plomo). Hay un estudio de la recuperación de plata en la flotación de galena (doctor José López Meroño) que habla en profundidad de estas cosas. Del mismo, analizando galenas cartageneras, tomo esta conclusión: “ha quedado demostrada la existencia de especies de plata, no ocluidas en la galena.” Quiere decir este sabio que no sólo la galena contiene la plata en estos criaderos murcianos, sino que hay una porción libre y otra asociada a la blenda, pues ambas especies se suelen acompañar allí. El resto de plata aparece como diseminados de sulfuro de plata (argentita) e inclusiones de este sulfuro de plata dentro de los cristales de sulfuro de plomo. De Linovich toma el autor la conclusión, ya de carácter universal, de que la mitad de la plata de los minerales primarios de depósito está en estado disperso en los sulfuros minerales. Galena, calcopirita y esfalerita contienen las mayores cantidades de plata, y menos la pirita.
La galena es, por tanto, una mena importante de plata, y casi la única de plomo.
A menudo se presenta con otros sulfuros, particularmente esfalerita o blenda, la mena del cinc. Veremos cómo esa asociación de ambos metales (plomo y cinc) influirá en la rentabilidad de las explotaciones modernas, al incrementarse la demanda del segundo. Hoy se afirma que el futuro de nuestra minería del plomo está indisolublemente ligado a la del cinc y sulfuros complejos.
Pero no fue así en la antigüedad, pues la blenda o calamina se extraía sólo para alear el oricalco o latón. Sin embargo, el contenido en plata de la galena era muy codiciado, pues no son abundantes los minerales específicos de plata. Y, una vez conocido el proceso de copelación, que permite separar el plomo de la plata, será ésta la mena principal para extraer el metal precioso. Esto buscaban los fenicios y luego cartagineses y romanos. El plomo residual del proceso, el litargirio, era necesario para el propio proceso de separación del metal. Luego se usaría para otros fines. Me remito a los artículos que este blog recoge sobre la búsqueda de mineral de plata desde época argárica, en época fenicia tanto en el área de Huelva como en el sureste español, y procesos de copelación de galena, y su relación con la explotación de blenda para la obtención del oricalco. http://arqueoceramica.blogspot.com/2014/09/de-galenas-y-plomos.html , la plata argárica http://arqueoceramica.blogspot.com/2017/04/la-plata-argarica.html , http://arqueoceramica.blogspot.com/2016/08/el-laton-u-oricalco-blenda-y-calamina.html .

Este artículo quiere sobrevolar las zonas plumbíferas más importantes de España, centrado en los lugares, las minas de plomo, las sierras metalíferas y los pueblos nacidos o engrandecidos por la explotación del mineral, y también en las personas que allí trabajaron, los mineros.
La mera enumeración de las minas de plomo, en distritos como Linares-La Carolina, La Unión en la Sierra de Cartagena, o las minas almerienses, es una tarea ímproba, contándose en estos distritos varios miles de denuncias mineras, por lo que se destacarán algunas.

Los yacimientos más importantes de España por su producción y calidad, según los agrupan Mirete y Galán en su obra Los Minerales de España, se concentran en cinco grandes zonas.
La primera es el distrito minero de Linares y La Carolina (Jaén), donde la galena aparece en casi todas sus variedades.
Circundando a este yacimiento existen importantes depósitos en Córdoba, como son los de Canto Blanco, y en Badajoz, Azuaga y Monesterio. Otros focos se dan en la región plutónica de Los Pedroches (Córdoba) y zonas circundantes, como las importantes mineralizaciones del Horcajo y otras del valle de Alcudia (Ciudad Real).
La segunda zona por importancia es la del sureste de España, con su mayor afloramiento en las minas de La Unión, en Cartagena (Murcia), extendiéndose hasta Almería, en las Sierras Almagrera y de Gádor, prolongándose en Granada, sierras de Lújar, Nevada oAlmijara.
Sería la tercera, y de gran importancia, la zona norte, el complejo minero de Asturias y Cantabria, donde se ha encontrado abundante galena argentífera en los concejos de Navia, Cangas, Ribadesella, Reocín y Puente Viesgo. Y, siguiendo en esta zona norte, el País Vasco.
También aparece un distrito minero del plomo limítrofe entre Lugo y León, la zona de Toral de los Vados y Rubiales, asociada con gran cantidad de esfalerita en la denominada caliza de Vegadeo.
Por último citar las localidades mineras de Cataluña, concretamente en Bellmunt, Falset, Molá y Vimbodí (Tarragona), Tibidabo (Barcelona) y en el Valle de Ribas (Gerona) donde es de carácter argentífero.
En otras provicias enumeraremos algunos yacimientos de Toledo, Avila, Cáceres, Salamanca, Guadalajara, Huelva, La Rioja, Málaga o Baleares.


Distritos de Sierra Morena y periféricos, Valle de Alcudia (Ciudad Real), Córdoba y Azuaga-Castuera (Badajoz)
Minas de Linares- La Carolina, Jaén.
Bajando Despeñaperros hacia el sur cuarenta kilómetros, una faja de treinta kilómetros de anchura de este a oeste delimita el distrito minero Linares-La Carolina, al norte de Jaén. La zona se divide en dos, Linares, de una parte, con su filón principal Arrayanes, y El Centenillo,La Carolina,Santa Elena, de otra, que laborearon los filones Perdiz, Crucero, Mirador, Sur, Pelaguindas, Avutarda, Rancheros y San Sebastián, donde las leyes eran más altas. Guarromán, Carboneros, y Vilches forman igualmente parte de ese distrito.
Sus mineralizaciones son principalmente de plomo y bario, zinc y cobre, en filones. La plata se extraía de la galena y de sulfoarseniuros de este metal.
Su inmensa riqueza mineral atrajo desde la edad del bronce a colonizadores del Mediterráneo oriental. Se han documentado yacimientos de la Edad del Bronce dedicados a la extracción de cobre, siendo el de Peñalosa en Baños de la Encina un referente en arqueometalurgia.
Roma buscó su plata y explotó la zona a través de sociedades mineras, operando en las cercanías de Linares (minas de Arrayanes y La Cruz). La ciudad de Castulo (Linares) se convirtió en punto de convergencia de las principales calzadas.
Resurgió en el siglo XIX, con la utilización de la tecnología de vapor desarrollada en Cornuallles, convirtiendo la zona en uno de los principales centros internacionales de minería industrial. Cincuenta mil mineros trabajaban en La Carolina, Linares, Guarromán, Baños de la Encina y Bailén en las primeras décadas del siglo XX, siendo el distrito primer productor del mundo de plomo desde 1867 y durante cuatro décadas. Casi ochocientos kilómetros de galerías subterráneas sobre los filones encajados en el granito y unas mil trescientas minas, descendiendo algunos pozos a los setecientos de profundidad.
La geología permitió allí construir pozos y galerías no necesitados de entibado, al ser roca dura y el mineral filoniano, con el consiguiente abaratamiento de costes.
Conserva un enorme patrimonio industrial minero: castilletes, malacates, fundiciones, chimeneas, grúas, maquinaria, tanques de lavado de mineral, talleres, oficinas, líneas de ferrocarril, los cuartos de los trabajadores, vertederos, esombreras...algunos elementos con valor arquitectónico singular y nombres propios que dotan de personalidad excepcional a este distrito minero.
Pero hace ya cuatro décadas que cesó la actividad en La Carolina, y en 1991 cerró la emblemática Mina La Cruz.

Minas del Horcajo, Ciudad Real.
En los términos municipales de Brazatortas y Almodóvar del Campo, fueron explotadas, buscando su muy rica galena argentífera, durante aproximadamente medio siglo, desde algo más de la mitad del XIX. Encajado el mineral en el ordovícico, tuvo dos filones principales, San Alberto y Santa María.
En el poblado minero del Horcajo vivían en el último tercio del siglo XIX unas dos mil personas, arrancando el plomo en las labores de interior doscientos sesenta hombres.
Con recuas se llevaba el mineral hasta el ferrocarril que lo descargaba en Cartagena o Almería para su transporte a Inglaterra.
En ese siglo dos veces cambió la titularidad de las concesiones, incrementando las inversiones el Banco de París, pero en 1909, al pasar a la Sociedad Minerometalúrgica Peñarroya, cayeron los precios mundiales del plomo y cerró la mina, reanudando sólo por seis años las labores en 1955.

Minas del Valle de Alcudia, Ciudad Real. La mancomunidad del Valle de Alcudia encuadra los términos de Abenójar, Almodóvar del Campo, Argamasilla de Calatrava, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto, Fuencaliente, Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Solana de Pino y Villamayor de Calatrava.
La explotación de la mina Diógenes, trabajada ya por los romanos, en sus cuatro pozos, supuso un importante recurso para este valle. Su auge lo promovió Peñarroya después de la guerra civil, construyendo además un poblado para los mineros, que pesar de estar asentado en una hermosa nava, en una naturaleza pura, se vio diezmado por el paludismo. La actividad duró cuarenta años hasta que cerró la mina.
Puebla de los Infantes.


Mina de Azuaga-Castuera, Extremadura.
En Extremadura abundan los yacimientos de plomo con paragénesis de blenda, pirita y calcopirita, contabilizándose más de doscientos cincuenta indicios, en los que los filones de cuarzo, con baritina a veces y carbonatos, rellenan fracturas tardihercínicas.
Como en zonas adyacentes, la mayor actividad se produjo entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, empezando el declive de la minería del plomo poco después de la guerra civil. Hoy no queda ninguna mina en activo.
Las principales zonas plumbíferas son tres: Castuera, Zarza-Capilla-Peñalsordo y Garlitos, y Azuaga. De Castuera destaca la Mina Miraflores; del grupo encabezado por La Zarza, encajado en pizarras y grauvacas, destaca la Mina El Borracho, con galena argentífera. Del distrito de Azuaga, las Minas San Miguel , Gerty y Santa Marta, con presencia de carbonatos de plomo y vanadatos.
Este distrito de Azuaga se explotó en época romana, en su término hay mas de sesenta minas, destacando Oscuridad, el Gato, San Guillermo, Plasenzuela y las Musas, donde se alcanzaron los ciento cinco metros de profundidad.


Córdoba. Minas de Posadas. Este distrito está situado al norte del Guadalquivir en su curso medio, flancos meridionales de las sierras de Córdoba y del Caballo. Sus minas son de plomo y plata, enriquecidas con cobre superficialmente. Destacan las minas San Andrés, Madereros , Santa Bárbara de Posadas y Calamón. Se cita como ejemplo de este distrito la mina Santa Bárbara, de Posadas, cuyo filón de galena, blenda, pirita y calcopirita es muy argentífero, conteniendo entre seis y catorce kilos de plata por tonelada métrica de plomo.
Los romanos superaron aquí los doscientos metros de profundidad, empleando atirantados para sujetar las paredes de los pozos. En el pozo San Guillermo se han hallado evidencias del uso de una batería de tornillos de Arquímedes para desaguar, reteniendo el agua con ánforas.
La presencia de martillos de escotadura en las escombreras se ha interpretado como evidencia de que la calcopirita era superficial, mientras que la galena se extraía en profundidad.

Minas de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz).
La Banca Rothschild, a través de su Compañía, “Société Minière et Métallurgique de Peñarroya”, adquiere concesiones de galena, minas y fundiciones de plomo, que desarrolla, multiplica y moderniza en el territorio entre las localidades de Peñarroya (Córdoba) y Fuente del Arco (Badajoz). Las enlazó con ferrocarril minero con el grupo de explotaciones de plomo de Berlanga (Badajoz), muy próximo a Peñarroya, cuyas concesiones más destacadas eran Carolina (Llerena) y Dolores. Prolongó su trazado hasta enlazar otros grupos mineros de esa región metalogenética, “Los Eneros” mina “Margarita, La Raña” y “Dos Amigos”. La mina más destacable fue Santa Bárbara, activa durante 35 años, de 1901 a 1935. Su metalización, galena con escasa blenda. También el Grupo minero de Viñas Perdidas (Fuente Obejuna). La estación de carga era La Coronada. El metal se extrajo de un filón excepcional y bien metalizado, de trescientos de largo por los mismos de profundo, con potencia en torno a los veinte metros.
Otro gurpo de labores fue Navalespino, cerca de Granja de Torrehermosa (Badajoz), no lejos de la mítica Santa Bárbara. Se explotaron sulfuros de plomo, con barita, de cinc, y de hierro, destacando la concesión Descuido en la que se llegó a los ciento veinticinco metros de profundidad..
la Compañía ubicó además en Pueblonuevo, junto a Peñarroya una fundición de plomo y plata, aprovechando el carbón de esa cuenca, también de su propiedad, rentabilizando ambas explotaciones, quedándose con todo lo referente al carbón y el plomo de la zona.
Cabra. Se citan explotaciones de galena de época islámica.
Villaviciosa de Córdoba, Mina de Mirabueno.
Villanueva del Duque.

Distrito plumbífero del Sureste.Minas de Murcia, Almería y Granada.

Minas de La Unión, Cartagena, Murcia.
La mayor acumulación de plomo-cinc las Béticas, y una de las principales de la Península, conforma la sierra minera de La Unión, que se extiende perpendicular al Mediterráneo en una franja de unos diez por cinco kilómetros.
Las evidencias de su pasado minero no sólo son arqueológicas, sino que están documentadas por fuentes clásicas. Se habla de que allí trabajaron cuarenta mil esclavos en tiempo de cartagineses y romanos.
Fue proverbial la riqueza en plata pura (los blanquetes) del Cabezo Rajao. Desde 1839 se produce una demanda enorme de concesiones, denunciándose en pocos años más de mil quinientas minas. - Estructuras filonianas s.l. - Stockwork y filones asociados a las vulcanitas.
Los llamados “mantos” (uno de silicatos, otro de sulfuros) constituyen las mineralizaciones importantes que permitieron, sumando concesiones antiguas subterráneas, las grandes explotaciones a cielo abierto.
El primero o manto de silicatos, caracterizado por la presencia única de enormes masas de greenalita, se halla en la zona central de la sierra. Con espesores de entre cuarenta a ochenta metros.
El segundo, manto de sulfuros, encajado en mármoles del nevado-filábride, esquistoso y plegado, se centra en torno a la Cantera San Valentín, Monte del Sancti Spiritus.
Galena, blenda, magnetita, pirita y otros minerales se han encontrado allí en masas enormes, pero se afirma que, siendo inmensa la acumulación de metal en su conjunto, las leyes son en general pobres, y ello explicaría la discontinuidad de la actividad minera en la zona.
Las canteras o cortas a cielo abierto concentran las mayores acumulaciones de mineral: San Valentin, Emilia, Tomasa, Los Blancos III, los Blancos I y II, Gloria, San José y Gloria. Todas ellas inactivas.


Minas de Mazarrón, Murcia.
El distrito minero de Mazarrón, en Murcia, junto al Mediterráneo, constituye uno de los sitios de mayor interés geológico y minero. El vulcanismo mioceno generó procesos metalogénicos, asociando a las dacitas y pórfidos los filones sulfurados de plomo argentífero y zinc.
Una zona colindante con el pueblo, el domo de San Cristóbal y Los Perules, fue el área de explotación más notable, existiendo otras dos, Pedreras Viejas y Coto Fortuna, con vestigios de explotación romana desde el siglo II a. C.
Sabemos de la intensa actividad minera y metalúrgica de la zona, mucho antes de la llegada de los romanos, por el hallazgo de dos barcos fenicios en su bahía. En el ped¡cio llamado Mazarrón 2 se hallaron varias toneladas de litargirio, tortas o lingotes de monóxido de plomo, imprescindibles en el proceso de separación de la plata del plomo (copelación).
En los siglos XVI y XVII fueron beneficiados los alumbres (sulfato triple), por calcinación de alunita, cuyo residuo es rico en óxidos de hierro, plomo y zinc, de intenso color rojo (almazarrón). El alumbre se usaba para fijar el color en los tejidos (mordiente), extracción de lacas, teñidos, y como astringente en farmacopea.
En esa zona central, en la Mina San Juan y Santa Ana, se descubrió un extraordinario filón de galena argentífera llamado Prodigio, con espesores de hasta quince metros, que enriqueció rápidamente a las compañías explotadoras. Minas como Talía, en la que las labores que descendieron a casi cuatrocientos metros, San Antonio de Padua o San José, fueron la causa del auge demográfico de Mazarrón, poblándose de mineros almerienses, y del enriquecimiento de una burguesía capitalista que invirtió en tierras los beneficios.
La instalación a mediados del XIX de hornos reverberos de tipo inglés para fundir la mena rica, el ferrocarril creado para llevar el mineral extraido de otras zonas de la Sierra de Aguilas (de Morata, Parazuelos), coadyuvaron a este fulgurante desarrollo industrial, de manos de dos compañías: Unión y la francesa Compañía de Aguilas.
En los años sesenta del siglo XX, al cese de toda actividad, se extraía zinc.
Mina los Girondinos de Aguilas, carbonatos de plomo. Mina Dos Amigos, plomo con sulfuro de antimonio y plata
Minas de plomo de Almería.

El plomo de la Sierra de Gádor fue explotado por cartagineses y romanos.
Pero cuando la Corona retuvo para sí la administración de las minas y fundiciones del Reino de Granada, a finales del XVIII, se renovó el interés por esas explotaciones, que resurgirían con fuerza a partir de la liberalizacion del sector minero (Ley de Minas de 1825), registrándose concesiones en términos de Laujar, Fondón, Berja y Dalías, abriéndose nuevos pozos y calicatas por toda la Sierra.
Extraordinaria fue la riqueza en galena argentífera de la Loma del Sueño.
Pequeñas concesiones artesanales que salpicaron las sierras de boliches u hornos muy básicos del país, que consumieron leñas y matorrales deforestando montes, de escaso capital, que buscaban la galena argentífera más rica. Muchos jornaleros del campo almeriense obtenían allí un complemento a sus rentas con trabajos temporales en las minas, las posteriores fábricas. La arriería, como en todas las zonas mineras de esa época, era otro recurso. Impensable hoy el transporte de miles de toneladas de piedras por senderos abruptos, a menudo peligrosos, a lomos de mulos.
Las inversiones alemanas e inglesas mejoraron la producción, que murió de éxito, al desplomar los precios del plomo por exceso de oferta. Justo el tiempo de vaciar los filones más ricos y accesibles de galena con leyes más altas. Se habla de unos veinte mil mineros, que encontrarían más tarde oportunidad de seguir trabajando en la Sierra Almagrera, llevando allí sus costumbres, tras el feliz hallazgo del extraordinario Filón Jaroso.
Hoy, excepcionalmente, la mina Carriles, en Órgiva, ha reiniciado alguna actividad.


Las minas de Sierra Almagrera.
En término de Cuevas de Almanzora, en el este de Almería, pegada al Mediterráneo, paralela a la costa, con cotas en torno a los trescientos cincuenta metros, constituye un paisaje único, descarnado, a menudo plateado, de aristas afiladas y barrancas imposibles que desaguan al mar. Atravesada por multitud de fallas que se fueron rellenando de filones de minerales de plomo argentífero y de hierro.
Se encontró allí por vez primera el mineral llamado jarosita, que tomó el nombre del mítico barranco del Jaroso, que junto con el de El Francés se poblaron de concesiones mineras.
La colonia fenicia de Baria, en Villaricos, con su necrópolis y fábrica de salazones, da testimonio del interés de los colonizadores orientales por el plomo argentífero de Almagrera y en concreto por la plata nativa de Herrerías.
Pero el descubrimiento de un enorme filón de galena argentífera en el Jaroso desató la fiebre de la plata, y situó en pocos años a la minería almeriense como un emporio minero de plata y plomo destacado a nivel mundial.El Barranco del Jaroso es un lugar clave para el desarrollo de la minería almeriense del siglo XIX y XX.
Las explotaciones de mayor envergadura fueron Virgen del Carmen, La Observación, La Esperanza, Rescatada y Estrella. Aunque la necesidad obligó a levantar instalaciones para la transformación, transporte y fundición del mineral, dando lugar a la construcción de vías férreas, cables aéreos, cargaderos, túneles de desagüe, poblados y asentamientos urbanos para los trabajadores, que dieron su identidad a este territorio, especialmente tras materializarse las inversiones de compañías británicas, lo cierto es que las innumerables minas pequeñas se explotaban con gran precariedad, nula planificación, durísimo trabajo a marro en galerías verticales, escaso capital, y problemas de inundacion constantes,... un sistema minifundista de partidarios que fomentaba el arriendo sucesivo de las concesiones, la compraventa de acciones, y la ínfima rentabilidad. Aún así, una minoría hizo fortuna, creándose una burguesía local con intereses en la agricultura que supo invertir a precio de saldo en la oferta de tierra generada por las leyes desamortizadoras de bienes eclesiásticos.
La explotación de galenas de Gádor exigió levantar la fundición de Adra, los establecimientos metalúrgicos de, Almería, Villaricos o Garrucha nacieron con la explotación de Almagrera.
En esta última zona la minería del hierro, a finales del XIX, vino a continuar la del plomo, a la par que Linares despegaba con una planificación extractiva del plomo basada en la fuerte inversión de capitales extranjeros por compañías mineras muy sólidas, un modelo muy diferente del almeriense.

El Pinar de Bédar.
El plomo de Bédar aparece en bolsadas superficiales junto a carbonatos y sulfuros de cobre, como relleno de fracturas o como cemento de brechas de composición dolomítica y aspecto marmóreo.
Arrancan las explotaciones mediado el siglo XIX en el barranco del Gato, con la Sierra de Gádor ya en decadencia y a la vez que despegan las explotaciones de Sierra Almagrera, floreciendo en Bédar una minería muy parcelada, precaria, por parte de pequeñas sociedades locales.
Las bolsadas se iban vaciando mediante galerías trabajadas a marro, de forma artesanal e intensiva, incluso con mano de obra infantil.
Destacaron concesiones como Café, Martillo Segundo, El Aprovechado, San Francisco, Medidas Extraordinarias o Reformada.
Los Rothschild, a traves de su Compañía Minera de Aguilas, adquirieron buena parte de las concesiones tras cuatro décadas de explotación, levantando Fundición y mecanizando lavaderos, métodos modernos que no dfueron productivos, volviéndose al sistema artesanal a través de arrendamientos de las concesiones.



Minas de Sierra de Baza, Granada.
Desde la Edad del Bronce se explotaron sulfuros polimetálicos en esta sierra. Los romanos también conocieron su riqueza en cobre, oro y plata. Además del plomo y del hierro. Los árabes continuaron la extracción de minerales. En pequeñas explotaciones diseminadas. Su legado minero (minas y sus escombreras, hornos y sus escoriales...) es grande.
En el momento de la gran eclosión de la minería del Sureste, finales del XIX, la Sierra de Baza, como poco antes la de Gádor, y simultáneamente la Almagrera, o la falda sur de Sierra Nevada, vive con intensidad el registro de concesiones y la apertura de minas de plomo.
El transporte del mineral se resuleve mediante un cable aéreo unido al ferrocarril Baza-Lorca, inversión inglesa.
Se abren kilómetros de galerías en su cara Oeste, a varios niveles: calares de Santa Bárbara, Heredia, Rapa, San Sebastián, Picón de Gor. Se explotan los cotos El Tesorero, Don Martín o Tablas. También rozas a cielo abierto, como la mina Hernán Cortés. Con capitales foráneos se establecen fundiciones, como la de San Antonio.
Surgen ahora los cotos mineros de El Tesorero, cuyas explotaciones se inician en 1906, Don Martín, Tablas (Barranco Vinagre) y tantos y tantos otros en el sector metamórfico de la Sierra de Baza. Ahora se trabaja abriendo galerías a varios niveles como las de la mina Hernán Cortés o haciendo rozas a cielo abierto.
La caída del precio del plomo, a la par que el agotamiento de los criaderos, acabarían por hacer inviables muchos proyectos, quedando sólo la extracción residual del cobre, la blenda, el cinabrio y, sobre todo, la de hierro. Al principio de la segunda década del siglo queda paralizada la actividad, reabriéndose cuatro décadas después, por algunos años, viejas minas de plomo para su explotación a cielo abierto y aprovechamiento de escombreras.



Minas del Cerro del Toro, Motril, Granada.
Al Norte y muy cerca de Motril se explotó la esfalerita o blenda, de alta ley, siendo la galena secundaria. Consta su conocimiento desde el siglo IX, por textos árabes.



Distritos plumbíferos del norte.
País Vasco.
Álava.
Las minas de plomo de Barambio. En el Monte San Antón se explotó la galena, y posteriormente la blenda.
Guipúzcoa.Minas de Arditurri.
La riqueza mineral de Arditurri fue conocida por los romanos, que buscaron plata.
En la Edad Media proliferaron en el valle de Oiartzun las ferrerías, se explotó su hierro
A finales del siglo XVIII, se reinició la explotación en busca de plomo, a manos de una familia local, continuándose en la tercera centuria por la Compañía Guipuzcoana de Minas, que amplió las labores. Destaca la Mina La Constancia.
Mina San José, Legorreta, Guipúzcoa.
La mina San José se encuentra en la zona de Legorreta. También las sustancias explotadas fueron blenda ya galena.
Vicaya.
Minas de Matienzo, en el valle de Carranza. Mina Ángela estuvo dedicada al beneficio del plomo, el flúor y el zinc entre 1940 y 1964 por la Compañía Minas de Sierra de Gredos. Hoy en proceso de puesta en valor con acceso a visitantes.

Asturias. Las mineralizaciones suelen ser de galena y blenda. Se citan Los Oscos, Penedela, Río de Porcos,. En niveles carbonatados, la galena se presenta, con esfalerita, diseminada en masas brechoides, arriñonadas, en el Valle de Caranga (Proaza), y con el cinc de Picos de Europa (Somiedo, peñamellera, Cabrales, Llanes).

Cantabria.
Mina de Reocín.
El yacimiento de Reocín fue descubierto y puesto en explotación ininterrumpida, mediado el siglo XIX, por la Real Compañía Asturiana de Minas, si bien algunos vestigios delatan la búsqueda de cinc y calamina por los romanos. En 1981 Asturiana de Zinc continuó la explotación durante veintidós años. La mina y el peso industrial de Torrelavega fueron de la mano.
Tiene una gran mina de interior y explotación a cielo abierto, dotadas de los mejores adelantos. Su cierre puso fin a la historia de la minería en Cantabria. Separadas por una falla, las minas de marcasita y pirita de Cartes, romanas, con la Mina Mercadal cuya explotación perduró hasta hace unos decenios. La galena aparece con la esfalerita que es el principal objeto de explotación.

Minas de Picos de Europa.
Áliva y la zona de los Picos de Europa próxima a Espinama se explotaron durante siglo y medio. Se hablaba de estas minas en el siglo XVI, y ya entonces consta la denuncia de una mina de plomo.
También aquí , por las fechas del descubrimiento de Reocín, prospectó la Real Compañía Asturiana de Minas (aunque su capital era belga), descubriendo zinc y plomo.
La mina de Las Manforas, en Áliva, fue la más importante, cerrano hace apenas treinta años. En sus cercanías hubo otras minas más pequeñas, y ya fuera de Äliva se explotaron minas en Lloroza (grupo minero que incluye las minas de Las Gramas, Altaiz y Canal de San Luis), Fuente Dé y Liordes, también de plomo y zinc, pero más pobres.
La orografía impresionante de la zona dificultó la explotacion, por el clima durante el invierno, el acceso de los mineros y el transporte del mineral, que se hacía en carros de bueyes.
Minas de Udías. De plomo y cinc, estas explotaciones mineras datan de época romana. Se conservan restos de sus instalaciones industriales. Un cable transportaba el mineral para su embarque en Ontoria (Cabezón de la Sal). Hay dos sectores, la Mina de San Bartolomé en el pueblo de Canales y el complejo llamado “La Mina”. El tren minero unía con una vía de tres kilómetros el área de trabajo con las principales minas de extracción que eran el Pozo Peñamonteros y la mina Sel del Haya.

León.
Minas de Rubiales y Toral de los Vados.Durante casi medio siglo y justo desde antes de la Guerra Civil, la mina Antonina, cercana a Toral de los Vados, exploto una mineralización de plomo y zinc. Es una de las más significativas de un grupo importante de yacimientos del noroeste, junto con la agotada y mina de Rubiales, la no explotada mina de Santa Bárbara y otra treintena de pequeñas minas de zinc-plomo. Fue a principios de los setenta su mayor auge, al descubrirse el yacimiento de Rubiales.
Minas de plomo y cinc en Sobrado, en el Bierzo.

Aragón.
Minas de Santa Cruz de Nogueras. La Mina Imperial , en la década de 1870 explotó galena (junto a sulfuros de cinc, cobre y hierro) a través de tres pozos y un complejo sistema de galerías. El mineral se transportaba hasta Cartagena. A principios del siglo XX se reanudó su explotación, profundizando el pozo maestro hasta los 28 metros. En 1976 se inició una ambiciosa explotación a cielo abierto.

Cataluña.
Bellmunt. En la comarca del Priorat, en Tarragona, se sitúan varias explotaciones de galena. Se conce su aprovechamiento por los romanos, e incluso mucho antes. Bellmunt y la Mina Eugenia son el corazón de estas explotaciones, que tuvieron su esplendor en el siglo XLX. En esta mina, con veinte niveles subterráneos, y catorce kilómetros de galerías, se profundizó más de seiscientos metros. Un importante complejo metalúrgico transformaba en lingotes el plomo extraido. Conserva un destacable patrimonio minero, hoy puesto en valor con el Museo de las Minas de Bellmunt.
Argentera (Tarragona).
La Mina Balcoll de Falset En realidad esta mina, compuesta por tres pozos, también es conocida como mina Argentífera o mina de la plata. Explotada desde la Edad Media, esta mina de plata fue trabajada por mineros sardos instalados en Falset. La mena se guardaba en el propio castillo. Fue en 1906 cuando se descubrió un filón de cincunta metros de corrida por tres y medio de anchura,. La galena entra en la paragénesis como un elemento más.

Mina Atrevida (Vimbodí-Poblet). Al sur del monasterio, una gran veta mineralizada, rellenando una falla alpina que cortó materiales paleozoicos y triásicos, dio origen a esta conocido grupo de abores mineras iniciadas en el siglo XVIII.. Esta veta, llamada Atrevida, tiene ocho metros de espesor por doscientos de profundidad a lo largo de cuatro kilómetros. Contiene galena, pero fue la barita el principal mineral explotado. Una brecha de barita bandeada en su nivel medio es la mineralización principal, con paragénesis de minerales de níquel, cobre y plata, siendo galena y fluorita el cemento de esta brecha.
Minas de Vallclara (Tarragona). Filones de galena con pirita y minerales de hierro, explotados en dos minas.
En pequeñas localidades del Valle de Arán y alta Ribagorza se explotó galena argentífera, destacando las minas de Cierco en esa zona pirenaica catalana, en término de Vilaller, Alta Ribagorça (Lleida), que forman parte de un campo filoniano con indicios extendidos hacia la provincia de Huesca como Estet o Bono, acompañadada de minerales de cobre.
Minas de Sant Julià del Llor, Bonmatí, la Selva, Girona. Varias minas, algunas a cielo abierto, donde se extrajo plomo y barita. Destacaron la Carlota, La Rosa y San José explotadas por la empresa La Andaluza. Su auge coincidió con la primera guerra mundial. La Vigilada fue la Mina más notable. Se separaba el plomo de la barita y se molía y ensacaba. La barita se comercializadaba entera o molida.
De las minas de Osor se extrajo blenda, plomo y espato de flúor. Tras dos siglos de explotación cesó su actividad en 1979. Un centenar de mineros trabajaban allí.
En otras localidades de la Selva gerundense se extrajo galena junto con blenda, calcopirita... Minas de Rifret (Anglès) , Can Magre (Vidreres), Mansolí, Can d´en Boscà.
Otras minas. En otras provicias,

Toledo.
Minas de Santa Quiteria, Sevilleja de la Jara,. Explotación de galena muy antigua (romana) en la aldea La Cordobilla. En esta vertiente suroeste de los Montes de Toledo se encuentran pequeñas explotaciones de plomo y de hierro de mucha antigüedad, en términos de Alcaudete y Sevilleja.
Minas del Guajaraz y Layos, Mazarambroz. Yacimiento filoniano hidrotermal, explotaba galena argentífera y blenda, con barita, pirita y siderita. Funcionó desde finales del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX. La Mina la Económica tiene galerías a varios niveles accesibles por pozos que alcanzaron cerca de trescientos metros de profundidad y un conjunto de instalaciones (castillete del pozo maestro, almacenes, talleres,, tolvas, lavaderos y laboratorios aún se encuentran en pie).

Minas de Anchuras. En el entorno de Anchuras y la localidad de Sevilleja, de la que dependió, se han documentado cerca de medio centenar de explotaciones mineras, especialmente de galenas argentíferas y hierro. En Anchuras se explotó hasta los años ochenta la mina de plata El Brillante, la última en cerrar.

Valdeverdeja.

Minas de La Perdiguera y del Caballo o del Polvorín, Madridejos. Se extrajo plomo de una serie de minas en parajes del Silillo y La Perdiguera, cerca de los Estanques Romanos, conocidas desde el siglo XVI. La primera, a cielo abierto, con baritina y galena. La segunda, de interior.

En Consuegra hay testimonios quemdelatan una importante minería de época romana, dedicada a la galena argentífera y al cobre, concentrándose las minas en torno a una vía del Itinerario de Antonino, antiguo caminode Consuegra a Puerto Lápice.
Mina La Serrana, Urda, mina romana.
Escalona, con esfalerita.


Madrid.
La mina de plomo de Navalagamella (la Montañesa) se explotaba en el siglo XVII. Hubo minas de plomo argentífero en Cadalso de los Vidrios y Cenicientos, en San Martín de Valdeiglesias Guadalajara) Colmenar del Arroyo, Gargantilla, Robledo de Chávela,Torrelaguna, Cervera de Buitrago, Guadalix de la Sierra, y una fundición en Arroyo Horcajo. En la década de los años 1880, se reactiva la minería metálica de la provincia, si bien padeciendo un minifundismo crónico con labores de pocos años de vida. Se centran en sanear labores antiguas quitando el escombro, se siguen rafas, pocillos y calicatas en los filones ya trabajados. Ello hizo que por azar se encontraran las continuaciones más prometedoras de la mineralizaciones, como sucedió con la galena argentífera de Gargantilla.
las minas de Colmenar del Arroyo Mina San Eusebio Nuestro Padre Jesús La mina La Montañesa en el siglo XX. Navalagamella Minería en Cadalso de Los Vidrios y Cenicientos

Cáceres.
Mina Marialina (Mina El Triunfo de San Julián), Peraleda de San Román.
Pequeña mina registrada en 1845 año como mina "El Triunfo de San Julián" para extraer la galena.
A principios del siglo XX volvió a registrarse como Mina Marialina buscando explotar el cobre.La mineralización consiste en una vena de Cuarzo y Barita que atraviesa granitos y pizarras metamórficas del Ordovícico, a la que se asocian galena y barita, esfalerita y minerales de cobre.
Tuvo su auge con la demanda de la primera guerra mundial, cerrando al concluir ésta.
Las minas Piecito, de Fresnedoso de Ibor, y la de Castañar de Ibor, cerca de Talavera, junto con otras próximas de otros metales, se han asociado a una posible explotación en época Omeya ligada al despoblado de Vascos.

Salamanca.
Minas de La Tala, Guijuelo, Salamanca. Paraje de Barros Colorados. Encajado en esquistos y grauvacas, el filón hidrotermal de estas pequeñas cuatro minas es de plomo y wolframio, beneficiándose galena, cerusita y vanadinita.
Mina Florisada, pedanía Casas de Monleón, Endrinal de la Sierra.
Losacio. En esta zona zamorana se explotaron ocres de antimonio, pero también galena,. Siguiendo a De la Escosura, dos fueron los filones de plomo argentífero. En ellos junto al plomo blanco, escaso de plata, la galena y los minerales mezclados contenían cantidades notables. Un filón corría de Losacio a Marquiz de Alba, y el otro por entero en Losacio. Las minas fueron Clara, San José, San Marcos y San Bartolomé. Próxima a Losacio, mina Valdeconejos. De ellas hoy no queda nada, y los pozos fueron tapados.
Mina Esperanza, Villar de la Yegua, acompañando esfalerita.
Lumbrales, acompañando esfalerita.


Guadalajara.
Mina San José, en La Bodera. Antigua explotación de galena argentífera abandonada a principios del siglo XX.



Soria.
La demanda alfarera (Agreda y otros alfares) propició la búsqueda de plomo riojano en la zona de Aguilar del Río Alhama, mediado el siglo XVIII.
Las minas de Peñalcázar (Quiñonerías), activas desde entonces por tres décadas, llegaron a ocupar a más de cien personas, con buen rendimiento, explotando sus cuatro filones la Sociedad Minera El Buen Deseo. Contaba con dos socavones y pozo malacate que descendía hasta más de cien metros, hasta el filón Peña.La primera mina fue Nuestra Señora de la Peña. Otras, Globo, Eloisa y Desengaño. La mena era llevada a Cartagena, Murcia.

Avila.
Mina de blenda y galena de Navalguijo, pedanía de Navalonguilla, Sierra de Gredos.
Mina del Cerrillo Altillo y Prado de la Aldehuela (El Barraco), con blenda, galena, óxidos de cobre y hierro. Son filones hidrotermales de cuarzo encajados en granito. Mina en el paraje Solana del Parrao, Mina La Romana en Chorro Morueco, Mina la Reina, Mina Jarayana en Majalbuey.

Sevilla.
El Real de la Jara, se citan galena y blenda. Aznalcóllar, Castillo de las Guardas, La Puebla de los Infantes. Estas áreas tuveron explotaciones mineras de galena. El mineral era transportado hasta la estación de ferrocarril de Azuaga con destino a la fundición de Peñarroya; la explotación se mantuvo hasta el año 1910. Otras minas de importancia fueron las del Grupo Laberinto, en Guadalcanal, donde a principios del siglo XX trabajaban un centenar de operarios. La galena se obtenía de hasta los ciento cuareta metros de profundidad, se cargaba en ferrocarril en la estación de Berlanga; la actividad cesó 1927.

Huelva.
En toda la zona la galena aparece en mayor o menor proporción entre los sulfuros polimetálicos, aunque de forma minoritaria frente a piritas y sulfuros de cobre.
Los Marines.
Aracena.
El Macizo de Aracena forma parte de una gran franja de rocas metamórficas muy antiguas que se extiende desde Portugal a Sevilla. En el reconocimiento de Minas de d. Francisco de Mendoza, en tiempos de Felipe II, se citan como mejores criaderos onubenses, de entre cincuenta, los de Riotinto y Aracena. En una región predominantemente pirítica, la mina Los Azores de Aracena produjo trescientas arrobas de plata pura. El mineral era la galena antimonial argentífera. A fines del XIX había dieciséis minas en Aracena, dos de ellas de plomo.
Linares de la Sierra. En la Nava se extrajo plomo argentífero,junto al antimonio.
En la Mina María Luisa, un asomo porfídico, junto a pirita y carbonatos de cobre, se extrajo galena argentífera y blenda.

Málaga.
Minas del Candado. Mineralización de plomo con subproductos de zinc y hierro, en dolomías tableadas estratificadas en gruesos bancos horizontales, del Complejo Maláguide.
Minas de Buenavista, Marbella. Con la fiebre del plomo de otras provincias, se reabrieron estas minas de Sierra Blanca ya explotadas en el siglo XVIII. Se construyó un sencillo horno de calcinación. Fundido en barras llamadas galápagos, y transportado a lomos de caballerías, se llevaba hasta el ferrocarril y se exportaba. Las dos minas del Junquillo, San Marcos, el Registro, la Campana, San Francisco, San Miguel, Desengaño, Emilia y otras de menor entidad fueron abandonadas al agotarse la mena.
Minas de Cañada de la Encina, Yunquera. Este paraje de la Sierra de las Nieves era conocido también como Barranco de la Minas, de Duarte o del Infierno. Mina San Eulogio, La Esperanza, Mi Pepe y El Convenio explotaron plomo, otras cinc. La primera, encajada en dolomias grises, con aspecto degruta natural y con abundante paragénesis, fue la principal.
Minas de Canillas de Aceituno. Mediado el siglo XIX se registraron tres minas en este municipio, dos de ellas de plomo: San José, en la Peña del Rey Moro, y Nuestra Señora de la Cabeza, en el Cerro de la Rábita. Sin embargo, prospecciones recientes sólo han hallado peróxidos de hierro, no galena.
Minas de Alhaurín de la Torre o del Llano de la Plata. En 1851 escribió Ildefonso Marzo: sobre el monte que se halla en el Llano de la Plata y cerros contiguos, entre Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre... vense restos de criaderos antiguos, aunque no de gran consideración, ... capas de galena impura interpoladas entre las de caliza dolomitica sin regularidad alguna, y que se extinguen a medida que el terreno cierra un poco, amoldandose a las resquebrajaduras de las rocas en disposición que se puede fácilmente adivinar su formación. Hállase en las minas de Santa Rita y San José interpuesta la galena acompañada del plomo carbonatado en cristales imperceptibles y a veces de magnitud notable sobremanera en una capa de hierro arcilloso, de aspecto escoriáceo, con una insignificante cantidad de plata.
En la cordillera que describimos hay diversos criaderos de mineral de plomo, cobre, grafito y hierro. Los primeros que son los mas abundantes se trabajan en el Llano de la Plata entre Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande en las minas nombradas de San José, el Niño (alias Santa Rita), Angelitos y su Madre, que funden los minerales en la fabrica, con dos hornos de cuba y otro de calcinar, establecido junto al rio Guadalmedina. Las minas Observación y Comoquieras, que alcanza a 23 pies de profundidad, suelen vender sus minerales a la casa Heredía. Las llamadas Esmeralda, Carolina (alias Ingleses), el Buen Criadero (alias Anillo) y otros que son explotadas malamente por rebuscadores, llevan a fundir a otra fabrica con un boliche y una pava establecida en la sierra a las inmediaciones de este grupo de minas.
Minas del Puerto de la Media Luna-Las Grajas, Mijas. Mármoles grises azulados donde encaja galena argentífera, con fluorita y cinc. Minas Pompeyo y Los Arenales
Riogordo.
Minas de Montecorto, Ronda.
Mina en Los Reales de Sierra Bermeja, plomo argentífero.
Mina de alcohol argentífero en Alora, al noreste de la población, junto al Arroyo de Sancti-Petri.
Al noroeste de Estepona se citó mineral de plomo argentífero.
Minas de Sierra Almijara (Nerja). Minas de plomo cinc (galena y calamina) en el Barranco de los Cazadores. Se fundía el mineral en Motril. Minas La Furia, San Antonio, Buena Fe, La Volcánica.
Mina del Arroyo del Pagador, Cútar. El mineral, con el de Comares, se transportaba a Torre del Mar.
La Rioja.
Minas de Jubera (Santa Engracia de Jubera), llamadas Túneles de los Moros o Mina La Providencia. Comienzan a explotarse en la posguerra. Un minero de Arnedo tomó la iniciativa y muestreó la galena de la zona, y la empresa guipuzcoana que comenzó las labores recurrió a personal especializado de La Unión, contratando trabajadores de zonas plumbíferas: cántabros, andaluces, extremeños, vascos. Funcionaron solamente trece años, y hoy se han puesto en valor como reclamo turístico.

Huesca.
Minas de Ruego y Liena, en Parzán (Sobrarbe).En 1912 la sociedad franco-belga Minas de Parzán comenzó en esta mina del Sobrarbe (Pico Liena) a explotar galena argentífera. Llegó a contar con doscientos treinta trabajadores, y el acarreo del mineral se realizaba con un cable aéreo de diez kilómetros. Las minas fueron Luisa y Robert, y, hacia Bielsa, minas del Mallo, del monte Ruego, Ana y Gela. Cerraron en 1927.


Lugo.
Mondoñedo. Mina de Pausalido, registrada como La Castellana y antes como Sorpresa, mediado el siglo XIX.
En la Sierra del Caurel, las viejas minas de plomo y blenda de A Morteira tuvieron una notable importancia para la economía de los pueblos de la zona. Son dos explotaciones muy próximas entre sí.

Mallorca.
Mina de Son Creus, o de Los Moros, Bunyola. Explotadas por los romanos, en la ladera de la Sierra de Alfábia, configuran un laberinto de galerías con hornos de fundición en el exterior levantados con piedra caliza. Bolsadas y venillas de galena en un banco de dolomía impregnada de calamina, principal objeto de extracción, que se sacaba al exterior con vagonetas de madera.

Menorca. Mina Francisca, en Binifabini, Mercadal, plomo y cobre.


Agradecimientos. A Paco Castro, de Adra y José Luis Sola, de Granada, del Grupo Mulhacén, y Javier Rodríguez, de Vidreres, del Grup Mineralogic Català, por compartir este interés y facilitarme algunas muestras de galena.
    BIBLIOGRAFÍA
    Guía para la investigación de los recursos minerales de España. Instituto Tecnológico Geominero de España.
    Wikipedia, Enciclopedia libre.
    Revista Bocamina, IGME.
    Recursos minerales de España, Javier García Guinea y Jesús Martínez Frías
    Minerales de España, Mirete y Galán.
    Estudio de la recuperación de plata en la flotación de galena, José López Meroño.
    Recorrido geológico y minero por las minas de Cierco. Mata Perello, Jose María.
    Minerals y mines de la Conca de Bellmunt del Priorat. Joan Abella i Creus.
    Mineralogía Topográfica Ibérica
    Mindat.org
    Els minerals de Catalunya, Mata Perelló.
    Geología y minería en la provincia de Toledo. Francisco de Sales Córdoba y Bravo.
    Consideraciones sobre una ciudad romana de la antigua Carpetania: Consabura. Juan Francisco Palencia García.
    Las antiguas minas de Losacio. A. del Valle González .
    Descripción de las minas de la provincia de Zamora. Luis de la Escosura.
    Memorias de las minas de Jubera. Florentino Meroño Blaya.
    Minasdemallorca.blogspot.
    Miscelánea Mindoniense. Andrés García Doural.
    Los filones de galena de Bielsa y Parzan. José Romero Ortiz de Villacian.
    Caminos de Barbastro. Daniel Vallés Turmo.
    Minería y poblamiento en la Sierra de Huelva, José Manuel Núñez Lasso de la Vega.
    Mineratlas.com
    De minería, metalurgia y comercio de metales. Julio Sánchez Gómez.
    Yacimientos mineros y minerales en Extremadura. María José Serrano Suárez.
    Minas y metalurgia en al-Andalus.... Alberto Canto García y Patrice Cressier.
    Patrimonio geológico y minero. Su caracterización y puesta en valor. Isabel Rábano y Josep Mª Mata Perelló.
    Depósitos Minerales de España. Fernando Vázquez Guzmán.
    La minería de los metales y la metalurgia en Madrid. Luis Jordá Bordehore y otros.
    Algunos datos para la historia de la minería en Soria. Octavio Puche.
    La minería del plomo en la región metalogenética comprendida entre las cuencas carboníferas de Peñarroya-Bélmez y Fuente del Arco-Guadalcanal. José Luis Hernando Fernández
    La minería del sur de Sierra Tejeda. Rafael Yus et alt.
    Minerales de Aragón, Miguel Calvo Rebollar.
    Patrimonio Minero de Andalucia Oriental.
    Recursos del subsuelo de Asturias.















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